Espa?a acaba con la solidaridad (sin que nadie se lo pida)
?Se me ha ido la mano? Foto: El Pa¨ªs/MANUEL H. DE LEON(EFE).
El jueves pasado este blog fue invitado a participar en Londres en el lanzamiento del informe anual del Comit¨¦ de Ayuda al Desarrollo de la OCDE (pueden ver el desarrollo de la sesi¨®n en twitter con #povertydebate). El grueso de este interesante trabajo est¨¢ dedicado al debate sobre el fin de la pobreza ¨Cdel que les hemos hablado en dos entradas anteriores- pero, como cada a?o, se incluyen tambi¨¦n las estad¨ªsticas fundamentales de la cooperaci¨®n que realizan los pa¨ªses ricos.
Los n¨²meros gruesos son poco sorprendentes: entre 2010 y 2012 la ayuda al desarrollo (AOD) del conjunto de la OCDE ha ca¨ªdo en t¨¦rminos reales un 6%, qued¨¢ndose el a?o pasado en los 125.900 millones de d¨®lares (alrededor de 100.000 millones de euros). El informe recuerda preocupado que esta es una de las dos ca¨ªdas m¨¢s importantes de la ayuda desde 1997, pero, qu¨¦ quieren que les diga, visto desde Espa?a el asunto parece menos alarmante. Porque, durante estos dos mismos a?os, nuestro pa¨ªs ha recortado la AOD nada menos que un 67%, diez veces m¨¢s que la media de la OCDE.
A quien les quiera escuchar, los responsables del Ministerio de Asuntos Exteriores repiten un discurso poco imaginativo sobre el dif¨ªcil trago que estamos pasando y que nos obliga a hacer exactamente lo mismo que los dem¨¢s. Eso ser¨ªa comprensible, si no fuese porque es falso: lo que los n¨²meros de la OCDE muestran es que, en circunstancias similares, otros pa¨ªses donantes han hecho recortes de la ayuda infinitamente m¨¢s peque?os. Dicho de otro modo, no han sido las circunstancias las que han ¡°forzado¡± el recorte (como sugiere comprensivamente el informe del CAD), sino las decisiones derivadas de opciones pol¨ªticas: frente al ajuste, unos han decidido reducir la solidaridad internacional y otros hemos optado por evaporarla. Y nos hemos quedado solos en el proceso.
El gr¨¢fico adjunto (hacer click para ampliar) ilustra bien esta idea. Irlanda, EE.UU. y Grecia pasaron en 2010-11 por d¨¦ficits fiscales mayores de los de Espa?a, y sin embargo sus programas de ayuda sufrieron de manera moderada en los dos primeros casos (ca¨ªdas del 8,6% y el 3,5%, respectivamente) y seria en el caso del tercero (34,5%), lo cual se explica porque Grecia se encuentra hoy m¨¢s cerca de la categor¨ªa de pa¨ªs en desarrollo que pa¨ªs desarrollado. Ni siquiera pa¨ªses intervenidos, como Irlanda o Portugal, han ido m¨¢s all¨¢ del 15%. En t¨¦rminos generales, los pa¨ªses donantes han hecho recortes de sus programas de ayuda proporcionales al recorte medio del gasto, asumiendo el principio de que la crisis no necesariamente debe recaer en los hombros de los m¨¢s d¨¦biles, aunque estos se encuentren a varios miles de kil¨®metros de distancia.
Fuente: elaboraci¨®n propia a partir de datosOCDE.
Y eso es exactamente lo que se ha echado de menos en el caso espa?ol, la falta de proporcionalidad. Frente al escaso control del gasto durante la ¨¦poca socialista ¨Cun hecho cierto-, el Gobierno ha optado por resolver el esguince serruchando por encima del muslo. Lo que solo demuestra que su concepci¨®n de la ayuda es la de un programa de quita y pon, no una responsabilidad asociada a nuestra posici¨®n en el mundo. Es inquietante, porque tal vez un d¨ªa decidan que la salud, las pensiones o la educaci¨®n de calidad dentro de nuestro propio pa¨ªs son derechos ligados al presupuesto y a las responsabilidades territoriales, dos conceptos tan vol¨¢tiles como los mercados que los han puesto patas arriba.
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