¡®Va, pensiero¡¯
La verdadera cultura es el espacio donde se ventila la vida
Hemos pasado el invierno muy presionados bajo el nuevo autoritarismo atmosf¨¦rico de la ciclog¨¦nesis explosiva, que ha venido a sustituir el antiguo r¨¦gimen de la borrasca. Ahora la primavera se adelanta, y esto no es un reclamo comercial. Comienza exactamente ma?ana, domingo d¨ªa 9, en Madrid, con la manifestaci¨®n en defensa de la cultura. Adem¨¢s de los almendros del Retiro, de los ba?istas desnudos de Paul C¨¦zanne, y de la naturaleza insurgente de las fotograf¨ªas de Sebasti?o Salgado, se han sumado a esta fiesta contra el malestar de la cultura hasta los bisontes de Altamira y los caballos de Vel¨¢zquez, con esa mirada inteligente de la que carecen sus jinetes. Esta que va a unir en la calle a arque¨®logos y bailarinas, a magas y fil¨®sofos, a bibliotecarias y pertiguistas de sonido, es una marcha singular en la historia de Espa?a. Por el n¨²mero y la pluralidad de convocadores, y por ese acierto de hacer de la protesta un acto creativo, un lugar germinal que ocupe el deslugar, la tierra quemada por la pol¨ªtica babil¨®nica de este Gobierno, que ha vuelto a hacer de la cultura un espacio de exilio interior, un ecosistema deprimido, amenazado de extinci¨®n. Del exilio habla va, pensiero (?ve, pensamiento...!) el coro de Nabucco,tal vez el canto m¨¢s popular y comprometido de una ¨®pera de Verdi. En Madrid lo interpretar¨¢ un coro de coros, con m¨¢s de mil personas. En realidad, deber¨ªa considerarse convocada toda la gente. Tambi¨¦n las televisiones p¨²blicas con sus c¨¢maras. La verdadera cultura es el espacio donde se ventila la vida. La sustracci¨®n cultural y educativa, ilustrada con este Estado ratero que elimina becas de estudios y fondos para las bibliotecas, es una deriva que conduce a un p¨²trido pa¨ªs. Pero ah¨ª est¨¢ la primavera de Madrid. La gente parec¨ªa resignada: estaba cavilando. Parec¨ªa rendida. Tambi¨¦n los almendros parec¨ªan rendidos. Y ah¨ª los tienen, incandescentes, en flor, manifest¨¢ndose.
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