El cuarto oscuro de Terry Richardson
Las llev¨® al l¨ªmite de sus fantas¨ªas sexuales armado con su c¨¢mara. Terry Richardson, icono de la fotograf¨ªa de moda y uno de los profesionales mejor pagados del mundo, se enfrenta a graves acusaciones de abusos por parte de algunas modelos. Su prestigio, cultivado a base de provocaci¨®n durante d¨¦cadas, podr¨ªa irse por la borda
Me meti¨® el pulgar en la boca. Eso me hizo gracia. Hasta entonces, ¨¦l y su asistente se mostraban animados, d¨¢ndome instrucciones para que posara desenfadadamente. En alg¨²n momento me dijo que empezara a quitarme la ropa (eso no me choc¨®, sab¨ªa que ven¨ªa a posar desnuda). Me lanzaba piropos. Su asistente tambi¨¦n (¡). Honestamente, no s¨¦ si el rollo sexual empez¨® cuando posaba contra la pared o ya en el sof¨¢. ?l segu¨ªa sac¨¢ndome fotos de cerca, me pidi¨® que le agarrara el pantal¨®n, y de repente su pene estaba fuera, y ya no supe c¨®mo dar marcha atr¨¢s¡±. Charlotte Waters tiene 24 a?os. Hace cinco fue al estudio que tiene Terry Richardson en su casa, en el downtown neoyorquino, para hacer unos desnudos art¨ªsticos. La sesi¨®n deriv¨® en cosas como ¡°¨¦l chup¨¢ndome el culo, bes¨¢ndome agresivamente... Termin¨® eyaculando en mi cara y pidi¨¦ndome que mantuviera los ojos bien abiertos¡±. Waters subi¨® su cruda confesi¨®n a principios de marzo en la web Reddit. Lo hizo con un seud¨®nimo, pero al ver el eco de su historia dio su nombre.
Me meti¨® los dedos en la boca y me fui. Es cuesti¨®n de l¨ªmites, dice Bimba Bos¨¦
A ra¨ªz de esto, el 12 de marzo se puso en marcha la campa?a #NoMoreTerry, que insta a ¡°boicotear todas las publicaciones, marcas y famosos que contratan al depredador sexual Terry Richardson¡±. Una iniciativa que se suma a la subida en Change.org en octubre del a?o pasado por la londinense de 18 a?os Alice Louise, que confiesa no tener relaci¨®n con la moda para reclamar a las marcas que dejen de contratarle. Espera alcanzar 50.000 firmas. Ya supera las 31.000. ¡°Cuando ves la cantidad de acusaciones de chicas que acumula y las fotos suyas que circulan por Internet que promueven la violaci¨®n, el amordazamiento, la asfixia... te preguntas por qu¨¦ este hombre est¨¢ en todas partes. La industria de la moda no deber¨ªa alabar a potenciales depredadores sexuales¡±, dec¨ªa Louise a The New York Post.
Richardson, uno de los fot¨®grafos mejor pagados del mundo (el New York Daily News le calcula, solo entre 2012 y 2013, ganancias de 58 millones de d¨®lares), acostumbra a guardar silencio ante estas acusaciones. Pero esta vez ha respondido, v¨ªa carta, desde The New York Post diciendo sentirse objeto de una ¡°caza de brujas¡± y asegurando: ¡°Trabajo con mujeres mayores de edad que conocen la naturaleza de mi trabajo y queda todo por escrito. Nunca he utilizado una oferta de trabajo ni he amenazado con represalias a nadie para forzarle a hacer nada que no quisiera¡±.
Raro es el famoso que declina hacerse un autorretrato junto a ¨¦l, incluido el propio Obama
Entonces, ?por qu¨¦ acumula Richardson tantas quejas de modelos? Bimba Bos¨¦, que pos¨® para ¨¦l en cuatro ocasiones en el cambio de siglo, cree que ¡°es una cuesti¨®n de l¨ªmites. El l¨ªmite como modelo lo pones t¨². ?l siempre ha sido un gamberro, y si vas a hacerte unas fotos con ¨¦l, ya sabes de qu¨¦ va. Llegas y, b¨¢sicamente, te dice: ¡®Desn¨²date¡¯. Es algo con lo que yo no tengo ning¨²n problema, aunque reconozco que s¨ª los tuve con mi agencia cada vez que hac¨ªa un trabajo con ¨¦l, precisamente por esa actitud provocadora. Para m¨ª no es un abusador, es un tipo al que le gusta jugar y llevar las cosas al l¨ªmite. De repente, te mete la mano en la boca y empiezas a pensar: ¡®?Esto es algo normal?¡¯. Si el siguiente paso es que me quiere meter algo m¨¢s, le digo que no y ya est¨¢. Yo lo hice. Cuando me meti¨® los dedos en la boca, le dije: ¡®Me tengo que ir ya; la sesi¨®n se ha acabado, ?no?¡±. Bimba advierte: ¡°Puedes conseguir m¨¢s popularidad, pero tambi¨¦n te puede hundir¡±.
La modelo valenciana Minerva Portillo lo vivi¨® en sus propias carnes. Una sesi¨®n de alto voltaje con Richardson supuso un viraje negativo a su carrera cuando estaba en lo m¨¢s alto. Aunque ha declinado declarar nada sobre ese suceso al ser contactada por este peri¨®dico, confiesa que apoya al 100% el creciente movimiento en su contra y que espera que se haga justicia.
Siempre he explotado mucho lo sexual, pero nunca le pido a nadie que haga algo que no har¨ªa yo mismo
Las llamadas a boicotear el trabajo de Richardson no son nuevas. Las afronta casi desde el arranque de su carrera, a principios de los noventa, cuando introdujo una est¨¦tica m¨¢s sucia (en todos los sentidos) que cal¨® progresivamente en revistas y campa?as. Hace una d¨¦cada, grupos feministas llamaron al sabotaje de la exposici¨®n Terryworld (que luego ser¨ªa un libro publicado por Taschen) en la emblem¨¢tica galer¨ªa Deitch Projects del Soho neoyorquino, remarcando el car¨¢cter ¡°mis¨®gino¡± y ¡°explotador¡± de su obra. Entre sus modelos, una prostituta adicta a la metanfetamina o su propia asistente practic¨¢ndole una felaci¨®n arrodillada bajo un escritorio.
?l no esconde nada de ese mundo. Al contrario, lo lleva a un primer plano. Tal y como relataba en la carta publicada en su defensa: ¡°Cuando me mud¨¦ a Nueva York en 1990, gran parte de mi trabajo se dirig¨ªa a documentar mi vida en el East Village. Yo era crudo y transgresor, y romp¨ª con las im¨¢genes pulcras y refinadas que ofrec¨ªa la moda entonces¡±.
Al realizar el calendario Pirelli 2010 en Bah¨ªa (Brasil), dijo a EL PA?S: ¡°Mis fotos son honestas. Siempre he explotado mucho lo sexual, pero nunca le pido a nadie que haga algo que no har¨ªa yo mismo. Le dec¨ªa a las chicas que se desnudaran y me dec¨ªan: ¡®Desn¨²date t¨²¡¯. Y yo lo hac¨ªa. Tienes que estar dispuesto a abrirte t¨² para que se abran otros¡±. En aquellas sesiones, Richardson se paseaba en albornoz, como recibe habitualmente en los castings que realiza en su propia casa.
Se puede decir que en todo este tiempo se ha entendido a Richardson como un renovador est¨¦tico que se toma sus licencias y cae en gracia. Raro es el famoso que declina hacerse un autorretrato junto a ¨¦l alzando el pulgar, incluido el propio Obama. La llama de la controversia la aviv¨® hace cuatro a?os la modelo danesa Rie Rasmussen al contar un encontronazo que tuvo con Richardson. ¡°Le dije: ¡®Lo que haces es completamente degradante para las mujeres. Espero que sepas que solo te follas a t¨ªas porque tienes una c¨¢mara, un mont¨®n de contactos en la moda y te publican en Vogue¡±. Poco despu¨¦s, Coco Rocha solicit¨® a su agencia no volver a trabajar con ¨¦l tras una sesi¨®n inc¨®moda, y Jamie Peck revel¨® que en 2004 se neg¨® a quitarse las bragas para unas fotos. La cita termin¨® de una manera similar al relato de la an¨¦cdota de arranque de este texto, con el asistente tendi¨¦ndole una toalla. ¡°Cuando sal¨ª de all¨ª sent¨ªa que me hac¨ªan falta dos duchas¡±, cont¨® Peck.
M¨¢s all¨¢ de controversias, ¨¦l mantiene en su web la llamada. Bajo un cartel¨®n con la palabra ¡°casting¡± y su socarrona sonrisa coronada por unas gafotas vintage, dice as¨ª: ¡°Posa para Terry. Si tienes 18 a?os o m¨¢s, eres hombre o mujer, y deseas posar sin ropa o en topless para un futuro proyecto, escribe aqu¨ª¡±.
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