El uso sospechoso de la palabra ¡°pueblo¡±
El sentido gramatical conduce a confundir los nombres colectivos con los cuerpos s¨®lidos
La palabra "pueblo" atesora connotaciones entra?ables. Asociamos "pueblo" con un lugar donde la vida transcurre tranquila y cuyos vecinos se conocen por su nombre y hasta por el nombre de sus padres: "Ese es Paco, el hijo de Manuela". Si alguien habla de su pueblo suele evocarlo con cari?o, y esta calidez alcanza incluso un valor comercial: nos venden bien el "pan de pueblo" o "las rosquillas de mi pueblo".
Ese sonido amable de "pueblo" ampara asimismo a la colectividad de personas que constituye la base de toda legitimidad democr¨¢tica; y nombra tambi¨¦n a aquel "pueblo" que decidi¨® en su d¨ªa construir verbos irregulares o defectivos, y que gobierna siempre los cambios de las palabras.
Los problemas comienzan cuando alguien observa al "pueblo" desde dentro de ¨¦l, no desde fuera, y se constituye a la vez en su ¨²nico portavoz.
Quienes sostienen posturas divergentes o minoritarias quedan as¨ª silenciados
El t¨¦rmino "pueblo" se encuadra en esa serie de nombres colectivos a los cuales da la lengua un valor homog¨¦neo aunque est¨¦n formados por una pluralidad de individuos: "el ej¨¦rcito", "la plantilla", "la orquesta"... La gram¨¢tica hace que estos sustantivos concuerden en singular con los otros elementos de la oraci¨®n, pues concebimos tales nombres como un solo ente. Y as¨ª decimos "el ej¨¦rcito atac¨® las posiciones enemigas", "la orquesta interpret¨® bien la sinfon¨ªa"; tomando el sujeto como un concepto unitario que act¨²a en bloque. Pero esa experiencia gramatical conduce a veces a que confundamos los nombres colectivos con los cuerpos s¨®lidos.
La voz "pueblo" se puede entender en ocasiones como nombre homog¨¦neo ("el pueblo tiene sus derechos"). Sin embargo, "pueblo" designa a un conjunto grande de personas, y a menudo entre ellas se producen discrepancias profundas. No podemos seguir aplicando ah¨ª, por tanto, el concepto de homogeneidad ni pensar en un solo agente, sino en miles o en millones. A menudo el "pueblo" se subdivide en opciones dispares, partidos opuestos, audiencias divididas, consumos divergentes. Sin dejar de ser el pueblo formado por iguales.
La Hoja de ruta 2013-2014 que acaba de elaborar el movimiento independentista Assemblea Nacional Catalana (ANC) coincide en concebir a los sujetos colectivos ("pueblo", "sociedad civil", "la sociedad catalana", "asamblea de alcaldes", "Espa?a"...) como entes uniformes, de cuya interpretaci¨®n p¨¦trea se apodera.
Vemos por ejemplo esta frase: "El objetivo prioritario del pueblo catal¨¢n es la celebraci¨®n de la consulta el 9 de noviembre de 2014". En ella la palabra "pueblo" funciona gramaticalmente en singular, pero solo se deber¨ªa observar sem¨¢nticamente como un plural. El t¨¦rmino "pueblo" absorbe aqu¨ª el todo, cuando solo puede significar una de sus partes. Lo mismo sucede en esta otra oraci¨®n: "No existe la voluntad por parte de Espa?a"..., en la cual se hace equivaler a su vez este nombre propio con una de sus fracciones: el Partido Popular.
La t¨¦cnica queda clara: el objetivo de una parte ("la consulta") se identifica con el objetivo de un todo ("el pueblo"); y en el caso de Espa?a en su conjunto, es el todo ("Espa?a") lo que se asimila con una sola de sus partes (la que parece no desear un acuerdo con "Catalu?a", nombre que se toma tambi¨¦n como un todo homog¨¦neo).
Muchas otras frases del documento pueden provocar an¨¢lisis similares: "La sociedad civil catalana ha de estar preparada y dispuesta para actuar en cualquiera de los escenarios pol¨ªticos que pueden llegar a producirse". "La idea sobre la que debe girar la convocatoria es que el pueblo de Catalu?a convoca la consulta". "Somos los ciudadanos los que hemos emprendido este proceso de independencia"...
Aquellos individuos que forman parte de esos nombres colectivos y sostienen posturas diferentes o minoritarias quedan as¨ª excluidos, alojados en el silencio, omitidos de las propias palabras que los nombran.
Los dirigentes pol¨ªticos y sociales representan en su conjunto al pueblo, s¨ª. Pero ninguno de ellos es el pueblo en su conjunto. Ni siquiera son la parte a la cual representan, sino solamente sus int¨¦rpretes.
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