?Qu¨¦ buena es tu patrona!
Concentraci¨®n por los derechos laborales de las empleadas de hogar.
Con los tiempos que estamos viviendo, tener trabajo en condiciones dignas se est¨¢ convirtiendo en un privilegio. A toda la ciudadan¨ªa nos afecta, como muestran las cifras. Lo que hace la diferencia entre una familia espa?ola y una familia inmigrante es la extensi¨®n de sus v¨ªnculos pr¨®ximos para apoyarse mutuamente. Para la familia de inmigrantes, son las amigas y amigos que ha podido construir en sus tiempos libres.
Yo nunca hab¨ªa estado desempleada en mi vida profesional y, en este tiempo, he tenido que vivir el paro y ha sido duro, no s¨®lo en lo econ¨®mico sino tambi¨¦n en la estima personal por lo que representa sentirse infravalorado en esta l¨®gica del mercado. Tambi¨¦n considero que todo trabajo es digno y el trabajo dignifica, adem¨¢s de la urgencia de ganarse el pan para cubrir los gastos b¨¢sicos.
As¨ª fue como termin¨¦ de empleada dom¨¦stica. Fui contratada con todas las garant¨ªas laborales, un contrato que inclu¨ªa el derecho a la seguridad social y las dem¨¢s prestaciones de la legislaci¨®n vigente para las trabajadoras dom¨¦sticas (ya injusto por las condiciones de desigualdad con respecto a los dem¨¢s sectores), con una jornada de 40 horas semanales de lunes a viernes y un salario razonable dentro de lo que hay. Mis funciones eran el cuidado de un menor y los oficios de la casa. En todo momento recib¨ª buen trato. Se notaba en esa familia el valor que conced¨ªan al tema de los cuidados, muy gratificante con un menor y con los oficios de la casa, lo m¨¢s desagradecido de los trabajos.
Cuando compart¨ªa con mis amigas que trabajan en este sector, me dec¨ªan ¡°qu¨¦ buena es tu patrona¡±. Es decir, una situaci¨®n justa, que deber¨ªa ser lo normal, se hab¨ªa convertido en un privilegio. Y con mis amigas he experimentado que lo normal en el trabajo dom¨¦stico es tener horarios de m¨¢s de 62 horas a la semana, con una cifra redonda donde t¨² te pagas la seguridad social (con la flexibilizaci¨®n que hizo el PP a la Ley 29/2012). Y ni hablar de la situaci¨®n de las internas, que es m¨¢s dura a¨²n, encontr¨¢ndonos incluso con situaciones de servidumbre.
?No, amigas! Es cuesti¨®n de justicia.
Lo normal son unas relaciones que reconozcan al menos los derechos laborales porque tendr¨ªamos que ver c¨®mo volvemos al tema del reparto equitativo de las tareas en lo cotidiano de las familias, la conciliaci¨®n de la vida familiar y laboral y la ley de dependencia, entre otros. Me refiero a unas relaciones de buen trato marcadas por el respeto, donde se reconozca la val¨ªa del trabajo dom¨¦stico y de los cuidados.
S¨¦ que vivimos tiempos complicados y lo econ¨®mico pesa a la hora del bienestar. Sin embargo, no olvidemos que no podemos perder el sentido de justiciaen estas circunstancias porque es un valor propio de una democracia fuerte que deber¨ªa consolidarse con la promoci¨®n y consolidaci¨®n de los derechos humanos para todos y todas en igualdad de condiciones. Y, como dicen nuestras amigas del Grupo Turing que reivindican la ratificaci¨®n de la Convenio 189 de la OIT: ¡°Desde la lastima, nada; desde la dignidad, todo¡±.
Comentarios
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.