Berlusconi, al geri¨¢trico
Nadie duda de que el ex primer ministro italiano desempe?ar¨¢ con maestr¨ªa su labor social en un asilo
A sus 77 a?os, Silvio Berlusconi va a ingresar en el geri¨¢trico de la Sagrada Familia de Cesano Boscone, cerca de Mil¨¢n. Pero no como inquilino, sino como servidor social. El tres veces primer ministro de Italia tendr¨¢ que dedicar 168 horas (cuatro horas a la semana, durante 10 meses) a cuidar a coet¨¢neos suyos. Y no puede quejarse: es la forma m¨¢s c¨®moda de cumplir una condena a cuatro a?os de c¨¢rcel por fraude fiscal ¡ªque luego se redujo a un a?o gracias a una amnist¨ªa¡ª.
La paradoja es que Berlusconi, tan adicto al b¨®tox y a los trasplantes capilares para combatir el envejecimiento, se ha librado de la celda gracias a su edad provecta. La alternativa era pasar el a?o bajo arresto domiciliario, algo que angustiaba al inquieto magnate. De modo que sus abogados han expresado su satisfacci¨®n con la decisi¨®n del juez de vigilancia penitenciaria, por mucho que se haya referido a su ilustre defendido como ¡°una persona todav¨ªa socialmente peligrosa¡±. Pelillos a la mar. Berlusconi, al que ya no se le puede llamar Cavaliere porque el Senado le retir¨® el t¨ªtulo tras su condena, podr¨¢ trasladarse a su casa de Roma de martes a jueves y participar de lleno en la actividad de su partido, Forza Italia, que pasa por horas bajas y necesita del l¨ªder en la campa?a de las elecciones europeas.
Hay que reconocer que Berlusconi no ha logrado todo lo que pretend¨ªa. En concreto, hab¨ªa solicitado que le permitieran montar un centro de acogida en el jard¨ªn de una de sus mansiones milanesas y que le llevaran los ancianos y discapacitados a domicilio. Pero nadie duda de que el ex primer ministro desempe?ar¨¢ con maestr¨ªa y entrega su labor en el asilo.
Despu¨¦s de todo, lo suyo es el entretenimiento, y no solo por los negocios de televisi¨®n. ?l se gan¨® la vida como cantante de cruceros y showman y seguro que sabr¨¢ alegrarles el d¨ªa a los ancianos que se dejen. Es m¨¢s, no hay que descartar que los afilie a su partido. Transcurridos los 10 meses, los tribunales deber¨¢n certificar el buen comportamiento del condenado. Claro que a¨²n le quedan otras causas pendientes por inducci¨®n a la prostituci¨®n de menores, compra de senadores y corrupci¨®n de testigos. Pero hasta que no se demuestre lo contrario, Berlusconi es incombustible.
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