Un gesto de firmeza
Susana D¨ªaz frena una entrega discrecional de viviendas a un colectivo de okupas
La firmeza con que la presidenta de Andaluc¨ªa, Susana D¨ªaz, ha frenado una entrega discrecional de casas por parte de la consejer¨ªa de Vivienda, en manos de IU, sale al paso del debate generado por una gesti¨®n discutible para el realojo de un colectivo de okupas. Pero m¨¢s all¨¢ del hecho concreto, tambi¨¦n plantea la discusi¨®n de lo que debe hacer un partido de gobierno. Parece obvio que ha de respetar las leyes, o cambiarlas cuando no se adec¨²en a su programa. Lo que no se puede es tratar mejor a los okupas que a los que aguardan turno en las listas de espera, y eso es lo que ha quedado en cuesti¨®n a cuenta de este episodio.
Editorial anterior
No hay duda de que la vivienda es un asunto grave en Andaluc¨ªa, como en otras partes de Espa?a. Hay un amplio movimiento de protesta, se multiplican las movilizaciones por el derecho a una vivienda digna; y los intentos de resolver este serio problema siempre resultan insuficientes frente a la magnitud de las necesidades causadas por la crisis tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria.
Siendo cierto todo eso, Andaluc¨ªa es precisamente la comunidad en la que Izquierda Unida gestiona desde el poder las competencias de Fomento y Vivienda, lo cual le llev¨® a alumbrar la ley antidesahucios ¡ªrecurrida al Constitucional por el Gobierno de Rajoy¡ª, en paralelo con la existencia de experiencias como la llamada Corrala Utop¨ªa, sobre la que hasta hace poco nada dec¨ªan ni el PSOE ni IU. El desalojo de sus okupantes se produjo por orden judicial, que tambi¨¦n encomend¨® a los poderes p¨²blicos el alojamiento de aquellas personas que estuvieran en riesgo de exclusi¨®n social. Sin evaluar cu¨¢les eran, la consejer¨ªa procedi¨® a gestionarles viviendas p¨²blicas. Se da as¨ª la impresi¨®n de que merece la pena utilizar el m¨¦todo de la patada en la puerta, en vez de aguardar el turno de adjudicatarios de viviendas p¨²blicas.
Resulta un tanto simple la visi¨®n de Cayo Lara, l¨ªder de IU, que divide a las partes de este conflicto pol¨ªtico entre los que piensan que los desalojados ¡°ten¨ªan que dormir debajo de un puente¡± y los que, como IU, creen que ¡°tienen que dormir en viviendas siempre que haya viviendas¡±. El pol¨ªtico ha de buscar soluciones legales, en vez de limitarse a coger lo que haya sin m¨¢s tr¨¢mite. Andaluc¨ªa es una de las comunidades con mayor tasa de paro (m¨¢s de un mill¨®n de desempleados), necesitada de atraer inversiones para reactivar la econom¨ªa. Precisamente porque el problema es muy grave, tiene poco sentido suponer que las soluciones vendr¨¢n del populismo.
Falta por ver hasta qu¨¦ punto la crisis de los okupas afecta a la estabilidad de la coalici¨®n PSOE-IU en Andaluc¨ªa. Es posible que se resuelva sin traumas, sabiendo que Susana D¨ªaz tendr¨ªa que anticipar las elecciones en caso contrario. La presidenta de la Junta de Andaluc¨ªa ofrece un perfil de audacia y autoridad que acrecienta su papel como valor en alza en el PSOE.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.