Crimen en Venezuela

Venezuela acaba de ofrecer el ejemplo de un Gobierno arrollado por la realidad. De nada han servido los afanes de Nicol¨¢s Maduro (como antes los de su mentor, Hugo Ch¨¢vez) por ocultar las cifras galopantes de criminalidad, incluida la censura a los medios de comunicaci¨®n. El asesinato de una popular actriz y exreina de belleza, en un asalto que provoc¨® adem¨¢s la muerte de su pareja y heridas a su hija de cinco a?os, ha puesto patas arriba la estrategia oficial de silenciar la inseguridad.

Dif¨ªcilmente se puede ¡°evitar la zozobra¡± de la poblaci¨®n ¡ªexcusa peregrina para la opacidad¡ª cuando Venezuela se ha convertido en la ¨²ltima d¨¦cada en uno de los cinco pa¨ªses m¨¢s violentos del mundo, con una tasa de homicidios que triplica la de naciones castigadas por el narcotr¨¢fico o el conflicto armado, como M¨¦xico o Colombia. Casi 70 personas fueron asesinadas cada d¨ªa en 2013. A ello hay que sumar la epidemia de asaltos y secuestros cotidianos, alentados por la corrupci¨®n policial y la impunidad m¨¢s escandalosa. Si, como se sospecha, el chavismo quiso ganarse la lealtad de las bandas para usarlas como fuerza de choque contra la ¡°burgues¨ªa¡± ¡ªdel mismo modo que ha venido armando a las ¡°milicias bolivarianas¡±¡ª, la estrategia le ha salido muy cara al pa¨ªs. Ayer mismo el presidente anunci¨® la dimisi¨®n de todos sus ministros para ¡°facilitar¡± la remodelaci¨®n del Gabinete, aunque habr¨¢ que esperar para ver el alcance de los cambios.

El clamor desatado por la tragedia de M¨®nica Spear, en la que tantos venezolanos se han visto reflejados, ha provocado algo que parec¨ªa imposible: que Maduro intente consensuar con gobernadores y alcaldes de la oposici¨®n una estrategia de seguridad para los municipios m¨¢s peligrosos. Muchos desear¨ªan que el in¨¦dito apret¨®n de manos de ayer entre el presidente y el l¨ªder opositor, Henrique Capriles, gobernador de Miranda, sirviera para apaciguar el clima pol¨ªtico, pero eso es poco probable.

En las ¨²ltimas semanas, Maduro ha acelerado la ¡°radicalizaci¨®n de la revoluci¨®n¡±, es decir, la cubanizaci¨®n de Venezuela: ha incrementado el poder financiero de las Fuerzas Armadas con un banco y una constructora; ha reforzado el control de precios y la intervenci¨®n en los comercios ¡ªcon el vano prop¨®sito de reducir una inflaci¨®n del 56%¡ª y ha alardeado del seguimiento al que tiene sometidos a los ciudadanos, al hacerse p¨²blica una lista con los detalles de las vacaciones navide?as de una treintena de pol¨ªticos, periodistas y empresarios.