El rey saud¨ª proh¨ªbe salir a comprar comida a sus hijas cautivas

"Necesitamos comprar comida y el inhalador para el asma de mi hermana Jawaher, [pero] nos han dicho que ¡®no hay instrucciones¡¯ de dejarnos salir. ?[Pretenden] matarnos de hambre? ¡°, se preguntaba esta tarde la princesa Sahar, una de las cuatro hijas que el rey Abdal¨¢ de Arabia Saud¨ª tiene encerradas en su palacio de Yeddah. La nueva restricci¨®n llega apenas dos d¨ªas despu¨¦s de que esta corresponsal intentara visitarlas en esa ciudad saud¨ª para un reportaje publicado en EL PA?S sobre su situaci¨®n.

¡°Por supuesto [que tiene que ver con su visita], pero no es culpa suya. Ten¨ªamos que arriesgarnos. No podemos quedarnos impasibles por m¨¢s tiempo. Tienen que enfrentarse al mundo¡±, respond¨ªa poco despu¨¦s a preguntas de esta corresponsal.

Sahar, de 42 a?os, que vive junto a su hermana menor, Jawaher, de 38, asegura que no tienen problema en ¡°iniciar una huelga de hambre cuando se queden sin comida¡±, pero muestra su preocupaci¨®n por los dos perros y el gato que les hacen compa?¨ªa. ¡°Tenemos que alimentarlos¡±.

La princesa no culpa a nadie de forma directa, pero su madre, Alanaoud Alfayez, es tajante. ¡°Nuevas ¨®rdenes del rey, mis hijas ya ni siquiera pueden ir a comprar su comida; las quiere muertas mientras el mundo mira¡±, denuncia en su cuenta de Twitter.

Hasta ahora, Sahar y Jawaher pod¨ªan salir cada dos meses a comprar lo necesario para su subsistencia en un supermercado cercano. Las mujeres, que comparten una destartalada villa dentro del complejo palaciego de Al Murjan, no disponen de servicio ni de las comodidades que suelen asociarse con su abolengo. Tienen que cocinar y limpiar ellas mismas. Otras dos hermanas, Maha, de 41 a?os, y Hala, de 39, est¨¢n encerradas en alg¨²n otro lugar del recinto y hace un par de a?os que no han podido verlas y temen por su estado mental.

¡°Tenemos lo que necesitamos para adquirir nuestra comida¡±, se?ala Sahar cuando le pregunto qui¨¦n paga sus compras. Justo para sobrevivir porque reconoce que ¡°no es f¨¢cil no tener fruta y verdura fresca¡±. S¨®lo pueden comerla los primeros d¨ªas cuando hacen una compra. El resto del tiempo ¡°nos mantenemos a base de bocadillos¡±.