Afecto y fracaso
Jos¨¦ Mar¨ªa de Areilza, nos dijo: "El problema de Espa?a no ser¨¢ Euskadi, ser¨¢ Catalu?a"
Todos hablan de di¨¢logo, pero, como rezaba aquel t¨ªtulo melanc¨®lico de Julio Llamazares, nadie escucha. Y como dice un amigo m¨ªo respecto a esa palabra nadie, ¡°nadie es nadie¡±. Ni Dios escucha.
Una vez le escuch¨¦ decir al entonces presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra, una reflexi¨®n que me pareci¨® simple e inteligente. En ese momento el presidente Aznar, que ten¨ªa un contencioso perist¨¢ltico con el Pa¨ªs Vasco y con sus dirigentes principales, no quer¨ªa ni ver en pintura al lehendakari Ibarretxe. Tanto era ese desapego, a tanto llegaba el desafecto, que jam¨¢s lo llamaba a La Moncloa. Se reun¨ªa con todos, menos con Ibarretxe.
Entonces hizo Rodr¨ªguez Ibarra esta comparaci¨®n: si el presidente de Estados Unidos supiera que ten¨ªa un problema con la General Motors, llamar¨ªa al presidente de la General Motors. Lo mismo ocurrir¨ªa, se imaginaba ¨¦l, si en Alemania fuera la Volkswagen la que estuviera en veremos.
En aquel momento Euskadi era el principal problema de Espa?a, hab¨ªa atentados, detenciones, la realidad era un desastre que requer¨ªa di¨¢logo o entendimiento para buscar, como se dice ahora tanto, la luz al final del t¨²nel. Ahora se ve la luz, aunque a¨²n haya t¨²nel, pero esta es otra historia.
En ese tiempo del que hablaba Ibarra, un grupo de amigos j¨®venes nos sol¨ªamos reunir con un vasco muy prominente, que conoci¨® las distintas experiencias espa?olas, desde la rep¨²blica y la dictadura (a la que sirvi¨®) hasta la democracia, en cuya Transici¨®n jug¨® el papel que le dieron, aunque ¨¦l hubiera querido ser el actor principal. Era don Jos¨¦ Mar¨ªa de Areilza, un hombre imponente, educado, con una memoria que solo conoci¨® desmayo al final de su vida.
En medio del terrible griter¨ªo del norte, que cada d¨ªa se cobraba su cuota de sangre e incertidumbre, ¨¦l nos dijo: ¡°El problema de Espa?a no ser¨¢ Euskadi, ser¨¢ Catalu?a¡±. A nosotros nos pareci¨® ciencia ficci¨®n, pues en aquellos tiempos, en medio de la dif¨ªcil luna de miel democr¨¢tica, los catalanes se entend¨ªan muy bien con los madrile?os, pactaban, se sent¨ªan parte del barco, a veces eran el barco.
Pues bien, la profec¨ªa de Areilza hace rato que se cumpli¨®, y Catalu?a es el problema de Espa?a; es m¨¢s, ya no es, seg¨²n todas las autoridades a las que escucho, el problema catal¨¢n, sino el problema de Espa?a. Espa?a como problema, el cuento de nunca acabar.
Mas les escribe a los mandatarios europeos y no pone en copia a Rajoy. Y este le dice a Gloria Lomana que no piensa llamar a Mas
Para arreglar el problema, ha dicho Mas y dice Rajoy, hay que ponerse a dialogar. Como primera providencia, sin embargo, Mas les escribe a los mandatarios europeos y no pone en copia a Rajoy. Y este le dice a Gloria Lomana en la ya c¨¦lebre entrevista de Antena 3 que no piensa llamar a Mas. Entonces, si uno no escribe y el otro no llama, ?qui¨¦nes van dialogar, Messi y Cristiano Ronaldo, que no son de aqu¨ª, pero uno vive en Barcelona y otro vive en Madrid?
Escuch¨¦ decir el otro d¨ªa, por parte de un alto cargo estatal, que se ha producido un deterioro de los afectos, y tambi¨¦n escuch¨¦, por parte de un notable catal¨¢n, que ¡°si no somos capaces de hacer una unidad hist¨®rica [Espa?a con Catalu?a], habremos fracasado como grupo humano¡±.
Me parece que si alguien sabe que un amigo se va, lo llamar¨ªa por tel¨¦fono y quedar¨ªan a hablar. Que pongan en marcha los afectos, unos y otros, porque si no este tren se descarrila y a muchos, por hablar de afectos, nos dar¨ªa mucha pena.
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