Dentro del avi¨®n m¨¢s grande del mundo
Una nueva m¨¢quina surca los cielos. El A380 es la aeronave comercial de mayor tama?o que existe, y cubre la ruta Barcelona-Dub¨¢i. Nos colamos en el pasaje
Mrs. Robinson, heaven holds a place for those who pray. Hey, hey, hey... Las cimbreantes voces de Simon & Garfunkel suenan a 10.676 metros de altura. Recorren el cable que une un peque?o plasma (almac¨¦n de un sinf¨ªn de pel¨ªculas, discos o juegos) con unos aparatosos cascos futuristas. El pasajero tiene la opci¨®n de situar su asiento, tableta mediante, en posici¨®n completamente horizontal. Cada poco, un azafato, de los 23 que componen la tripulaci¨®n, interrumpe el pl¨¢cido momento para ofrecer champ¨¢n, una manta o vino franc¨¦s. La banda de Nueva York cesa moment¨¢neamente su c¨¢ntico, el viajante da un sorbo al delicado brebaje y mira a su izquierda. No ve nada. Los asientos en business class del Airbus 380 (el avi¨®n comercial m¨¢s grande del mundo), que fleta la aerol¨ªnea Emirates entre Barcelona y Dub¨¢i (un vuelo diario de ida y otro de vuelta), ofrecen la suficiente intimidad como para que uno sue?e con que viaja sin compa?¨ªa, en su jet privado. La soledad a casi 1.000 kil¨®metros por hora... wo, wo, wo.
¡°Esto es la selva¡±. Nuria Tolcet, catalana de 28 a?os, confiesa que tal fue el pensamiento que estall¨® en su mente cuando, tras una larga temporada trabajando como azafata de la aerol¨ªnea en business class, baj¨® las escaleras que conducen a la clase turista. El A380 se divide en dos plantas. Arriba, 90 plazas para business y primera clase, estos ¨²ltimos con acceso a ducha y spa; abajo, 427, en la categor¨ªa m¨¢s econ¨®mica. Lo cierto es que en el nivel superior se respira distinci¨®n: hay una barra de bar abierta durante todo el trayecto (luminosa como una nave espacial), pasillos m¨¢s amplios y un techo poblado por estrellas artificiales al caer la noche. El precio de los billetes, ida y vuelta, oscila entre 700 € (turista) y 4.000 € (primera clase). Al salir de la ducha, es probable que le ofrezcan un reconstituyente batido de aloe vera. Ac¨¦ptelo: cualquier mimo previo a lo que est¨¢ por venir le sabr¨¢ a poco. Recuerde que Dub¨¢i es el emirato de las carreteras y los rascacielos, la ciudad del y-yo-m¨¢s, donde se alza el edificio m¨¢s espigado del mundo pero la memoria hist¨®rica de las casas carece de valor. ¡°Cualquier inmueble con m¨¢s de 30 a?os, se destruye para volverse a constuir¡±, asevera Nuria Monpean, gu¨ªa tur¨ªstica murciana en la ciudad. No es Dub¨¢i lugar para rom¨¢nticos. El petr¨®leo solo constituye el 5% de su PIB. El sector inmobiliario, el sistema financiero, el turismo y la reelaboraci¨®n de aluminio son sus principales fuentes de riqueza. Hay gr¨²as por todas partes. Y azafatos de Emirates.
La aerol¨ªnea m¨¢s potente de Medio Oriente, futbolera, por cierto, hasta la m¨¦dula (am¨¦n de patrocinar al Real Madrid, da nombre, por ejemplo, al estadio del Arsenal), cuenta con una plantilla de personal de cabina que alcanza los 18.000. Todos viven en Dub¨¢i, en barrios colindantes. Poco m¨¢s del 2% de ellos procede de territorio espa?ol. Entre todos, hablan 120 lenguas diferentes. ¡°Somos la compa?¨ªa con m¨¢s nacionalidades despu¨¦s de la ONU¡±, se jacta Filip Fross, croata, que lleva cinco a?os en la empresa, uno de ellos volando en el A380. ¡°De este modelo de avi¨®n destacar¨ªa su estabilidad al despegar y aterrizar. Casi no notas que est¨¢s volando¡±, contin¨²a. El salario medio en Dub¨¢i duplica al espa?ol.
WiFi, por favor
Clovis Wong y Navin Peerthy esperan al embarque de su vuelo en la zona Concourse A de la terminal 3 del aeropuerto de Dub¨¢i, donde solo aterrizan los A380 de Emirates (44 en total). Oriundos de Isla Mauricio, son ingenieros y se dirigen a M¨¢laga para participar en un congreso de una conocida marca de electr¨®nica. Ya han probado el Boeing 777-300ER (el modelo que, hasta el pasado 1 de febrero, cubr¨ªa la ruta Dub¨¢i-Barcelona), pero es la primera vez que lo har¨¢n en un dos plantas. De momento, deambulan por una superficie de 29.000 m2 con nervios casi pueriles. Una llamada a la oraci¨®n que nace de los altavoces del aeropuerto recuerda que estamos en EAU, donde la religi¨®n oficial es el Islam, aunque solo el 20% de la poblaci¨®n parece practicarla. El salmo no frena el trasiego desenfrenado de viajeros en la terminal, de donde despega un avi¨®n cada seis minutos y medio. Uno de ellos, modelo A380, se dirige a Barcelona (Madrid cuenta con dos rutas diarias, facilitadas por Boeing). Sin embargo, ?hay demanda suficiente para tantas plazas? Responde Thierry Aucoc, vicepresidente s¨¦nior de operaciones comerciales de Emirates para Europa y la Federaci¨®n Rusa: ¡°Tenemos una ocupaci¨®n del 70% en el trayecto a Barcelona. Pero confiamos en alcanzar el 80%, cuando, con el tiempo, se d¨¦ a conocer el car¨¢cter premium del Airbus 380¡±. Mientras los ingenieros de Isla Mauricio degustan su Kir Royal y departen con una bella camarera armenia, acodados en la barra del bar, el alto ejecutivo de la compa?¨ªa del enorme pajarraco que los transporta, planea: ¡°Nuestro objetivo es que todos los vuelos de Emirates acaben teniendo WiFi, para abrazar con contudencia el feel home. Hay viajeros a los que provoca ansiedad pasar 12 horas seguidas sin conexi¨®n a Internet¡±.
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