La mejor relaci¨®n sexual de John F. Kennedy
Una indiscreta entrevista del dem¨®crata estadounidense Bobby Baker a la revista 'Politico' desvela los detalles de la relaci¨®n del expresidente con Ellen Rometsch
Ellen Rometsch tiene 77 a?os, vive retirada en una peque?a y confortable casa con jard¨ªn en las cercan¨ªas de Bonn y cuando su nombre aparece impreso en letras de molde en la prensa de su pa¨ªs, como ocurri¨® poco antes de las navidades, pone en marcha una estrategia casi militar para mantener alejados a los periodistas que desean revivir su pasado cuando, entre los a?os 1961-1963, ella viv¨ªa en Washington y era una de las mujeres m¨¢s deseadas del exclusivo local Quorom Club de Washington
Gracias a una indiscreta entrevista concedida por el ex pol¨ªtico dem¨®crata estadounidense Bobby Baker a la revista Politico Magazin, en el mes de noviembre pasado, el nombre de Ellen Rometsch recuper¨® la actualidad perdida con los a?os y los lectores de la prensa germana pudieron enterarse de que la mujer hab¨ªa sido la ¨²ltima amante que tuvo John F. Kennedy, una aventura que qued¨® registrada en los archivos del famoso FBI.
En la entrevista, el ex pol¨ªtico de 85 a?os revela que Ellen Rometsch era m¨¢s hermosa que Elisabeth Taylor y que amaba, por sobre todas las cosas, el ¡°sexo oral¡±. ¡°Ella visit¨® varias veces la Casa Blanca¡±, confiesa el anciano que se atribuye la primicia de haber sido la persona que hizo posible los encuentros amorosos entre la hermosa alemana y el m¨¢s mujeriego de los presidentes que haya tenido nunca Estados Unidos.
¡°Despu¨¦s del primer encuentro, el presidente me llam¨® por tel¨¦fono y casi euf¨®rico me dijo: ¡®Ha sido la mejor relaci¨®n sexual que jam¨¢s he tenido", cont¨® el expol¨ªtico, que dirig¨ªa con una rara mezcla de oportunismo, discreci¨®n y ¨¦xito, el club que era visitado por la flor y nata del mundo pol¨ªtico de Washington.
No fue todo. Seg¨²n Bobby Baker, la belleza alemana cuyas medidas ¡ª 88-63-55¡ª hac¨ªan suspirar a sus clientes, tambi¨¦n tuvo sexo oral con el a?os despu¨¦s fue presidente Gerald Ford. Era la ¨¦poca en que el republicano intentaba llegar a la cumbre del poder pol¨ªtico. ¡°Ten¨ªa problemas con su mujer, que era drogadicta¡±, cuenta Baker.
Las revelaciones de Bobby Baker, que entre los a?os 1961-63 ejerci¨® el cargo de secretario de la fracci¨®n dem¨®crata del Senado y era conocido como ¡°el senador n¨²mero 101¡±, gracias a sus contactos con el poder, revivieron el pasado de la hermosa y misteriosa Ellen Rometsch. Una mujer que durante su estancia de dos a?os en Washington, enloqueci¨® a los pol¨ªticos y despert¨® la curiosidad del FBI, que la puso bajo vigilancia ante el temor de que fuera una peligrosa esp¨ªa de la ex RDA.
En el verano de 1963, el director del FBI, el poderoso y temido J. Edgard Hoover visit¨® a Robert Kennedy y le dijo: ¡°Tenemos informaci¨®n de que no solo su hermano, el presidente, sino muchos otros (pol¨ªticos) tienen relaciones con una mujer que est¨¢ bajo sospecha de ser una esp¨ªa de la inteligencia sovi¨¦tica. Alguien que est¨¢ relacionada con la inteligencia de la RDA¡±.
Verdad o mentira, el resultado del encuentro entre el director de FBI y Robert Kennedy tuvo consecuencias devastadoras para Ellen Rometsch. En menos de una semana, la mujer y su esposo, un agregado militar alem¨¢n en la embajada, fueron invitados a abandonar el pa¨ªs. Cuando Ellen Rometsch regres¨® a Alemania, la mujer se refugi¨® en la casa de sus padres y rehus¨® hablar con la prensa, pero su silencio no impidi¨® que los medios germanos crearan una leyenda en torno a su vida.
La biograf¨ªa oficial de Ellen Rometsch se?ala que naci¨® el a?o 1936 en Kleinitz una peque?a localidad que pas¨® a formar parte, despu¨¦s del fin de la guerra, de la RDA. En 1955 emigr¨® a Alemania Occidental y se cas¨®, en segundas nupcias con Rolf Rometsch un oficial del ej¨¦rcito alem¨¢n, que fue enviado a Washington en 1961.
La biograf¨ªa paralela invent¨® una imagen m¨¢s rom¨¢ntica y adecuada a la guerra fr¨ªa. La hermosa Ellen habr¨ªa contra¨ªdo matrimonio con el oficial alem¨¢n para poder tener acceso a informaci¨®n privilegiada. En Washington no tard¨® en convertirse en una deseada invitada en el famoso Quorum Club, una actividad que despert¨® las sospechas del FBI y acab¨® con su matrimonio.
El FBI nunca pudo probar que la hermosa alemana hubiera sido agente de la STASI, pero su silencio en torno a los dos a?os que vivi¨® en la capital de Estados Unidos, convirtieron a Ellen Rometsch en una leyenda cuya fama parec¨ªa extinguirse con el tiempo. En la ¨²nica entrevista que concedi¨® a un medio alem¨¢n (Stern) en 1964, la supuesta esp¨ªa confes¨® que jam¨¢s hab¨ªa trabajado para la STASI, una afirmaci¨®n que fue confirmada por el m¨¢s famoso jefe de esp¨ªas de la RDA, el legendario Markus Wolff, quien revel¨®, despu¨¦s de la ca¨ªda del muro, que la ¨²ltima amante de Kennedy jam¨¢s hab¨ªa trabajado para ¨¦l.
Puede ser cierto, ya que Ellen Rometsch, la hermosa alemana que enloqueci¨® al presidente y a decenas de senadores estadounidenses, volvi¨® a contraer matrimonio con su segundo esposo, el oficial del ej¨¦rcito alem¨¢n, con quien vive en las cercan¨ªas de Bonn. Fiel a su costumbre de defender la intimidad de su pasado, la mujer rechaz¨® hablar nuevamente con la prensa para confirmar o desmentir su relaci¨®n sexual con el famoso John F. Kennedy.
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