El falsificador de cuadros de George Clooney
Michael Lenz reprodujo las obras de ¡®The Monuments Men¡¯ El pintor es un experto en recrear decorados en Alemania ¡°Tuve que hacer copias de Picasso, Monet, Rembrandt, Cezanne y Van Eyck¡±, cuenta
Michael Lenz es un pintor que no le tiene miedo a los grandes desaf¨ªos, una caracter¨ªstica en su carrera que le ha granjeado respeto y admiraci¨®n en los famosos estudios Babelsberg, donde el artista de 47 a?os suele pintar decorados para las pel¨ªculas que se realizan en la f¨¢brica de sue?os ubicada a escasos 30 kil¨®metros de Berl¨ªn.
Pero Lenz tuvo un momento de duda cuando David Scheuemann, un productor alem¨¢n, le ofreci¨® un trabajo in¨¦dito por encargo del famoso George Clooney, que preparaba su m¨¢s reciente pel¨ªcula,?The Monuments Men.
¡°?Es usted capaz de hacer una copia, lo m¨¢s perfecta posible del retablo pintado por Van Eyck, que corona el altar de la catedral de Gante?", quiso saber el productor. La respuesta positiva que escuch¨® el enviado de Clooney marc¨® el comienzo de una aventura que dur¨® seis meses y que convirti¨® al pintor en un personaje central en la cinta: un h¨¢bil falsificador legal de decenas de grandes obras de arte de la pintura universal.
¡°Tuve que hacer copias de cuadros de Picasso, Monet, Rembrandt, Cezanne, pero hacer una copia del retablo de Van Eyck fue todo un desaf¨ªo y me tom¨® dos meses para terminarlo¡±, cont¨® el pintor a EL PA?S. ¡°Para hacer la copia usamos una t¨¦cnica especial. Imprimimos las im¨¢genes del retablo en paneles de madera y luego pint¨¦ con ¨®leo las figuras. Para darle un aspecto de antiguo, utilic¨¦ una aguja para realizar fisuras en la pintura¡±, a?ade.
The Monuments Men, que se estren¨® el viernes en Espa?a recrea la haza?a ver¨ªdica de un grupo de expertos de arte, que reciben la orden de recuperar unas cinco millones de obras robadas por los nazis durante la ¨²ltima guerra.
En 1940, las tropas de Hitler invadieron B¨¦lgica, pero poco antes de que los soldados llegaran a Gante, el famoso retablo fue desmontado para enviarlo al Vaticano. La misi¨®n fracas¨® en la frontera francesa, ya que Italia se hab¨ªa declarado aliada de Hitler, y el cami¨®n que transportaba los valiosos paneles de madera cambio de ruta y se dirigi¨® a un castillo en la localidad francesa de Pau, donde finalmente fue descubierto por los nazis. El retablo fue enviado a Baviera y posteriormente fue escondido a 1.500 metros de profundidad en la mina de sal de Altausse, donde los famosos monuments men lo encontraron, junto a otras 7000 obras de arte.
La pel¨ªcula de Clooney muestra cada cinco minutos escenas donde se ven las obras de arte que los nazis robaron de museos, iglesias y de domicilios privados, en su gran mayor¨ªa de familias jud¨ªas, y que eran embarcadas en camiones y trenes con destino desconocido. Pero los responsables de la producci¨®n de la cinta se enfrentaron a una pregunta inquietante: ?C¨®mo pod¨ªan mostrar en la cinta, las obras de arte que ning¨²n museo estar¨ªa dispuesto a enviar a Babelsberg? ?C¨®mo filmar el desmontaje del famoso retablo y su posterior descubrimiento en una mina de sal? Para solucionar el problema recurrieron a Michael Lenz.
La cinta no muestra los valiosos originales, sino reproducciones. ¡°Por primera vez en mi carrera profesional tuve que convertirme en un falsificador¡±, explica Lenz. Y aunque trabaj¨® durante seis meses, nunca habl¨® con George Clooney, ¡°Estuve en el rodaje, pero Clooney era reacio a hablar con los trabajadores. Ten¨ªa celos de que su trabajo o sus ideas llegar¨¢n a la prensa¡±, cont¨® el pintor.
Lenz, que actualmente trabaja en una vieja nave de una f¨¢brica en un barrio de Berl¨ªn Este decorando una reproducci¨®n de una c¨²pula de un castillo que ser¨¢ exhibido en Postdam, est¨¢ orgulloso del trabajo realizado, pero no esconde una cierta amargura con los directivos de Babelsberg y con la firma productora de la pel¨ªcula. No fue invitado al estreno de la cinta en la Berlinale.
El pintor, que nunca ha querido tener un atelier propio y tampoco dedicarse de lleno a la pasi¨®n de crear sus propios cuadros, no sabe qu¨¦ destino tuvo su trabajo en la cinta de Clooney, aunque escuch¨® un rumor de que su famosa copia del retablo fue embalada y enviada a Los ?ngeles. ¡°Mis cuadros le pertenecen a ellos¡±, dice, resignado. Un destino que tambi¨¦n vivi¨® cuando trabaj¨® para Roman Polanski en la cinta El Escritor, que el director rod¨® en Babelsberg.
Lenz se?ala que, a pesar de su ¨¦xito, desea seguir pintando decorados o nuevas falsificaciones: ¡°No tengo tiempo para pintar mis propios cuadros¡±.
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