Elena, la marca blanca de Zarzuela

En tiempos convulsos para la Casa Real espa?ola, la figura de la infanta Elena gana enteros en la calle y dentro de la instituci¨®n, seg¨²n los datos que se manejan en La Zarzuela. Si en 2009 atraves¨® un momento complicado por su divorcio de Jaime de Marichalar ¡ªun hecho sin precedentes en la familia real¡ª, la hija mayor de los Reyes se ha convertido poco despu¨¦s de cumplir el medio siglo en uno de sus miembros m¨¢s populares. ¡°All¨ª por donde va arrasa¡±, sentencia un miembro del staff de palacio. Seg¨²n los datos oficiales facilitados por la casa, en 2013 presidi¨® 37 actos, y en los tres ¨²ltimos a?os, un total de 110, lo que supone una media anual de 35. Elena de Borb¨®n y Grecia es una marca blanca, una imagen sin contaminar ante el exterior y una mediadora en la complicada convivencia familiar.

Cuando hace tres a?os estall¨® la implicaci¨®n de Urdangarin en el caso N¨®os y fue apartado de la agenda, arrastrando a la infanta Cristina en su ca¨ªda, portavoces oficiales anunciaron una ¨¦poca de cambios. El foco medi¨¢tico se centrar¨ªa en el n¨²cleo central de la familia, es decir, en los Reyes y en los Pr¨ªncipes. Hab¨ªa llegado el tiempo de que las infantas dieran un paso atr¨¢s. As¨ª, Cristina dej¨® de figurar en la representaci¨®n de la Corona y Elena se baj¨® de la primera fila. La imagen del cambio qued¨® reflejada en el desfile del D¨ªa de la Hispanidad, donde la hija mayor de don Juan Carlos fue ubicada en la tribuna de invitados junto a Alfredo P¨¦rez Rubalcaba y no con los Reyes. Fue en ese momento de cambios cuando la hija mayor de los Reyes de Espa?a se emple¨® en dise?ar su nueva vida.

Firmado el divorcio de Jaime de Marichalar tras 14 a?os de relaci¨®n, vive instalada en un piso del barrio del Ni?o Jes¨²s de Madrid, cerca del Retiro, una casa muy alejada de los lujos del palacete de Pedralbes de su hermana. Comenz¨® a trabajar para la fundaci¨®n Mapfre, donde se ocupa del departamento de Acci¨®n Social, que en Espa?a integra laboralmente a personas discapacitadas y en Sudam¨¦rica colabora en dar educaci¨®n a ni?os con problemas de exclusi¨®n.

Elena estudi¨® Magisterio e, incluso, fue propietaria con un grupo de amigos de un colegio en el que impart¨ªa clase de ingl¨¦s. Y cuando en 2008, tras el llamado ¡°cese temporal de la convivencia¡±, decidi¨® explorar otras v¨ªas profesionales, fue invitada a dejarlo. El diario Cinco D¨ªas inform¨® entonces de que diez d¨ªas despu¨¦s de que trascendiera que Elena de Borb¨®n hab¨ªa comprado una empresa de inversiones, Global Cinosc¨¦falos SL, esta hab¨ªa comenzado su proceso de disoluci¨®n. En esos momentos, los negocios de Urdangarin ya estaban en boca de todos. Elena no tiene sueldo de la Casa del Rey, de la que solo recibe una cantidad como representaci¨®n seg¨²n los actos oficiales a los que asista.

De la misma manera en que la Infanta dise?¨® su vida de mujer divorciada, madre de dos hijos y profesional, decidi¨® tambi¨¦n reinventar su papel en la familia real. Intencionadamente o no, Elena comenz¨® a pisar m¨¢s la calle. Es f¨¢cil ahora verla por el madrile?o barrio de Salamanca haciendo la compra, prob¨¢ndose ropa en Zara, tomando el aperitivo en alguna tasca, montando en bici por el parque de El Retiro o celebrando las victorias del deporte espa?ol vestida de arriba abajo con los colores de la bandera de Espa?a. Saluda a todos los que se le acercan y solo saca su mal car¨¢cter cuando los fot¨®grafos la persiguen. Esa parte de la fama la lleva muy mal, sobre todo en estos meses en los que los paparazzis intentan fotografiarla sin ¨¦xito con una nueva pareja.

Desde que se separ¨® no ha tenido ninguna relaci¨®n confirmada. Se la ha vuelto a relacionar con el que fue su gran amor de juventud, el jinete sevillano Luis Astolfi, una vez que este se ha divorciado, aunque lo cierto es que ambos siguen siendo grandes amigos, pero nada m¨¢s. Elena, la infanta single, se refugia los fines de semana en el campo con sus ¨ªntimos de siempre. Al frente de ellos, Rita Allende Salazar, una de las personas que m¨¢s cerca est¨¢ de ella desde hace 30 a?os.

Una prueba m¨¢s del momento que disfruta Elena es que la llaman para los actos a pie de calle. Un ejemplo: el pr¨®ximo viernes ser¨¢ la encargada de representar a la familia real en una de las citas m¨¢s populares del a?o, la visita a Jes¨²s de Medinaceli de todos los primeros viernes de marzo. En esa comparecencia se testa a pie de calle la aceptaci¨®n. En 2013, fue la reina quien compareci¨® coincidiendo en el tiempo con las declaraciones de Corinna sobre su amistad con el Rey. En el templo se oyeron aplausos.

Elena ha concedido muy pocas entrevistas. La ¨²ltima, en diciembre, al cumplir los 50. En ella se defini¨®: ¡°Soy espont¨¢nea, valoro mucho la familia y los amigos, procuro vivir con intensidad lo que hago. Tengo sentido del humor y lo valoro en los dem¨¢s¡±. Es la m¨¢s Borb¨®n de los tres hijos de los Reyes, la que m¨¢s se parece a su padre, por quien siente adoraci¨®n. En estos meses de baja del monarca por motivos de salud ha sido quien m¨¢s lo ha visitado en su reposo. Comparten afici¨®n por la buena mesa, los toros, la caza y los chistes. Esa cercan¨ªa le ha permitido actuar de mediadora en favor de su hermana en los momentos de m¨¢s tensi¨®n familiar. Tambi¨¦n lo ha hecho entre sus hermanos. Elena adora a Felipe ¡ªfamosas son sus l¨¢grimas de emoci¨®n el d¨ªa en que el Pr¨ªncipe fue abanderado en los Juegos de Barcelona¡ª, pero est¨¢ muy unida a Cristina desde su separaci¨®n. De do?a Sof¨ªa ha heredado la disciplina. ¡°He tenido la suerte de tener como madre a una Se?ora, con may¨²sculas¡±, dice.

Elena se reconoce una ¡°privilegiada¡± con la vida que lleva. Confiesa que lo pas¨® mal cuando decidi¨® separarse. Fue criticada por romper con una de las normas no escritas de la monarqu¨ªa. Seis a?os despu¨¦s ha sabido reinventarse, tarea en la que trabajan todos los miembros de las monarqu¨ªas del siglo XXI.