Charlene de M¨®naco: ¡°Algunos medios tratan de desacreditarme¡±
La princesa sale al paso de las noticias que critican su peculiar manera de representar al Principado y cuestionan su matrimonio
Charlene de M¨®naco ha vuelto a hablar y lo ha hecho en calidad de princesa y de presidenta de una fundaci¨®n que se dedica a ayudar a los ni?os a trav¨¦s de la nataci¨®n, deporte que ella practic¨® como profesional. La esposa de Alberto de M¨®naco ha concedido una entrevista a la revista francesa Gala en la que aprovecha para reivindicar su trabajo en el Principado y atacar a los medios de comunicaci¨®n que cuestionan su papel.
"Si digo que voy a construir una piscina para ayudar a ni?os de escasos recursos para nadar, a la prensa no le interesa. Quieren basura sensacionalista. Algunos medios de comunicaci¨®n tratan de desacreditar a mis acciones de destruir esta imagen. Esto es injusto. Se propagan rumores, mentiras y chismes para vender peri¨®dicos", se queja Charlene. La princesa habla tras la publicaci¨®n de unas fotos en la isla de St. Barth, en el Caribe, donde fue descubierta por un paparazi abrazando y besando a un grupo de hombres. El reportaje, de cinco p¨¢ginas, fue una exclusiva de la revista alemana Bunte.
La relaci¨®n de los pr¨ªncipes de M¨®naco ha estado bajo sospecha desde su inicio. La exnadadora que el 25 de enero cumpli¨® 36 a?os y el pr¨®ximo mes de julio celebrar¨¢ su tercer aniversario de boda es una princesa con c¨®digos propios, alejados del protocolo que se les supone a las personas de su condici¨®n. Sus ausencias son escrutadas al m¨¢ximo. La ¨²ltima se produjo en la boda de Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo en Gstaad (Suiza). La revista ?Hola!, que pag¨® por la exclusiva del enlace, asegur¨® que la princesa estuvo en una cena de celebraci¨®n previa antes de volver a casa para cumplir con un compromiso ineludible. Al margen de sus idas y venidas, Charlene vive tambi¨¦n acechada por las fechas y por la obligaci¨®n de dar un heredero al Principado. Hace meses asegur¨® que estaba ya lista para ser madre.
Sin embargo, ella asegura que todo va bien en su hogar, que es una princesa moderna: "No quiero ser la imagen de un cuento de hadas". Y a?ade: "Mi ¨²nica ambici¨®n es ser eficaz para aquellos que lo necesitan. Quiero ayudar. Mi esposo y yo compartimos los mismos valores sobre cuestiones humanitarias, el medio ambiente, la educaci¨®n de los ni?os. Somos dos apasionado de la vida, el mundo y la gente. Esta es la misi¨®n que hemos elegido". El periodista pregunta a la princesa si ha pedido ayuda a alg¨²n profesional para mejorar su imagen p¨²blica. "Mi mejor ayuda es mi marido", concluye.
?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.