Agag se pone las pilas

Uno de los regalos que m¨¢s envidia despert¨® en quien escribe estas l¨ªneas fue un Porsche 911 el¨¦ctrico de color rojo que le cay¨® por Navidad a un compa?ero de clase en el ¨²ltimo curso de p¨¢rvulos. Ning¨²n triciclo era capaz de igualar la respuesta en la arrancada de aquel aparato, que sin embargo era tan mol¨®n como ef¨ªmero: en una hora, las bater¨ªas se vaciaban y obligaban al conductor a aparcar su b¨®lido y volver a la cruda realidad del resto de la clase, o sea, a darle a los pedales. Tres d¨¦cadas despu¨¦s, el tir¨®n de aquel juguete entre los mocosos es parecido al que tienen los coches el¨¦ctricos en las grandes ciudades, donde cada vez proliferan m¨¢s. Siempre al quite, Alejandro Agag, yerno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, se ha embarcado en el primer campeonato de coches el¨¦ctricos a nivel mundial, el F¨®rmula E.

Agag (Madrid, 1970) trabaj¨® como ayudante de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Despu¨¦s fue elegido eurodiputado y, en 2000, secretario general del Partido Popular Europeo. En 2001 dej¨® la pol¨ªtica por los negocios y en 2002 se cas¨® con Ana Aznar, hija del expresidente.

Su v¨ªnculo con las carreras viene de cuando medi¨® para que Telecinco se hiciera con los derechos televisivos del Mundial de F-1 (2004). A partir de entonces, su relaci¨®n con Adri¨¢n Campos, primero, y Flavio Briatore, despu¨¦s, le dio impulso y le permiti¨® hacerse con el control de la escuder¨ªa Addax, en la categor¨ªa de plata (GP2). Ahora, Agag se ha vuelto a poner las pilas y, si los plazos se cumplen, el estreno de su nuevo proyecto se producir¨¢ en Pek¨ªn el 13 de septiembre.

¡°Puede que est¨¦ chapado a la antigua, pero no creo que me enganche a un campeonato en el que los coches no hagan ruido¡±. El autor de esta frase es Sebastian Vettel, cuatro veces campe¨®n del mundo de F-1. Los impulsores de la F¨®rmula E son muy conscientes del error de c¨¢lculo que supondr¨ªa intentar competir con Bernie Ecclestone, con quien Agag mantiene una buena amistad ¡ªfueron socios en la adquisici¨®n del equipo de f¨²tbol Queens Park Rangers¡ª. De hecho, se han tenido en cuenta los principales males que afectan a la F-1 para tratar de no repetirlos, como la extrema influencia aerodin¨¢mica.

Para empezar, los monoplazas ser¨¢n todos iguales el primer a?o y no se permitir¨¢ ning¨²n desarrollo ni evoluci¨®n, mientras que a partir de 2015 cada equipo podr¨¢ incorporar elementos propios o de otros proveedores. El prototipo en cuesti¨®n se ha bautizado como Spark-Renault SRT_01E, ha sido presentado esta semana en Las Vegas e incorpora componentes de varias marcas de primer nivel como Dallara, McLaren, Williams o Renault. Cada una de las 10 pruebas de este primer calendario (ampliable hasta un m¨¢ximo de 16), que incluye ciudades como Montecarlo, Los ?ngeles y Berl¨ªn, se concentrar¨¢ en una sola jornada, el s¨¢bado, con una sesi¨®n de ensayos libre, la cronometrada y la carrera. Se ha decidido repartir todas las citas entre septiembre y junio, a imagen de lo que ocurre con las ligas de f¨²tbol, para hacerlo compatible con el resto de cert¨¢menes y llenar de contenido un hueco que hab¨ªa hasta ahora. Ah¨ª emerge la figura de Rupert Murdoch, que ha firmado un acuerdo con Agag para retransmitirlo en EE UU y casi 90 pa¨ªses m¨¢s.

Quien a continuaci¨®n explica en qu¨¦ punto est¨¢ el asunto es Jaume Sallar¨¦s, director de mercadotecnia y operaciones del tinglado, que se ha pasado los ¨²ltimos a?os como asesor de Checo P¨¦rez en la F-1: ¡°Todo se basa en la ecuaci¨®n entre rendimiento y sostenibilidad. Queremos que sea lo m¨¢s sostenible posible en todos los sentidos¡±. Eso explica que, por ejemplo, los coches calcen el mismo juego de neum¨¢ticos en cada evento e independientemente del estado de la pista (en seco o en mojado). Otra particularidad es que el rendimiento de los coches ir¨¢ de m¨¢s a menos con el paso de las vueltas, a medida que la bater¨ªa se vaya agotando, al rev¨¦s de lo que ocurre en la F-1.

Al margen de los detalles t¨¦cnicos y normativos, los indicios que llevan a pensar que la cosa saldr¨¢ bien pasan por el inter¨¦s de los constructores, que dispondr¨¢n de un ecosistema en el que evolucionar sistemas para incorporarlos a los modelos de serie en un futuro. Eso es, exactamente, lo que necesitan los actuales veh¨ªculos el¨¦ctricos, cuyo principal handicap es su poca autonom¨ªa. Audi, por ejemplo, participar¨¢ a trav¨¦s de su preparador ABT. La marca de los aros ha optado por esta f¨®rmula por una raz¨®n muy sencilla: el primer prototipo, id¨¦ntico para todos, no equipa ninguna de sus piezas, a la espera de poder meterle mano el a?o siguiente y rebautizarlo. La F¨®rmula E nace en un contexto econ¨®mico cuando menos delicado. Sin embargo, su viabilidad parece segura. La inyecci¨®n de recursos inicial la hizo el empresario valenciano Enrique Ba?uelos, aunque hace poco, en una segunda fase, entraron nuevos inversores del calibre de Wyc Grousbeck, copropietario de los Boston Celtics, de la NBA, y accionista de los San Francisco 49ers, de la NFL.