Tiempo de ajustes para los jubilados reales
Alberto de B¨¦lgica y Beatriz de Holanda ven rebajados sueldos tras su abdicaci¨®n El que fue rey de los belgas est¨¢ muy afectado por su situaci¨®n econ¨®mica. La ahora princesa de los holandeses ha dejado esta semana su palacio
Las casas reales europeas viven tiempos de cambio. Si la semana pasada la espa?ola profesionalizaba los puestos de la reina y de la princesa de Asturias asign¨¢ndoles por primera vez un sueldo, otras familias reales como la belga y la holandesa se reorganizan tras cambiar el titular del trono. En ambos casos los ajusten est¨¢n dando lugar a controversias. Alberto se queja de que al dejar el trono de B¨¦lgica y todo lo que conlleva no tiene dinero para mantener sus gatos. En Holanda, Beatriz afronta cambios como dejar el que ha sido su hogar o ver rebajado su sueldo.
Lo que para muchos es tan solo la renuncia a algunos lujos, a ojos de Alberto II, que el a?o pasado abdic¨® en favor de su hijo Felipe, constituye un agravio para el hombre que fue rey de los belgas durante 20 a?os. El antiguo monarca estaba acostumbrado a ganar 11,5 millones. Pero desde que se baj¨® del trono ha visto c¨®mo sus emolumentos se reduc¨ªan y se quedaban con tan solo 923.000 euros al a?o. Alberto se ha quejado amargamente de las estrecheces que se ve obligado a pasar, pero el Gobierno le ha dejado claro que no piensa aumentarle la asignaci¨®n. Es por ello que, seg¨²n informaba el diario Le Soir hace unos d¨ªas, ha decidido prescindir del palacio de Fenffe, una magn¨ªfica propiedad en la provincia de Namur.
Los ingresos actuales de Alberto y Paola no les permiten mantener una propiedad como esa. Tampoco pueden venderla, pero al menos s¨ª tratar¨¢n de aligerar un poco sus gastos y alquilarla por temporadas. ¡°Fenffe es un terreno inmenso que supone un gasto importante con sus jardines y su personal. El matrimonio hab¨ªa adquirido recientemente una casa que es m¨¢s del gusto de Paola¡±, aseguraba Pierre De Vuyst, especialista en casa real del peri¨®dico belga.
Fuentes cercanas a Alberto llegaron a decir que estaba ¡°muy deprimido¡± por sua situaci¨®n financiera. Los humoristas belgas no han dejado pasar la ocasi¨®n. Recientemente, se retrataba a Alberto en una vi?eta vestido como un pordiosero que irrump¨ªa en el despacho en el que estaban su hijo y el primer ministro, Elio Di Rupo. Alg¨²n tabloide flamenco tambi¨¦n ha especulado con que sus problemas econ¨®micos sean el motivo por el que Alberto y Paola hayan decidido dejar de asistir a algunos actos oficiales, aunque los portavoces de la Casa Real niegan esta explicaci¨®n.
Alberto no es el ¨²nico al que los nuevos tiempos de austeridad obligan a hacer recortes. La reina Fabiola est¨¢ pensando en deshacerse de parte de las 25 personas que tiene contratadas. Despu¨¦s del esc¨¢ndalo en el que se vio metida tras crear una fundaci¨®n con la que sus herederos podr¨ªan esquivar el impuesto de sucesiones y tras la reforma legal emprendida el a?o pasado por el Gobierno del socialista Elio di Rupo, la viuda del rey Balduino pas¨® de cobrar 1,44 millones a 461.000 euros. Antes de la reducci¨®n de la plantilla, la casa de la reina Fabiola estaba compuesta por una veintena de personas, entre las que se contaban un consejero, cinco secretarios, seis camareros, tres o cuatro encargadas de la limpieza, una o dos damas de compa?¨ªa y dos o tres conductores, seg¨²n los c¨¢lculos de la prensa belga.
En Holanda, Beatriz ha cedido el Palacio Real de La Haya (Huis ten Bosch) a los reyes Guillermo Alejandro y M¨¢xima. Su nueva residencia es el castillo de Drankensteyn, situado en el centro del pa¨ªs, y del que guarda los mejores recuerdos de su vida. Entre 1963 y 1980, all¨ª cri¨®, junto con su esposo, el fallecido pr¨ªncipe Claus, a sus tres hijos, el propio Guillermo, y sus hermanos Friso y Constantino. All¨ª est¨¢ enterrado ahora Friso, que no pudo recuperarse del accidente de esqu¨ª sufrido en Austria hace dos a?os. La mudanza ha sido discreta, y Beatriz, due?a del lugar, solo ha tenido que empadronarse en la nueva direcci¨®n.
El regreso de la princesa a su antiguo domicilio se ha producido despu¨¦s de que la naci¨®n le dedicara un multitudinario concierto de despedida en Rotterdam. Arropada por la nueva pareja reinante, los artistas m¨¢s conocidos y ciudadanos an¨®nimos que compraron su entrada en el teatro Ahoy, Beatriz acab¨® cantando y lanzando globos. Un aplauso atronador por sus tres d¨¦cadas de reinado demostr¨® que ha sabido ganarse la confianza de los holandeses. La abdicaci¨®n, un fen¨®meno natural entre los monarcas de la historia reciente de Holanda, reforz¨® su imagen el pasado enero.
Como princesa, Beatriz sigue activa, sobre todo en actos culturales. Sus compromisos aparecen en la p¨¢gina de web de la Casa Real junto a los de Guillermo y M¨¢xima. Lo que ha cambiado es su asignaci¨®n. Como Jefe de Estado recib¨ªa unos 5 millones de euros en concepto de salario y de gastos personales y de representaci¨®n. En su calidad de princesa tendr¨¢ 1,4 millones de euros (466.000 es el sueldo, y 947.000 para gastos personales y de representaci¨®n). En ambos casos, la suma est¨¢ libre de impuestos. Todo lo que gaste fuera de este presupuesto corre de su cuenta y s¨ª est¨¢ sujeto al pago de tasas. El resto de los Orange ya est¨¢ a sueldo.
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