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Fukushima, el enemigo invisible Algunos de los ni?os m¨¢s peque?os de Koriyama, poblaci¨®n a poca distancia de la planta nuclear de Fukushima, apenas saben lo que es jugar al aire libre. Por miedo a la radiaci¨®n, sus padres los han mantenido en el interior de las guarder¨ªas y en sus casas, a pesar de su corta vida. En Koriyama, a poca distancia de la central nuclear de Fukushima, la ciudad recomend¨®, poco despu¨¦s de la cat¨¢strofe, que los ni?os hasta los dos a?os no pasaran m¨¢s de 15 minutos al aire libre, cada d¨ªa. En la imagen, un grupo de ni?os juegan al bal¨®n prisionero, en una sala de juegos del jard¨ªn de infancia 'Emporium' en Koriyama, al oeste de la central nuclear Fukushima. Toru Hanai (REUTERS) Los ni?os de tres a cinco a?os, no pod¨ªan salir m¨¢s de 30 minutos al d¨ªa. En la imagen, Atsunori Kaneta de cinco a?os, sonr¨ªe en el interior de su casa en Koriyama. Toru Hanai (REUTERS) Los l¨ªmites fueron levantados el a?o pasado, pero muchas escuelas infantiles y guarder¨ªas siguen sin permitir que sus alumnos salgan a la calle a jugar. En la imagen, un grupo de ni?os en una piscina de arena en el interior de una guarder¨ªa en Koriyama, en la prefectura de Fukushima. Toru Hanai (REUTERS) "Trato de evitar salir y abrir la ventana," dice Ayumi Kaneta, de 34 a?os, madre de tres hijos. "Yo compro los alimentos en zonas alejadas de Fukushima. Esta es nuestra vida normal". En la imagen, Masyoshi Kaneta de siete a?os juega con su Nintendo WiiU en la sala de estar de su casa en Koriyama. Toru Hanai (REUTERS) Los niveles de radiaci¨®n en todo el per¨ªmetro de la escuela infantil 'Emporium', en Koriyama, son de 0,12-0,14 microsieverts por hora. "Justo despu¨¦s del tsunami de Fukushima era entorno de 3,1 a 3,7 microsieverts por hora", dice Mitsuhiro Hiraguri, director de la escuela infantil. En la imagen, una ni?a abre la puerta del despacho de su profesora en el jard¨ªn de infancia 'Emporium' en Koriyama, al oeste de la central nuclear de Fukushima. Toru Hanai (REUTERS) Pero la falta de juegos al aire libre est¨¢ teniendo un efecto perjudicial en los ni?os de Koriyama, tanto f¨ªsica como mentalmente. En la imagen, un grupo de ni?os juegan al bal¨®n en una de las salas del centro infantil 'Emporium' en Koriyama. Toru Hanai (REUTERS) "En comparaci¨®n con antes de la cat¨¢strofe, han ca¨ªdo los resultados de fuerza f¨ªsica y pruebas de habilidad, como la fuerza de agarre, correr y lanzar bolas", explica Toshiaki Yabe, un funcionario del gobierno de la ciudad de Koriyama. En la imagen, Nao Watanabe, de dos a?os, juega en una piscina de bolas construida, especialmente, para evitar la exposici¨®n de las radiaciones a los menores en Koriyama (Jap¨®n). Toru Hanai (REUTERS) Lori Hiyama de cuatro a?os, conduce una triciclo en el interior de un parque infantil construido para evitar la exposici¨®n a la radiaci¨®n de los m¨¢s peque?os en Koriyama. Toru Hanai (REUTERS) Una encuesta anual encargada por la Junta de Educaci¨®n de la prefectura de Fukushima encontr¨® que los ni?os de la zona pesaron m¨¢s que el promedio nacional en pr¨¢cticamente todos los grupos de edades. En la imagen, unos ni?os juegan en el interior de una zona infantil en Koriyama. Toru Hanai (REUTERS) Los ni?os de cinco a?os pesaban 500 gramos m¨¢s, mientras que la diferencia de peso aument¨® un kilo para los de seis a?os. Los ni?os de 11 a?os, eran tres kilos m¨¢s pesados. En la imagen, Sakuya Zui de dos a?os, juega en el interior de una zona infantil en Koriyama. Toru Hanai (REUTERS) El ayuntamiento de Koriyama ha removido la tierra descontaminada en lugares p¨²blicos, a veces m¨¢s de una vez y trabaja para reemplazar la totalidad de juegos infantiles en los parques p¨²blicos. En la imagen, un contador Geiger, que mide un nivel de radiaci¨®n de 0.442 microsievert por hora, instalado en un parque de Koriyama (Jap¨®n). Toru Hanai (REUTERS) Un ni?o juega con un avi¨®n de papel en uno de los pasillos de la escuela infantil 'Emporium' en Koriyama (Jap¨®n). Toru Hanai (REUTERS) Una ni?a camina por una plaza de Koriyama donde est¨¢ instalado un contenedor Geiger que mide un nivel de radiaci¨®n de 0.162 microsievert por hora. Toru Hanai (REUTERS)