Compromisos para quien ose pedir el voto

El a?o va a terminar con tres buenas sacudidas: el conocimiento de los correos que intercambiaba el presidente de la quebrada Caja Madrid, Miguel Blesa, con sus amigos del Partido Popular entre festejo y festejo por la excepcional venta de preferentes; el espect¨¢culo de la reci¨¦n creada Comisi¨®n de Mercados y Competencia (que act¨²a, seg¨²n la ley, ¡°con plena independencia de gobierno¡±), reunida a las cuatro de la ma?ana para satisfacer al ministro de Industria; y una llamada ¡°Ley Gallard¨®n¡± que ya no considera motivo justificado de aborto ni tan siquiera las graves malformaciones del feto y que vuelve a atribuir a la mujer la muy cat¨®lica condici¨®n de persona aquejada de intr¨ªnseca incapacidad para decidir por s¨ª misma.

No debe haber persona m¨¢s feliz esta ¨²ltima semana que el ministro de Educaci¨®n, Jos¨¦ Ignacio Wert, que, por fin, ha conseguido desaparecer del escenario p¨²blico, guarecido, podr¨ªa decirse, detr¨¢s de las imponentes figuras de Alberto Ruiz-Gallard¨®n y Jos¨¦ Manuel Soria. El primero ha logrado algo muy dif¨ªcil para un pol¨ªtico: convertir su primera cartera ministerial en el lastre que le hunde como posible alternativa presidencial. Suele suceder lo contrario, pero Gallard¨®n siempre ha sido original. El segundo, Soria, ha conseguido ser un ministro de Industria del que huyen como posesos los empresarios de este pa¨ªs, temerosos de que se le ocurra solucionarles un problema. Soria compite con Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, tambi¨¦n digno de asombro, el primer ministro de Interior desde la democracia que consigue ser impopular. Para ello ha puesto en marcha una nueva Ley de Seguridad Ciudadana capaz de sobrecoger incluso a los dormidos votantes del PSOE.

?Servir¨¢n de algo estas nuevas sacudidas en la mente de los ciudadanos o su capacidad de aceptaci¨®n de adversidades, m¨¢s conocida como resignaci¨®n, es tan grande que hay que dar por descontada la lenta acumulaci¨®n de d¨ªas y d¨ªas en los que una noticia de corrupci¨®n o incompetencia tapa a otra igual, hasta el infinito? No hay que darlo por descartado, por supuesto, pero, por si acaso, y dada la proximidad de la fiesta de Fin de A?o, tan proclive a la elaboraci¨®n de listas top ten, ser¨ªa ocurrente establecer los 10 compromisos que uno exigir¨ªa a quien ose pedirle el voto en fechas pr¨®ximas. No se trata de decidir ya a qu¨¦ partido se piensa votar. Se trata solo de pensar un pu?ado de cosas que se consideran intolerables. Para animarles, propongo las cinco primeras.

Quien quiera mi voto tendr¨¢ que asegurar que:

1. Pondr¨¢ en marcha una comisi¨®n de personalidades independientes, con medios y autoridad para investigar cu¨¢nto dinero p¨²blico se ha empleado en el rescate de las entidades financieras quebradas y por qu¨¦ seremos el ¨²nico pa¨ªs en el que los ciudadanos no recuperar¨¢n esa cantidad.

2. Incluir¨¢ en los cuadros macroecon¨®micos, juntos a los datos ya cl¨¢sicos, como la inflaci¨®n o el d¨¦ficit, un ¨ªndice que refleje la evoluci¨®n de la desigualdad social.

3. Se comprometer¨¢ a imponer una transparencia efectiva en el sistema de partidos pol¨ªticos y se aplicar¨¢ a s¨ª mismo una rigurosa moralidad p¨²blica, ofreciendo la inmediata dimisi¨®n de cualquier cargo p¨²blico sospechoso, no ya de delito, sino de mala pr¨¢ctica.

4. Volver¨¢ a establecer una ley de plazos para la interrupci¨®n voluntaria del embarazo, de manera que fije claramente hasta qu¨¦ semana una mujer puede decidir abortar.

5. Pactar¨¢ una ley de educaci¨®n a fin de que se comprometa su aplicaci¨®n durante legislaturas de diferente signo pol¨ªtico. La ley estar¨¢ dotada de los medios necesarios para garantizar la efectiva igualdad de oportunidades. De la misma forma, garantizar¨¢ un sistema de sanidad universal, pagado con impuestos.

A?ada cinco puntos m¨¢s (?reforma territorial, pensiones, relaciones con el Vaticano, debate parlamentario previo a las cumbres europeas?), o cambie todos y coloque su lista top ten impresa en caracteres del cuerpo 24 en la puerta de la nevera. ?Feliz a?o!