Lady Goga, ?prisionera de su padre?
La BBC recibe una carta supuestamente escrita por la hija del dictador uzbeko En ella, asegura que Karimova est¨¢ retenida por convertirse en disidente del r¨¦gimen
Gulnara Karimova podr¨ªa haber vuelto a dar se?ales de vida. Durante meses mantuvo una campa?a contra su madre, su hermana y el jefe de la polic¨ªa secreta de Uzbekist¨¢n, pero en febrero la cuenta de Twitter de la hija mayor del tirano uzbeco fue clausurada y la que fuera la ni?a bonita del r¨¦gimen se sumi¨® en el m¨¢s absoluto de los silencios. Algo que no encaja con su ruidoso estilo. Desde ese momento, las sospechas apuntan a que se encuentra incomunicada y retenida en su pa¨ªs en contra de su voluntad. Y la confirmaci¨®n podr¨ªa estar en manos de la BBC, que acaba de recibir una carta supuestamente enviada por Karimova. En ella se mantiene que est¨¢ bajo arresto domiciliario con su hija adolescente en Tashkent y que ha recibido palizas de matones que trabajan para su padre, Islam Karimov.
La cadena brit¨¢nica reproduce en su web parte de la detallada y enrevesada misiva, que seg¨²n un graf¨®logo experto en manuscritos cir¨ªlicos tiene un 75% de posibilidades de haber sido escrita por Karimova. ¡°Fui una ingenua al pensar que en este pa¨ªs exist¨ªa la ley¡±, dice la carta. ¡°Nunca pens¨¦ que esto pudiera pasar en una naci¨®n que se presenta como civilizada. Una observaci¨®n m¨¢s atenta me ha mostrado toda la fealdad que tiene lugar aqu¨ª y que lleva mucho tiempo¡±.
Fui una ingenua al pensar que en este pa¨ªs exist¨ªa la ley¡±, sostiene una supuesta Gulnara en la misiva
Si la carta realmente viene del pu?o y letra de Karimova, supone una prueba irrefutable de lo lejos que puede llegar el brutal l¨ªder uzbeco para silenciar a los disidentes. Y si es cierto que Gulnara acaba de toparse con la cruda realidad, la revelaci¨®n le ha llegado tarde, tras dos d¨¦cadas disfrutando de caprichos y dinero f¨¢cil.
Durante un tiempo tuvo el dudoso honor de ser la cara glamurosa de esta antigua rep¨²blica sovi¨¦tica. Una barbie con ¨ªnfulas de liderazgo que combinaba roles institucionales con los deleites del lujo, la moda y el espect¨¢culo. Fue embajadora de Uzbekist¨¢n en Espa?a, donde viaj¨® anteriormente por tratos con Joan Laporta y embajadora ante las Naciones Unidas en Ginebra. Al mismo tiempo se presentaba como empresaria, fil¨¢ntropa, dise?adora de moda y joyas y cantante pop. Era una habitual de las fiestas de la jet set y se codeaba con Julio Iglesias, Sting y Elton John. No hab¨ªa exceso o delirio que no consiguiera a golpe de talonario. No resulta extra?o que los informes diplom¨¢ticos filtrados por Wikileaks la describieran como la persona m¨¢s odiada de Uzbekist¨¢n.
Represent¨® durante mucho tiempo la cara m¨¢s glamurosa de la ex rep¨²blica sovi¨¦tica
Esa siniestra Disneylandia fue progresivamente desmoron¨¢ndose. En 2010 cerr¨® una de sus empresas-tapadera. En 2011 fue expulsada de la semana de la moda de Nueva York por protestas de organizaciones de derechos humanos y la firma de joyer¨ªa Chopard rompi¨® sus lazos con ella. Con sus fuentes de ingresos y contactos mermados, Gulnara arremeti¨® contra sus allegados. Acus¨® a su madre y su hermana de brujer¨ªa y a Rustam Inoyatov, jefe de los servicios secretos, de codiciar el mando del pa¨ªs. En plena guerra tuitera se supo sospechosa de corrupci¨®n en Suiza y Suecia por sobornos entre de la empresa de telecomunicaciones n¨®rdica TeliaSonera y una de sus compa?¨ªas. Sus negocios, organizaciones solidarias y canales de radio y televisi¨®n fueron cerrados. Seg¨²n ella, venganza personal de Inoyatov. Otros mantienen que al perder influencia como im¨¢n de inversiones internacionales se convirti¨® en un estorbo para su padre. Lo poco que hay claro en todo este asunto es que este es solo otro cap¨ªtulo del culebr¨®n de Gulnara, en el que ella acaba de adoptar un nuevo papel: el de reprimida disidente pol¨ªtica.
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