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El peso del comercio sobre la espalda Decenas de mujeres cruzan cada d¨ªa el paso fronterizo del barrio chino, cerca de Beni-Enzar, entre Espa?a y Marruecos. Llevan una gran cantidad de enseres pegados al cuerpo para que cuenten como equipaje personal, aunque despu¨¦s los comerciantes marroqu¨ªs se quedar¨¢n con ellos Shaima. Una de las mujeres porteadoras en Melilla. Fernando del Berro Un hombre adhiere al abdomen de una mujer porteadora varias prendas de ropa y mantas, ayud¨¢ndose de una cuerda. Despu¨¦s de forrar tambi¨¦n sus brazos y piernas con otras mercanc¨ªas, se cubrir¨¢ su cuerpo con una chilaba (t¨²nica holgada de origen bereber), y sobre ¨¦sta cargar¨¢ a la espalda un bulto de hasta 80 kilogramos de peso. La mayor parte de estos productos ser¨¢n vendidos en comercios de Marruecos. Paso fronterizo del barrio chino, cerca de Beni-Enzar. Melilla. Fernando del Berro Yamila, una se?ora porteadora, posa en Melilla. Fernando del Berro Un hombre adhiere al abdomen de una mujer porteadora diversas mercanc¨ªas, ayud¨¢ndose de cinta adhesiva. Forran su abdomen, brazos y piernas con la mayor cantidad de productos posibles con el fin de rentabilizar mejor cada paso a trav¨¦s de la frontera. Paso fronterizo del barrio chino, cerca de Beni-Enzar. Melilla. Fernando del Berro Nasira. Mujer Porteadora. Melilla Fernando del Berro Una mujer porteadora desciende de un autob¨²s de la COA (Cooperativa ?mnibus de Autobuses de Melilla). Esta l¨ªnea de autob¨²s municipal acerca a muchas mujeres porteadoras desde el pol¨ªgono industrial donde se cargan de mercanc¨ªas hasta el paso fronterizo del barrio chino, cerca de Beni-Enzar. Melilla. Fernando del Berro Malika. Mujer Porteadora. Melilla Fernando del Berro Una mujer atraviesa los torniquetes del paso fronterizo entre Espa?a y Marruecos. Es un paso muy estrecho que no est¨¢ pensado para un movimiento fluido de personas. A menudo se producen avalanchas con el consiguiente riesgo de sufrir aplastamientos. La frontera del barrio chino est¨¢ focalizada ¨²nicamente en el trasiego de mercanc¨ªas transportadas a t¨ªtulo personal. Las porteadoras trabajan cada ma?ana de lunes a viernes. Habitualmente hacen tres viajes de ida y vuelta, por el que pueden cobrar alrededor de 15 euros diarios. Fernando del Berro Hadifa. Mujer Porteadora. Melilla Fernando del Berro Una mujer porteadora se dirige hacia la frontera entre Marruecos y Espa?a con un pesado bulto a la espalda. Tras ella, algunos hombres hacen el mismo trayecto. Los pocos hombres que participan en este comercio irregular de mercanc¨ªas no cargan bultos sobre la espalda. Se limitan a empujarlos y hacerlos rodar. La mayor¨ªa de mujeres tendr¨¢ que caminar hasta las naves del lejano pol¨ªgono, cargar sobre sus lumbares y alcanzar la valla. Fernando del Berro Fatima. Mujer Porteadora. Melilla Fernando del Berro Un agente de la Guardia Civil indica a una porteadora el camino que debe seguir para dirigirse a los torniquetes de la valla. Las fuerzas de seguridad espa?olas han creado un ¡°circuito¡± consistente en varios caminos que desembocan en la frontera. La porteadora sigue uno u otro sendero seg¨²n el tipo de bulto que lleve. ¡°La idea es que haya movimiento, porque si est¨¢n parados, el peligro de que haya avalanchas es mayor¡±, afirma el capit¨¢n Rafael Mart¨ªnez, responsable de la seguridad. Paso fronterizo del barrio chino, cerca de Beni-Enzar. Melilla. Fernando del Berro Bouchra. Mujer Porteadora. Melilla Fernando del Berro Tres mujeres doblan su cuerpo hacia adelante como consecuencia del elevado peso de las mercanc¨ªas que cargan a la espalda. Caminan en direcci¨®n al puesto fronterizo entre Espa?a y Marruecos. El comercio irregular que tiene lugar en este lugar permite a los comerciantes de la zona no tener que pagar aranceles aduaneros, ya que es legal pasar mercanc¨ªas siempre que se lleven encima como equipaje personal. Fernando del Berro Wahiba. Mujer porteadora. Melilla Fernando del Berro