12 fotosLos partos de las mujeres aymaraOlmo Calvo, ganador del XVI premio de fotograf¨ªa humanitaria Luis Valtue?a, retrata la lucha contra la mortalidad materno infantil en Bolivia gracias a la adecuaci¨®n culturalLola HierroMadrid - 17 abr 2014 - 00:38CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlace"Lo que quiero mostrar con esta foto son las condiciones del lugar donde se desarrolla la historia, a 4.000 metros de altura. Tienes una zona des¨¦rtica y monta?as con nieve y mucho fr¨ªo. Todas las im¨¢genes est¨¢n hechas en Patacamaya o en Coro Coro, excepto esta que tom¨¦ desde el avi¨®n y en la que se ve el entorno y se intuyen las condiciones de vida tan duras. Es una vista general de la ciudad de El Alto, pegado a La Paz. El trabajo que realic¨¦ fue a una hora de all¨ª, a 100 kil¨®metros, pero esta imagen sirve para mostrar las condiciones de vida de un lugar muy ¨¢rido y muy des¨¦rtico, pero que tambi¨¦n tiene nieve y fr¨ªo".OLMO CALVO"Un d¨ªa llegu¨¦ al hospital de Patacamaya y una enfermera me dijo que una madre hab¨ªa tenido un beb¨¦ muerto porque, debido a su miedo a la medicina biom¨¦dica, no fue al hospital antes. Primero estuve con la madre, Andrea Par¨ªs Mamami, y luego acompa?¨¦ a los vecinos de su pueblo, Bel¨¦n Iquiaca, muy cerca de Patacamaya. Las circunstancias de esta familia eran muy duras porque el marido de Andrea ten¨ªa problemas con el alcohol, casi nunca estaba en casa y, cuando el ni?o naci¨® muerto, desapareci¨®, yo no le pude conocer. La pareja viv¨ªa con sus dos hijas en una casa prestada, una especie de almac¨¦n peque?ito de barro con techo de uralita, una cama grande y lleno de trastos. Cuando llegu¨¦ no hab¨ªa nadie m¨¢s de la familia, solo las hijas y dos vecinos que se hicieron cargo de enterrar al beb¨¦ muerto. En la foto se ve a las dos hijas, Segundina, de 12 a?os, e Iliana, de ocho, mirando sorprendidas el cad¨¢ver de su hermano".OLMO CALVO¡°Isidro Guachalla, de 60 a?os, es vecino de la familia de Andrea Par¨ªs Mamani, la mujer que tuvo un beb¨¦ muerto en el hospital de Patacamaya. ?l fue quien se hizo cargo del entierro desde el primer momento. En un rato construy¨® un ata¨²d con unas tablas porque no ten¨ªan con qu¨¦ enterrar al ni?o y, con otro vecino que se llamaba Antonio Tola Lima, de 66 a?os, carg¨® el f¨¦retro hasta el cementerio. Fue todo bastante informal: llegaron, trajeron el cad¨¢ver del beb¨¦ desde el hospital, estuvieron con las hijas de esta mujer y luego fueron con ellas y un par de vecinos al cementerio, donde se pusieron a cavar un hoyo y lo enterraron. En la foto se ve a Isidro cavando, pero se fueron turnando ¨¦l y Antonio hasta que hicieron un hoyo suficientemente profundo. Luego pusieron una crucecita de madera muy humilde que tambi¨¦n fabric¨® Isidro con dos maderas y un clavo¡±.OLMO CALVO¡°Ella es Silvia Aliaga, de 19 a?os y embarazada de 39 semanas, en la puerta de su casa, en Patacamaya. Esta chica, que es muy jovencita, ten¨ªa ya otros dos hijos: Grover Condori, de cuatro a?os, y Mar¨ªa Fernanda, de un a?o. Viv¨ªa en una casa muy humilde, muy chiquitita. No conoc¨ª a su marido porque trabajaba en Chile y pasaba temporadas largas fuera de casa. La mujer se pasaba el d¨ªa cuidando a los ni?os, haciendo labores de la casa, lavando ropa, etc. Empec¨¦ a seguir a esta chica porque iba a tener a su beb¨¦ en una sala de adecuaci¨®n intercultural pero al final le hicieron una ces¨¢rea porque se hab¨ªa pasado de la fecha de dar a luz y no dilataba ni romp¨ªa aguas. Ella se resist¨ªa porque ya hab¨ªa tenido una y sufri¨® bastante para recuperarse, as¨ª que hablamos con una doctora y una partera del hospital de Patacamaya y ellas fueron a casa de Silvia y estuvieron explic¨¢ndole que la operaci¨®n era por su bien ya que su vida y la de su hijo pod¨ªan correr riesgo. Al final la convencieron; fue al hospital, le hicieron la ces¨¢rea y sali¨® bien por suerte¡±.OLMO CALVO¡°Aqu¨ª vemos a la partera Valeria Guarachi, de 48 a?os, que est¨¢ masajeando a Zenobia Mamani. Zenobia es una mujer de 38 a?os embarazada de 38 semanas, y est¨¢ en su casa de Patacamaya. Las parteras tienen mucho trabajo previo antes de los partos masajeando la barriga de las mujeres para colocar al beb¨¦ si no est¨¢ en la posici¨®n adecuada para salir. Hay varios m¨¦todos: uno son los masajes, que se suelen hacer con pomada de coca o de eucalipto. El segundo m¨¦todo es el del manteo: cogen una manta por los picos, agarran a la mujer, que est¨¢ tumbada, y la mueven de un lado a otro. Se supone que con esos movimientos colocan el feto. En esta foto, Valeria est¨¢ dando masajes a Zenobia, pero antes la estuvo haciendo tambi¨¦n el manteo¡±.OLMO CALVO¡°Esta mujer es una m¨¦dico tradicional que ha asistido a un encuentro que tuvo lugar en la localidad de Callapa. Son citas promovidas por M¨¦dicos del Mundo entre m¨¦dicos tradicionales, que engloba a parteras, espiritistas y doctores. Se llama m¨¦dicos tradicionales a todos los que trabajan por el bien del cuerpo o del esp¨ªritu, cualquiera sea la forma. Se re¨²nen para intercambiar conocimientos, y M¨¦dicos del Mundo coordina y gestiona que estos encuentros se puedan dar; ellos consiguen los lugares y muchas veces llevan a expertos para que unos puedan ense?ar a otros y entre todos sumen conocimientos. En este caso, la imagen muestra a una m¨¦dico que est¨¢ recogiendo hierbas al lado de un riachuelo para luego fabricar pomadas medicinales¡±.OLMO CALVO¡°Vemos a Margarita Guarachi, de 34 a?os, dando a luz en una sala con adecuaci¨®n cultural en el hospital de Coro Coro. La foto es importante porque vemos que, adem¨¢s de su marido, est¨¢n juntos el doctor y la partera, algo muy importante porque se busca la interacci¨®n entre la medicina tradicional y la medicina moderna: que una aprenda de la otra. Las salas con adecuaci¨®n cultural est¨¢n promovidas por M¨¦dicos del Mundo junto a hospitales y al Ministerio de Salud boliviano. Son habitaciones acondicionadas como si fuesen las casas de las mujeres que van a dar a luz. ?Por qu¨¦ hay un ¨ªndice alto de mortalidad materno infantil? Porque hay mujeres que se desangran en su casa y beb¨¦s que se mueren por no recibir un tratamiento adecuado, que ser¨ªa muy accesible si estuvieran en un hospital. Las mujeres de la etnia aymara tienen miedo de ir a los hospitales porque hay un cierto abuso de las ces¨¢reas. Son mujeres que trabajan en el campo, que tienen condiciones de vida complicadas y no pueden permitirse tener una herida en el vientre mucho tiempo porque les impide trabajar¡±.OLMO CALVO¡°Aqu¨ª tenemos a Ceferina Si?ani Chiparer, de 31 a?os, dando a luz de rodillas porque estaba m¨¢s c¨®moda en esa posici¨®n. Debajo le pusieron una colchoneta y fueron los m¨¦dicos quienes se adaptaron a la posici¨®n que la mujer hab¨ªa elegido. Ceferina fue con su hijo Jos¨¦ Armando, de 12 a?os, que est¨¢ en la esquina de la foto viendo c¨®mo su hermano ha venido al mundo. El doctor est¨¢ cortando el cord¨®n umbilical y por suerte sali¨® todo bien. Ceferina est¨¢ pariendo con la ropa que trajo de su casa; vino con la falda y se fue con la falda. Le pusieron esas s¨¢banas sobre los muslos para que no se ensuciara. Con la adecuaci¨®n cultural se intentan imitar las casas de esas mujeres con el suelo y las camas de madera, las paredes pintadas de ocre, permitiendo estar a la familia, etc. Tambi¨¦n tienen una peque?a cocina ¨²til para hacer infusiones, sopas... algo que tambi¨¦n es muy importante para ellos¡±.OLMO CALVO¡°Este es el beb¨¦ reci¨¦n nacido de Lidia Mamani, de 40 a?os, que dio a luz en la sala de adecuaci¨®n cultural del hospital de Patacamaya. Lleg¨® y lo tuvo bastante r¨¢pido. La foto es simple pero contiene mucha informaci¨®n: se ve a la mujer pariendo mientras a¨²n lleva su propia falda de tela marr¨®n; se ve un zapato que qued¨® ah¨ª tirado porque lleg¨® con las prisas y se los quit¨®; se ven los pies sucios de trabajar en el campo y se ve sangre tambi¨¦n porque acaba de nacer el ni?o. Todav¨ªa no le hab¨ªan cortado el cord¨®n umbilical, no se ve pero est¨¢ ah¨ª. Cuando lleg¨® Lidia la empezaron a preparar muy r¨¢pido pero no dio tiempo ni siquiera a colocar la colchoneta. En un momento de distracci¨®n, cuando la mujer estaba ya de rodillas, tuvo al beb¨¦. Fue una sorpresa. La imagen muestra el primer llanto del reci¨¦n nacido y la forma de dar a luz de rodillas. Ella est¨¢ apoyada, en el hueco entre dos camas¡±.OLMO CALVO¡°Lo id¨®neo y lo que buscan tanto M¨¦dicos del Mundo como las pol¨ªticas de Evo Morales es lograr una conciliaci¨®n para que las mujeres tengan los beb¨¦s como ellas quieran pero siempre con una seguridad, minimizando riesgos. Por eso se construyeron las salas de adecuaci¨®n en los hospitales: est¨¢n las parteras tradicionales, pero si las madres son primerizas o tienen alguna complicaci¨®n en el parto, tambi¨¦n hay quir¨®fanos cerca. En este caso hubo necesidad de que el beb¨¦ naciera por ces¨¢rea; hay casos necesarios porque, si no pueden morir el ni?o o la madre. Este es el caso de Silvia Capia Lima, una chica de 17 a?os, en el quir¨®fano del hospital de Patacamaya. El beb¨¦ est¨¢ reci¨¦n nacido, tiene a¨²n el cord¨®n umbilical. En la foto est¨¢n la cirujana y los doctores, que le acaban de sacar de la pancita¡±.OLMO CALVO"Esta imagen muestra la vida de la mujer en el altiplano boliviano, que es muy dura. Estas v¨ªas del tren est¨¢n en desuso y son utilizadas como un camino para ir de un sitio a otro. La mujer transporta a su espalda desde alimentos y cosas para la casa hasta a los beb¨¦s, usan esas telas para todo. La foto sirve para ver las condiciones de vida de un lugar tan ¨¢rido y des¨¦rtico, y tambi¨¦n representa el trabajo de la mujer: camina grandes distancias, es una parte activa de la econom¨ªa familiar, trabajan la tierra, cuidan animales...".OLMO CALVO¡°Zenobia Mamani Ramos descansa en su casa de Patacamaya despu¨¦s de haber dado a luz en una sala con adecuaci¨®n cultural del hospital de su ciudad. La vemos en la cama junto a su beb¨¦ reci¨¦n nacido y a su madre, la abuela del ni?o. Es curioso ver a las tres generaciones juntas. Est¨¢ Zenobia mirando a su hijo con cara de satisfacci¨®n y su madre la ayuda arropando al beb¨¦. Esta es una habitaci¨®n t¨ªpica de una casa del altiplano boliviano: suelo de madera, camas de madera, un mont¨®n de capas de mantas para abrigarse... Tambi¨¦n est¨¢n las telas, los gorritos... son prendas que ellos usan porque es propio de su cultura. Esta mujer ten¨ªa la suerte de que no necesitaba trabajar, solo iba al mercado a vender cosas, pero despu¨¦s de dar a luz se qued¨® descansando. Aunque su parto fue muy r¨¢pido, despu¨¦s tuvo dolores as¨ª que pas¨® varios d¨ªas en la cama recuper¨¢ndose. Fue su madre a ayudarla con el beb¨¦ y con las cosas de la casa¡±.OLMO CALVO