Dentro del gran almac¨¦n de arte del mundo
Cada vez m¨¢s coleccionistas cambian las cajas fuertes de los bancos por espacios donde adem¨¢s de custodiar ¡®picassos¡¯ y ¡®mir¨®s¡¯ puedan exponerlos As¨ª funciona el neoyorquino Mana Contemporary
A 20 minutos del centro de Manhattan se encuentra Mana Contemporary, un centro cultural convertido en b¨²nker que almacena algunas de las principales colecciones de arte del mundo, mientras reparte sus beneficios entre las nuevas generaciones de artistas.
Es el tercer control que atravesamos en apenas cuatro minutos. En el montacargas por el que subimos hasta el ¨²ltimo piso nos acompa?an dos operarios que llevan una gigantesca caja de madera con una etiqueta sobre la que reza Rosenquist (Dakota, EE UU, 1933), el nombre del conocido artista pop art estadounidense, y una direcci¨®n postal de Los ?ngeles. Una de las principales demandas de todo gran coleccionista de arte es la falta de espacio. Las cajas fuertes de los bancos han dejado de ser los ¨²nicos espacios donde custodiar picassos o mir¨®s. Los grandes fil¨¢ntropos ans¨ªan lugares donde adem¨¢s de salvaguardar su colecci¨®n puedan exponerla. En Mana Contemporary, el mayor almac¨¦n de arte del mundo (seg¨²n dicen ellos mismos) y centro cultural de Jersey City, la vanguardia se protege, se expone y est¨¢ vigilada.
Este espacio innovador abri¨® en 2011 de la mano de Eugene Lemay y Yigal Ozeri, dos empresarios y artistas que hicieron fortuna con los demandados y caros storages o lugares de almacenaje en los Estados de Nueva York y Nueva Jersey. En los 400.000 metros cuadrados que tiene el recinto de est¨¦tica industrial, un conjunto de diferentes f¨¢bricas de 1920, se guardan con altas medidas de seguridad y de conservaci¨®n algunas de las mejores colecciones de arte del mundo. A una temperatura de 70 grados Fahrenheit (21 grados cent¨ªgrados), una humedad relativa del 50% todo el a?o, y frente a un circuito cerrado de videovigilancia formado por 40 c¨¢maras de seguridad y sensores de movimiento, all¨ª reposan los tesoros art¨ªsticos hist¨®ricos coleccionistas de arte como el antrop¨®logo y famoso profesor de Harvard Francesco Pellizzi o el artista Ray Smith.
En Mana tambi¨¦n se guard¨® temporalmente y se expuso hace un par de semanas la m¨ªtica colecci¨®n de uno de los nombres esenciales del arte, Billie Milam Weisman, viuda del fil¨¢ntropo Frederick R. Weisman. Su colecci¨®n, formada por m¨¢s de 20.000 piezas, incluyendo una de las m¨¢s completas selecciones de pop art, eligi¨® Mana para airear entre un p¨²blico selecto sus obras maestras, en lo que es un acto habitual de las grandes fortunas y colecciones de arte, la exhibici¨®n privada en lugares casi acorazados. ¡°El ambiente en Mana es muy diferente, se nota que hay un amor absoluto y protecci¨®n hacia el arte¡±, cuenta Billie rodeada de m¨¢s de 20 piezas de Warhol, varios lichtenstein y cerca de 10 operarios que montan su primera exposici¨®n privada en Mana.
Para acceder a la zona de alta seguridad es obligatorio ir acompa?ado del personal del centro. Solo fluorescentes UV iluminan los angostos pasillos. Todas las piezas est¨¢n monitorizadas y el millonario cliente puede acceder a su control diariamente. Pero no solo hay obras de arte almacenadas, tambi¨¦n colecciones de vestidos de alta costura, documentos cinematogr¨¢ficos, piezas de videoarte y un apartado dedicado a la conservaci¨®n y cuidado de botellas de vino centenarias.
Beneficios para j¨®venes. La filosof¨ªa esencial de Mana Contemporary traspasa el negocio del almacenaje de obras, cuya parte de beneficios se destina a la ayuda de futuros creadores que conviven de manera natural con joyas de la historia del arte. ¡°Lo que se gana con las grandes colecciones de arte se reinvierte en los j¨®venes talentos¡±, cuenta Ysabel Pinyol, asistente a la direcci¨®n de arte y una de las espa?olas vinculadas a Mana. En esta l¨ªnea, el centro cultural acoge residencias de j¨®venes artistas, becas, estudios de creadores consagrados como el espa?ol Antonio Murado o fundaciones como la de la fil¨¢ntropa estadounidense Eileen S. Kaminsky Family, la famosa escultora de las ba?istas Carole A. Feuerman, o el Middle East Center for the Arts (MECA) para el estudio del arte en Oriente Pr¨®ximo. ¡°Esto es una comunidad con 400 personas donde hay creadores, comisarios de arte, coleccionistas¡¡±, asegura Eugene Lemay, fundador de este complejo cultural cuya faceta como creador abstracto le sensibiliza. El otro cofundador de Mana, Yigal Ozeri, un artista israel¨ª que ha expuesto en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, asegura que ¡°no miramos tanto el negocio, queremos dar el lugar que se merece el creador, el joven y el veterano, no nos gusta que llegue una multinacional y empiece a ocupar sus espacios¡±, y a?ade: ¡°Esto es una ciudad del arte, aqu¨ª hasta el chef es un peque?o coleccionista¡±
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