El peligroso control de la informaci¨®n
El rastreo estatal de los datos contribuir¨¢ a crear un mundo m¨¢s despiadado
Hace no demasiados a?os, un aut¨®crata decidido pod¨ªa ejercer un control casi total de la informaci¨®n dentro de las fronteras de su pa¨ªs. Pod¨ªa impedir que sus s¨²bditos se comunicaran con el mundo exterior o incluso, en la mayor¨ªa de los casos, entre s¨ª. Hoy los ciudadanos tienen a su alcance tecnolog¨ªa m¨®vil de comunicaciones que les permite transmitir ideas e informaciones a trav¨¦s de las fronteras, tanto internas como externas. La televisi¨®n por sat¨¦lite, los tel¨¦fonos m¨®viles con c¨¢maras, Facebook, YouTube y Twitter descentralizan la informaci¨®n y dan poder al individuo.
Pero esta es una batalla pasada. En 2014, la guerra por el control de las comunicaciones y la informaci¨®n iniciar¨¢ una nueva fase. Los Estados est¨¢n aprendiendo que es m¨¢s eficaz usar el flujo de informaci¨®n que bloquearlo, y los Gobiernos est¨¢n contrarrestando la revoluci¨®n en las tecnolog¨ªas de la comunicaci¨®n con una ¡°revoluci¨®n de los datos¡± que permite a las autoridades pasar de la defensa al ataque en su combate contra las supuestas amenazas.
En pocas palabras, los datos de tr¨¢fico y el contenido producidos por los correos electr¨®nicos, las b¨²squedas y las compras en Internet y las firmas electr¨®nicas de todos los mensajes y tuits que recorren el mundo pueden acumularse al momento y almacenarse en un lugar central. Quienes tienen acceso a esos datos disponen de algo extraordinariamente valioso.
En el pasado, casi todos estos datos estaban en manos de grandes empresas (sobre todo occidentales), que los empleaban para ganar dinero. Cada anuncio que se nos abre en una ventana nos recuerda que los datos que generamos revelan cosas de nosotros y ayudan a los que los aprovechan a dirigirnos publicidad personalizada. El predominio de Google en el ¨¢mbito de las b¨²squedas convierte a este motor en una enorme fuente de ingresos publicitarios. Facebook es una reserva con un volumen de informaciones sobre intereses y preferencias personales jam¨¢s visto en la historia. En cierto sentido, los verdaderos clientes de Facebook son los anunciantes, y los m¨¢s de 1.000 millones de usuarios son su producto.
Todos los gobiernos consideran cada vez m¨¢s importante expiar a sus ciudadanos
A medida que nuestra utilizaci¨®n de estos sitios revela m¨¢s datos de c¨®mo somos, el an¨¢lisis de datos se ha convertido en objeto de mucho m¨¢s inter¨¦s, y no solo para las empresas que quieren adquirir cuota de mercado. Proporcionar tantos datos a quienes nos tratan como consumidores puede poner en peligro nuestra privacidad. Pero transmitir esa informaci¨®n a los Gobiernos es otra cuesti¨®n muy distinta.
Cada Gobierno intentar¨¢ usar ese material a su manera. Habr¨¢ diferencias de opini¨®n entre los pa¨ªses desarrollados y los emergentes sobre el uso que debe darse a esta informaci¨®n, pero todos son vulnerables a los abusos de poder, y, a medida que sea mayor la implicaci¨®n de los Estados en la obtenci¨®n de datos, las autoridades querr¨¢n tener el m¨¢ximo control de todo lo que opinen que puede ser relevante para lo que ellos consideran seguridad nacional.
Google ha sufrido m¨²ltiples ataques contra las cuentas de gmail de presuntos disidentes en China, unos ataques orquestados (o al menos aprobados) por las autoridades del pa¨ªs. Y las revelaciones sobre el amplio programa de vigilancia en Estados Unidos, creado por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) para reunir informaci¨®n sobre extranjeros que utilizan populares servicios de Internet nos recuerda que son Gobiernos de todo tipo los que recogen datos para luchar contra todo tipo de supuestas amenazas.
En todo el mundo ha comenzado la guerra entre una revoluci¨®n de las comunicaciones que da poder al individuo y una revoluci¨®n de los datos pensada para proteger los intereses del Estado. Este enfrentamiento se libra de distintas formas. No todos los pa¨ªses son eficaces a la hora de extraer datos; algunos son tan malos en esto como en otras ¨¢reas del Gobierno.
Pero los Gobiernos m¨¢s grandes y m¨¢s eficientes tienen mucho m¨¢s ¨¦xito, aunque, como demuestra la decisi¨®n del exempleado de la CIA Edward Snowden de denunciar el programa de vigilancia de la NSA, el espionaje de Estado puede ser un secreto tan dif¨ªcil de guardar como cualquier otro.
Tanto los Gobiernos autoritarios como los democr¨¢ticos consideran cada vez m¨¢s importante desarrollar la capacidad de espiar a sus ciudadanos. Muchos de esos Gobiernos exigen que las empresas que invierten en sus econom¨ªas les ayuden a alcanzar sus objetivos; en caso contrario, perder¨¢n cuota de mercado frente a otras empresas que s¨ª lo hagan.
De ah¨ª que Internet y el gobierno de la Red est¨¦n pasando de ser un sector de c¨®digo abierto e impulsado desde abajo a ser un sector estrat¨¦gico y dirigido desde arriba. Internet se fragmentar¨¢ cada vez m¨¢s en 2014, las empresas nacionalistas y pol¨ªticamente leales ser¨¢n m¨¢s dominantes en sectores centrados en los datos en las econom¨ªas clave del mundo y los costes de hacer negocios aumentar¨¢n. A medida que la seguridad inform¨¢tica sea cada vez m¨¢s vulnerable y el control del ciberespacio ofrezca m¨¢s oportunidades econ¨®micas, el problema no har¨¢ sino aumentar.
Se dice que ¡°en Internet, nadie sabe si eres un perro¡±. Ahora los Gobiernos saben qu¨¦ clase de perro soy, cu¨¢ndo salgo a pasear y cu¨¢l es mi marca favorita de comida para perros. En 2014, los Estados intervendr¨¢n cada vez m¨¢s en el control de datos y eso contribuir¨¢ a crear un mundo despiadado.
Ian Bremmer es fundador y presidente de Eurasia Group. Su ¨²ltimo libro, Every nation for itself: winners and losers in a G-Zero world. Este art¨ªculo describe uno de los mayores riesgos para 2014, una lista elaborada por Eurasia Group. Para leer la lista completa, visitar www.eurasiagroup.net.
Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
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