Nada como un buen debate ingl¨¦s

Los laboristas brit¨¢nicos han sido siempre unos socialdem¨®cratas peculiares, capaces de albergar en sus filas a grandes personajes y grandes debates y, a veces, incluso de lanzar propuestas que levantaban formidables pol¨¦micas en toda Europa. Baste recordar la famosa Tercera V¨ªa, de Anthony Giddens y Tony Blair, y su influencia en el alem¨¢n Gerhard Schr?der, por ejemplo. Ahora, los laboristas, en la oposici¨®n, y dirigidos por Ed Miliband, de 44 a?os, un economista que desarroll¨® su carrera junto a Gordon Brown y cuya ajustada victoria en 2010 al frente del partido se interpret¨® como un alejamiento de esa Tercera V¨ªa y un nuevo giro a la izquierda, han lanzado a un programa de grandes reformas econ¨®micas.

Los cr¨ªticos est¨¢n convencidos de que les alejar¨¢n a¨²n m¨¢s del Gobierno, pero sus seguidores las aplauden como verdaderos pasos hacia un aut¨¦ntico cambio. ¡°Hacemos frente a un problema de largo alcance que solo se puede afrontar con cambios de largo alcance en nuestra econom¨ªa¡±, asegur¨® Miliband esta semana.

El l¨ªder de la oposici¨®n brit¨¢nica ¡ªhijo de emigrantes, un profesor marxista de origen belga y una conocida activista de los derechos humanos, nacida en Polonia y superviviente del Holocausto¡ª lanz¨® el pasado viernes un discurso que part¨ªa de una idea: ¡°El Gobierno conservador cree que unos pocos meses con mejores estad¨ªsticas resolver¨¢n esta crisis, pero lo que demuestran es que no tienen la mejor idea de la escala del problema planteado y de las soluciones requeridas¡±.

Los dirigentes pol¨ªticos brit¨¢nicos frecuentemente pronuncian sus discursos ante p¨²blicos universitarios y siempre aceptan preguntas

La crisis, seg¨²n Miliband, trata de la naturaleza del trabajo y del hecho de que sea seguro o precario. El discurso se centr¨®, sobre todo, en su nueva propuesta de reforma del sector financiero. ¡°Por supuesto que los servicios financieros son una importante industria en s¨ª mismos, pero para que se consideren un servicio, la verdad es que han sido unos incre¨ªblemente malos sirvientes de la econom¨ªa real. No desde 2008, sino durante d¨¦cadas. Necesitamos echar nuevas cuentas con nuestro sistema bancario, no por represalia, sino para proceder a su reforma¡±.

De entrada, Miliband promete que si gana las elecciones, en 2015, enviar¨¢ al equivalente brit¨¢nico de la Comisi¨®n Nacional de los Mercados y de la Competencia, el proyecto para crear, al menos, otros dos grandes bancos que rompan el esquema de los actuales ¡°cinco grandes¡± brit¨¢nicos y que aspiren a cubrir un 12% de la actividad bancaria tradicional.

Los dirigentes pol¨ªticos brit¨¢nicos tienen otra peculiaridad, sean conservadores o laboristas: frecuentemente pronuncian sus discursos ante p¨²blicos universitarios y, lo que es a¨²n m¨¢s interesante, siempre aceptan turnos de preguntas. La primera que se le formul¨® a Ed Miliband, tras su intervenci¨®n en la sala de debates de la Universidad de Londres, fue: ¡°?Por qu¨¦ vamos a creer que es usted la persona indicada para hacer ese trabajo, si usted form¨® parte del ¨²ltimo Gobierno laborista, que hizo frente al peor crash bancario en generaciones?¡±. Respuesta: ¡°Porque soy claro respecto a los errores cometidos, por los laboristas y por otros muchos, en el mundo. Y porque soy claro respecto a lo que debe suceder en el futuro. El problema con los bancos viene de d¨¦cadas. Este es el momento de hacer las reformas¡±.

Entre el p¨²blico hab¨ªa tambi¨¦n periodistas. Uno pregunt¨®: ¡°?No corre usted el peligro de meter miedo a la gente?¡±. Respuesta: ¡°Existe un profundo sentimiento de que hay cosas importantes que este pa¨ªs debe cambiar. La gente ha hecho un sacrificio enorme. Lo peor que podr¨ªamos hacer es volver a los negocios como si nada hubiera ocurrido¡±.

La ¨²ltima peculiaridad de los pol¨ªticos brit¨¢nicos es que siempre existe un pu?ado de exc¨¦ntricos. Esta temporada, la cuota la cubren quienes, dentro del Partido Conservador, se definen como ¡°tories rojos¡±. Su l¨ªder, el pensador y te¨®logo Philip Blond, de 47 a?os, se uni¨® r¨¢pidamente a la propuesta laborista: ¡°El discurso de Miliband parece corto de energ¨ªas, pero no hay duda de que su an¨¢lisis tiene raz¨®n. Son las soluciones que hacen falta¡±. Realmente no hay nada como un buen debate ingl¨¦s. solg@elpais.es