10 fotosM¨¦xico-EE UU: la senda tenebrosaFabio Cuttica, finalista en el XVII Premio Luis Valtue?a de M¨¦dicos del Mundo, retrata la odisea de los migrantes de M¨¦xico a EE UU 16 ene 2014 - 13:52CETWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceHuixtla, Estado de Chiapas. Una pareja de migrantes de origen centroamericano caminan siguiendo la v¨ªa ferroviaria cerca de Huixtla, para llegar a la peque?a ciudad de Arriaga donde podr¨¢n subirse al tren de mercanc¨ªas que los llevar¨¢ hacia el norte. Muchos migrantes de origen centroamericano ¨Cen su mayor¨ªa hondure?os y guatemaltecos¨C, una vez que ingresan en M¨¦xico, deciden recorrer a pie los 250 kil¨®metros que separan la ciudad fronteriza de Tapachula de Arriaga. Este trayecto est¨¢ lleno de peligros representados por la polic¨ªa de migraci¨®n, asaltos, secuestros y violaciones por parte de bandas organizadas. Es el comienzo del largo camino y en muchos casos el mas dif¨ªcil. Esta imagen la realic¨¦ durante uno de mis primeros viajes al sur de M¨¦xico, aun no sab¨ªa que de alguna manera tambi¨¦n para m¨ª era el principio de un largo camino que me llevar¨ªa muchas a veces al sur de M¨¦xico para realizar el proyecto 'Dark Passge'.FABIO CUTTICAMexicali, Estado de Baja California. Un grupo mexicanos reci¨¦n deportados de EE UU llegan al 'Hotel Migrante' en el centro de Mexicali, a unos 300 kil¨®metros de Tijuana, en busca de un refugio seguro. Entran al comedor, todav¨ªa cargando sus mochilas con las pocas pertenencias personales que pudieron traer. La mirada perdida es algo com¨²n en ellos. Llegu¨¦ all¨ª con la idea de contar este drama y c¨®mo el 'Hotel Migrante' se hab¨ªa convertido en s¨ªmbolo de esta situaci¨®n. Este hotel abandonado fue transformado por un grupo de activistas en un refugio para los mexicanos que han sido expulsados de EE UU. Durante mis d¨ªas all¨ª escuch¨¦ muchas historias y entend¨ª que para muchos de ellos la condici¨®n de deportados se convierte en un limbo del cual no logran salir. Sin poder volver a EE UU, su hogar, y sin ning¨²n inter¨¦s en regresar a sus lugares de origen en M¨¦xico, se quedan vagando por las ciudades fronterizas esperando una oportunidad para cruzar de nuevo.FABIO CUTTICAIxtepec, Estado de Oaxaca. En el albergue 'Hermanos en el camino', un hombre le reza a la virgen de Guadalupe antes de seguir su viaje hacia el norte. Los trenes de carga provenientes de Arriaga paran en esta peque?a ciudad y los migrantes que viajan en ellos se tienen que bajar para cambiar de tren. Durante la espera, se alojan en este albergue fundado por el padre Alejandro Solalinde, un luchador incansable. Es incre¨ªble c¨®mo estos refugios, la mayor¨ªa manejados por congregaciones religiosas, se han convertido en pocos a?os en estructuras cada d¨ªa m¨¢s grandes, funcionales e importantes, donde los migrantes pueden descansar, alimentarse, comunicarse con sus hogares, curar sus heridas y hasta protegerse del crimen organizado. Para mi trabajo estos puntos fueron muy importantes. En ellos tuve el primer contacto con grupos de migrantes, pude hablarles de mi trabajo y establecer una relaci¨®n de confianza para luego emprender junto a ellos el viaje hacia el norte. Al entrar en los albergues despu¨¦s de cada etapa de traves¨ªa existe una sensaci¨®n de paz, tranquilidad, protecci¨®n, seguridad.FABIO CUTTICARio Suchiate, Estado de Chiapas. El R¨ªo Suchiate es la frontera natural entre Guatemala y M¨¦xico. Cada d¨ªa es atravesado por centenares de migrantes provenientes de Guatemala, Honduras, Nicaragua y El Salvador. El caudal baja mucho durante la estaci¨®n seca y es posible cruzarlo a pie si se conoce bien la ruta. As¨ª lo hicieron Juan Carlos y Edwin, de Honduras. Apenas cruzaron el r¨ªo pude conversar con ellos. Me contaron que ten¨ªan miedo de ser atrapados por la 'migra'. En general, hay desconfianza hacia las autoridades mexicanas y apenas entran en M¨¦xico se sienten amenazados por todos. Antes de irme y dejarles seguir su camino les tome una fotograf¨ªa que se me qued¨® grabada m¨¢s que otras. En ella, ambos, todav¨ªa cansados y sin cambiarse de ropa, permanecen de pie en la orilla mientras miran hacia el lado guatemalteco. Cada vez que recuerdo esa imagen trato de imaginar qu¨¦ pensaban en ese momento, una pausa con muchos sentimientos, una despedida de lo que dejan atr¨¢s, seguramente sus familias, sus amigos, que termina con una bocanada de aire para reincorporarse y seguir adelante.FABIO CUTTICAIrapuato, Estado de Guanajuato. Un hombre envuelto en un bolsa de pl¨¢stico se protege del del frio y trata de descansar (eran las cinco de la madrugada) mientras viaja en el techo del tren de carga conocido como 'la Bestia' por los peligros que se enfrentan cuando se viaja en ¨¦l. Los trenes de mercanc¨ªas son los mas utilizados por los migrantes como medio de transporte para desplazarse hacia el norte de M¨¦xico. Viajar en ellos es muy peligroso. El riesgo de caerse o ser asaltado es muy alto. Desde 2010 recorr¨ª varias rutas en trenes. Es un viaje duro, tanto por los peligros como por las condiciones clim¨¢ticas y la falta de comida y agua. Aunque el miedo por lo que me pod¨ªa pasar siempre me acompa?¨®, la incre¨ªble relaci¨®n que establec¨ª con muchos de los migrantes, mis compa?eros de viaje, me permiti¨® sentirme seguro, protegido. Compartir mis historias, y ellos las suyas conmigo, es probablemente lo mas valioso de este proyecto.FABIO CUTTICACada a?o un grupo de familiares, la mayor¨ªa mujeres de El Salvador, Honduras, Nicaragua y Guatemala, recorre M¨¦xico en busca de sus allegados desaparecidos durante su viaje hacia el norte. En esta imagen, Alicia me muestra una peque?a fotograf¨ªa de su esposo, Miguel ?ngel. Era 2012 y durante dos semanas acompa?¨¦ a 62 familiares de desaparecidos. Visitamos albergues, estaciones de tren, hablamos con las autoridades y ellas mostraban fotograf¨ªas de sus familiares por calles y plazas de todas las ciudades en busca de informaci¨®n. Fueron d¨ªas intensos y llenos de emociones. Compartir el camino con estas mujeres extraordinarias me mostr¨® el fen¨®meno de la migraci¨®n desde otra perspectiva, desde la dif¨ªcil situaci¨®n que viven ¡°los que se quedan¡± esperando una comunicaci¨®n, un ¡°ya llegu¨¦ a Estados Unidos¡±. Son hermanos, madres, esposas, que aunque hayan pasado muchos a?os no pierden la esperanza de volver a abrazar a sus seres queridos. Al volver de este viaje, lo primero que hice fue llamar a mi madre en Italia.FABIO CUTTICACoatzcoalcos, Estado de Veracruz. En un peque?o albergue para migrantes ubicado en un iglesia en la periferia de la ciudad de Coatzacoalcos, una familia de origen hondure?o descansa durante su viaje hacia Estados Unidos. Era la primera vez que hac¨ªan este viaje. Originarios de la ciudad de San Pedro de Sula, quer¨ªan llegar a Houston, donde resid¨ªa un hermano. Las dif¨ªciles condiciones econ¨®micas y los altos indices de criminalidad obligan a miles de hondure?os a dejar sus hogares para migrar hacia EE UU. En estos ¨²ltimos a?os he podido observar como el n¨²mero de menores de edad que viajan solos o acompa?ados hacia el norte ha ido aumentando a?o tras a?o. El pasado mes de octubre de 2013, cuando realic¨¦ el ¨²ltimo de mis viajes a la zona, qued¨¦ impresionado de lo dif¨ªcil que era encontrar migrantes mayores de 21 a?os en el albergue de Arriaga.FABIO CUTTICATierra Blanca, Estado de Veracruz. Un hombre descansa sentado en las v¨ªas en la estaci¨®n de Tierra Blanca mientras espera del pr¨®ximo tren de mercanc¨ªas que lo llevar¨¢ m¨¢s al norte. Al principio pens¨¦ que era un migrante m¨¢s, pero conversando con ¨¦l, supe que era un 'pollero'. Un gu¨ªa pagado para desvelar los caminos m¨¢s seguros. Tierra Blanca, paso obligado para los migrantes que viajan en 'la Bestia', se ha convertido en una de las zonas m¨¢s peligrosas. Las bandas del crimen organizado que controlan esta parte del pa¨ªs- en muchos casos con la colaboraci¨®n de las autoridades mexicanas-, ven a los migrantes como ¡°mercanc¨ªa¡± para trata o como objetos de asaltos, secuestros y violaciones. El temor y la inseguridad al cruzar esta zona del pa¨ªs es algo que se siente en cada momento. Salir del Estado de Veracruz sin haber tenido alg¨²n problemas es considerado por muchos un verdadero milagro.FABIO CUTTICAEstado de Veracruz. Carmen, originaria de Honduras, viaja junto con su hija de tres a?os, Jenny, en la parte inferior de un tren de carga. Quiere llegar a la ciudad al norte de M¨¦xico, Monterrey, en donde una hermana trabaja en una peluquer¨ªa. Carmen espera poder conseguir trabajo en esa ciudad para ahorrar dinero y continuar su viaje hacia Estados Unidos. Junto a ellas, un grupo de migrantes llegamos a Ciudad de M¨¦xico. Desde ah¨ª, muchos tratan seguir su viaje hacia el norte de manera m¨¢s segura utilizando autobuses de linea ya que los controles por parte de la polic¨ªa de migracion son muy pocos. Jenny, la ni?a de tres a?os, se convirti¨® en la hija de todo el grupo. Todos velaban por ella y ayudaban a Carmen en lo que pod¨ªan.FABIO CUTTICAJacum¨¨, Estado de Baja California. Entre el desierto y las monta?as de esta zona de California, se ve el muro de metal como una peque?a linea que se confunde con el horizonte. En un d¨ªa de lluvia y fr¨ªo se ve todav¨ªa m¨¢s misterioso y lejano. Mas de 4.000 kil¨®metros separan este lugar, en la frontera norte de M¨¦xico, del R¨ªo Suchiate, en la frontera sur. Llegar a este lugar es una verdadera odisea para la mayor¨ªa de los migrantes, cruzar el muro es el ultimo reto. Esta imagen siempre la vi como la ¨²ltima de una selecci¨®n de fotograf¨ªas del proyecto 'Dark passage'. Se ve todo tan borroso, tan poco definido, tan lejano y misterioso, que alguna manera es una met¨¢fora del viaje hasta este lugar. Mas all¨¢ de ese peque?o muro al horizonte est¨¢ finalmente Estados Unidos, el fin de este largo y dif¨ªcil camino, el comienzo para muchos de una nueva vida.FABIO CUTTICA