Joan, Josep y Jordi crecieron entre fogones. Dirigen juntos El Celler de Can Roca, en Girona, elegido este a?o mejor restaurante del mundo por la revista ¡®Restaurant¡¯.Por Montserrat Fontan¨¦
Tengo tres hijos fant¨¢sticos. Un cocinero, un camarero y un pastelero. Los tres, hijos y nietos de cocinera, han crecido entre fogones. Cuando supe que su restaurante hab¨ªa sido elegido el n¨²mero uno, sent¨ª tanta alegr¨ªa como preocupaci¨®n, las madres me entender¨¢n. Este es un trabajo duro que se ha de hacer por gusto; si no, no vale la pena ponerse a ello. Gracias a Dios, hasta ahora les ha ido perfectamente.
Sumamente educado y dulce, a los 12 a?os Joan me dijo que quer¨ªa ser cocinero para ayudarme. Ten¨ªa a esa edad el buen juicio, seny que decimos por aqu¨ª, de un chico de 18. No hab¨ªa chaquetillas de cocinero de su talla y le mand¨¦ hacer una a medida que todav¨ªa guardo. A los 14 a?os entr¨® en la Escuela de Hosteler¨ªa de Girona, y de all¨ª sali¨® con otras ideas, enamorado de otras cocinas y con la ilusi¨®n de experimentar y hacer algo distinto. Josep, el camarero de vinos, como le gusta llamarse, todav¨ªa me deja boquiabierta cuando le oigo hablar de ellos, ¨¦l ve todo un universo en cada uno. De ni?o le gustaba bajar al s¨®tano donde guard¨¢bamos el vino a rellenar las botellas. Alg¨²n d¨ªa sub¨ªa mareado y no sab¨ªamos qu¨¦ le ocurr¨ªa. Cuando hizo las pr¨¢cticas en la escuela de hosteler¨ªa, empez¨® a ganar concursos de c¨®cteles y a dibujar la que hoy es su gran pasi¨®n, junto con la sala. Todav¨ªa le recuerdo, travieso y bromista, sirviendo las mesas de nuestro restaurante en patines. Lo hac¨ªa para tener tiempo de dar una vuelta despu¨¦s de servir el primer plato y antes de servir el segundo. Jordi trabaj¨® con sus dos hermanos antes de descubrir su lugar, el de postrero, como dice ¨¦l. Como su padre, el MacGyver del barrio, tiene ese punto de inventor, la originalidad de ideas, la curiosidad, todos esos inventos como el cristal soplado¡ Lo recuerdo jugando con sus playmobil aqu¨ª en el bar, nuestra salita de estar. No puedo evitar, no s¨¦ si porque soy su madre, continuar viendo en ¨¦l a ese ni?o juguet¨®n capaz de imaginar lo inimaginable. Ahora verlos a los tres trabajando juntos, consiguiendo un sue?o e imaginando el siguiente, me hace muy feliz. Ver que un ¡°aqu¨ª tiramos una pared y hacemos un comedor¡± les ha permitido crecer sin l¨ªmites.
Montserrat Fontan¨¦ es madre de los hermanos Roca y jefa de cocina de Can Roca, restaurante familiar y origen de El Celler de Can Roca.