Jes¨¦ cosecha otra ovaci¨®n
El canterano destaca con su juego desequilibrante y un gol en un Madrid empantanado en el terreno de Osasuna El Bernab¨¦u le despide agradecido cuando se retira lesionado
El Madrid domin¨® a Osasuna pero no consigui¨® liquidar la eliminatoria y deber¨¢ viajar a El Sadar con todos los recaudos. Acab¨® exhausto el equipo navarro de tanto bascular, cerrar y ayudar, fabricando una trama que el Madrid no desmantel¨® f¨¢cilmente. Carlo Ancelotti, el t¨¦cnico, prefiri¨® dejar a Di Mar¨ªa en el banquillo, alej¨¢ndolo de pol¨¦micas con el p¨²blico. En su lugar jug¨® Bale, que pas¨® pr¨¢cticamente desapercibido. Medroso y despistado ante un escenario en el que casi no hab¨ªa por d¨®nde correr. Un escenario en el que s¨ª destacaron Benzema y Jes¨¦, que se retir¨® lesionado y se llev¨® la gran ovaci¨®n de la noche. El p¨²blico, deseoso de exaltar a las figuras del semillero, despidi¨® al chico agradecido por su partido y por su gol. El 2-0 es important¨ªsimo a la vista de la vuelta en Pamplona.
REAL MADRID, 2; OSASUNA, 0
Real Madrid: Casillas, Arbeloa, Pepe, Ramos, Marcelo; Illarramendi (Casemiro, m. 87), Modric; Bale, Jes¨¦ (Isco, m. 70), Cristiano; y Benzema (Morata, m. 80). No utilizados: Diego L¨®pez; Carvajal, Nacho y Di Mar¨ªa.
Osasuna: Riesgo; Oier, Miguel Fla?o, Arribas, Dami¨¢; Silva (Pu?al, m. 58), Loe; Cejudo (Bertr¨¢n, m. 79), De las Cuevas (Jos¨¦ Garc¨ªa, m. 68), Roberto Torres; y Oriol Riera. No utilizados: Andr¨¦s Fern¨¢ndez, Satr¨²stegui, Loties y Oriol.
Goles: 1-0. M. 17. Benzema. 2-0. M. 59. Jes¨¦.
?rbitro: P¨¦rez Montero. Amonest¨® a Jes¨¦, Oier y Marc Bertr¨¢n.
65.000 espectadores en el Santiago Bernab¨¦u.
Osasuna plante¨® la clase de partido que m¨¢s problemas crea al Madrid. El conjunto blanco ha presumido durante tanto tiempo de sus velocistas, de su despliegue en los grandes espacios, de la capacidad de concretar en pocos toques, que los rivales le han ido fabricando un modelo a medida. Consiste en reducir espacios. De la manera m¨¢s rudimentaria, a veces. Se repliegan, juntan dos l¨ªneas delante del ¨¢rea, mantienen a sus laterales pegados como lapas a los extremos (Cristiano, Bale, Di Mar¨ªa¡), y obligan al Madrid a hacer aquello que no desarrolla con naturalidad desde hace a?os. Los hombres como Cristiano y Bale no est¨¢n habituados a participar en jugadas largamente elaboradas. Se sienten bastante inc¨®modos cuando deben llevar el bal¨®n pegado al pie, tirar paredes, o moverse sin pelota y frente a m¨²ltiples marcadores no les queda otra alternativa. Por ah¨ª comienzan las dificultades para este Madrid gestado con Mourinho que ahora Ancelotti intenta reformar. Lo saben todos los t¨¦cnicos de Espa?a y Javi Gracia es uno de los m¨¢s expertos en la materia.
Osasuna solo recibi¨® el primer gol a la salida de una jugada a bal¨®n parado, materia en la que encabeza las listas de equipos vulnerables. Fue una falta lateral botada por Modric, que Benzema cabece¨® con sutileza de artesano. El franc¨¦s se elev¨® en la l¨ªnea del ¨¢rea chica sobre Lo¨¦ y Arribas antes de marcar, frente a un portero, Riesgo, que prefiri¨® quedarse bajo los palos.
Lejos de sentirse apremiado por el gol, Osasuna persever¨® en su idea. Se pertrech¨® en su campo y dej¨® que el Madrid administrara la pelota a la espera de un error. Arribas y Fla?o parec¨ªan vivir en un orden de calma. Riesgo apenas interven¨ªa. Illarra y Modric mov¨ªan la pelota de rinc¨®n a rinc¨®n, juntando gente en la empresa. El Madrid llegaba con muchos hombres pero no descubr¨ªa ocasiones n¨ªtidas y encallaba en los ¨²ltimos metros. Por ah¨ª el equipo ech¨® en falta las viejas subidas de Marcelo, quiz¨¢ porque nadie en esta plantilla es capaz de driblar en una baldosa como hace el brasile?o. Marcelo, sin embargo, se mostr¨® prudente, demasiado atento a Cejudo. Demasiado desinteresado en colaborar con el pelot¨®n de atacantes, en donde destac¨® Jes¨¦.
Jes¨¦ fue el jugador m¨¢s desequilibrante del Madrid en la primera parte y despu¨¦s del descanso no perdi¨® cualidades. Su repertorio de desmarques y juego de combinaci¨®n arroj¨® sombra sobre sus compa?eros de l¨ªnea, brindando a Benzema y Cristiano un amplio repertorio de salidas. Jes¨¦ apoya a sus compa?eros lo mismo que exige a los defensas porque posee una mezcla de agudeza y potencia que le permite avanzar hacia la porter¨ªa con mucha frecuencia. En una de esas estuvo a punto de provocar un penalti, y cuando el partido parec¨ªa estancado en el campo de Osasuna apareci¨® para apuntalar el segundo gol. Los defensas de Osasuna se enredaron y Benzema se les anticip¨® antes de jugar para Cristiano, que, a su vez, encontr¨® a Jes¨¦. El canario se movi¨® al punto exacto: lejos del control de los defensas y perfilado para emplear el interior de su pie derecho. El arma letal. Fue gol.
Oier dispuso de una ocasi¨®n n¨ªtida para proporcionarle a Osasuna el gol que precisaba. Mand¨® el tiro fuera. Fue la ¨²nica oportunidad del equipo visitante, incapaz de aprovechar sus avances. El m¨¦rito fue principalmente de la defensa del Madrid, que respondi¨® con seriedad. No hubo distracciones en las coberturas, bien interpretadas por Illarra y Modric, metidos en labores a las que no han estado acostumbrados. El equipo no se parti¨® como otras veces y por ah¨ª el Madrid se afirm¨® en una eliminatoria que encauz¨® pero no logr¨® finiquitar.
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