7 fotosDonde no se puede elegirRetratos de ocho pa¨ªses en los que sus ciudadanos no tienen el control sobre su sexualidad y su maternidad por restricciones legislativas 06 mar 2014 - 12:09CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceKakdja acompa?a a Alima, mientras esperan a que quede una cama libre en el hospital de Yalgado, en Uagadug¨². Llevan tres d¨ªas all¨ª y van a trasladar a Alima a la sala general para dejar sitio a los nuevos casos de urgencia. M¨¢s de 2.000 mujeres mueren anualmente en Burkina Faso por complicaciones del embarazo y el parto. Mueren porque no llegan a tiempo al centro de salud, porque no pueden pagar las tasas que les reclama el personal m¨¦dico o por escasez de material y de personal m¨¦dico cualificado para atenderlas.Anna Kari | Amnist¨ªa InternacionalEn 2009, se tuvo noticia de 38.000 casos de violaci¨®n lo que supon¨ªa una media de m¨¢s de 100 mujeres violadas al d¨ªa en este lugar del Magreb. La verdadera cifra podr¨ªa ser mayor. En la imagen, activistas de Amnist¨ªa Internacional protestan en Marruecos contra el art¨ªculo 475 del C¨®digo Penal y otras disposiciones que discriminan a las mujeres. Hasta su reforma en enero de 2014, este art¨ªculo permit¨ªa a los violadores quedar en libertad si se casaban con sus v¨ªctimas.Amnist¨ªa InternacionalDesde julio de 2008, la pr¨¢ctica de cualquier aborto en cualquier circunstancia es ilegal en este pa¨ªs centroamericano. Antes de 2006, la legislaci¨®n permit¨ªa que no se aplicara esta prohibici¨®n a mujeres y ni?as cuya vida o salud peligrara con el embarazo y, en algunos casos, a supervivientes de violaci¨®n. Sin embargo, el C¨®digo Penal que entr¨® en vigor en julio de 2008 derog¨® estas excepciones. La nueva ley penaliza todas las formas de aborto, con independencia de las circunstancias en las que se solicite, se obtenga o se practique. A pesar de ello, mujeres, ni?as y hombres como los de esta imagen no se resignan y protestan para que la ley cambie.Grace Gonz¨¢lez | amnist¨ªa InternacionalEn la imagen, una mujer embarazada aparece sentada en el exterior de un centro de salud comunitario en Yakarta. All¨ª y en muchos centros de salud del pa¨ªs los trabajadores de la salud niegan los servicios de anticoncepci¨®n legalmente disponibles a las mujeres. Muchas de ellas, especialmente de las comunidades pobres y marginadas, se esfuerzan por acceder a servicios de salud reproductiva frente a las leyes, pol¨ªticas y pr¨¢cticas discriminatorias.Amnist¨ªa InternacionalA este chico le han propinado frecuentes palizas en su barrio de Yaund¨¦ y le han echado de su casa por ser homosexual. El hostigamiento y los ataques por homofobia en todo el ?frica subsahariana son cada vez m¨¢s visibles, aunque la corriente hom¨®foba no se circunscribe solo a esta regi¨®n del mundo. Las relaciones homosexuales son ilegales en la actualidad en al menos 76 pa¨ªses. Aunque Amnist¨ªa Internacional no ha registrado hasta la fecha ning¨²n caso, son punibles con la muerte en Arabia Saud¨ª, Ir¨¢n, Mauritania, Sud¨¢n y Yemen, as¨ª como en partes de Nigeria y Somalia.Amnist¨ªa InternacionalEn abril de 2013, una joven llamada Beatriz solicit¨® acceso a un aborto terap¨¦utico, ya que el embarazo pon¨ªa en peligro su salud y su vida. Adem¨¢s, al feto le faltaba parte del cerebro y el cr¨¢neo, y no iba a sobrevivir m¨¢s de unas horas. El 3 de junio, el gobierno salvadore?o finalmente intervino para impedir que Beatriz muriera y se le practic¨® una ces¨¢rea. Tal como hab¨ªan avisado los m¨¦dicos, el feto s¨®lo sobrevivi¨® unas horas. Junto con la Agrupaci¨®n Ciudadana -la ONG salvadore?a que ha trabajado incansablemente en favor de Beatriz-, m¨¢s de 170.000 activistas de Amnist¨ªa Internacional en todo el mundo actuaron para exigir que se respetaran los derechos humanos de Beatriz.Amnist¨ªa InternacionalUna mujer transporta madera en el monta?oso distrito de Mugu. Aunque las mujeres son conscientes de que no deben llevar cargas pesadas durante el embarazo o despu¨¦s de dar a luz, a menudo no tienen otra opci¨®n, por su situaci¨®n econ¨®mica o la presi¨®n de sus familias. Al llevar cargas pesadas, la musculatura p¨¦lvica puede resentirse, aumentando el riesgo de prolapso uterino. En Nepal este problema afecta a 600.000 mujeres muchas de las cuales son menores a 30 a?os.Amnist¨ªa Internacional