Rostros marcados por una guerra

Huba tiene 20 a?os y pese a que ha experimentado cierta mejor��a se pasa el d��a hablando sola y tratando de cazar moscas con las dos manos o tendida en la cama acariciando la pared de su habitaci��n.J. M. L��pez

Un paciente descansa sentado en su cama del hospital Habeeb de Mogadiscio. El s��ntoma m��s com��n entre los enfermos psiqui��tricos es la depresi��n pero tambi��n la ansiedad y el estr��s postraum��tico.J. M. L��pez

Algunos pacientes tienen que ser inmovilizados con cuerdas o cadenas para evitar que traten de escapar por la noche, muchos de ellos tienen miedo a la oscuridad y eso les perturba.J. M. L��pez

Abdul Rahman Ali Awale, al que todo el mundo se dirige cari?osamente como doctor Habeeb, pasa consulta en el hospital mental de Mogadiscio. Ahmed, como se llama el paciente, luch�� durante a?os contra los islamistas de Al-Shabab y desde entonces ha perdido la raz��n.J. M. L��pez

Un paciente sufre convulsiones en una cama del hospital Habeeb de Mogadiscio donde permanece ingresado. Con m��s de un mill��n de muertos, cientos de miles de desplazados internos y refugiados, las consecuencias para la salud mental de los somal��es son m��s que evidentes.J. M. L��pez

Un enfermero ayuda a un paciente a incorporarse en una habitaci��n del hospital Habeeb de Mogadiscio. En los ��ltimos meses han tenido que levantar dos nuevos pabellones para que los pacientes puedan tumbarse a la sombra.J. M. L��pez

Un paciente permanece tumbado en su cama del hospital Habeeb de Mogadiscio. La mayor��a de los enfermos pasan el d��a adormilados por el intenso calor en sus colchones. Su rutina se limita a descansar y comer.J. M. L��pez