El rey del (nuevo) juego

?Ha hecho algo por lo que podamos conocerlo?

Vistos con frialdad, los mayores logros que Steve R. McQueen ha conquistado en sus primeros 25 a?os de vida son un par de papeles como actor en las series CSI: Miami o Numb3rs y un debut cinematogr¨¢fico ¡ªen Pira?a 3D, cuyo t¨ªtulo hace redundante cualquier definici¨®n¡ª que no fue precedido de ning¨²n otro proyecto. Pero todo esto es cuesti¨®n de perspectiva. En realidad todo lo que necesita Steve R. McQueen es ser Steve R. McQueen: nieto del legendario actor del Hollywood cl¨¢sico con el que casi comparte nombre y de Neile Adams, la hispano-filipina que es t¨ªa de Isabel Preysler. Este chico no es solo un actor de extra?o atractivo y facilidad para acumular fans. Es, en tanto que primo segundo de Enrique Iglesias y v¨ªnculo de las familias de Steve McQueen y Julio Iglesias, parte de esa casta creciente, pero siempre escasa, en el entretenimiento estadounidense que es la realeza de Hollywood.

?Y de qu¨¦ sirve formar parte de esta casta?

Tiene sus usos evidentes como encontrar trabajo ante las c¨¢maras con relativa tranquilidad: el Steve que nos ocupa, por ejemplo, lleva cinco a?os interpretando a un m¨¦dium adolescente en la serie Cr¨®nicas vamp¨ªricas, lo cual le ha dado acceso directo a los ojos de chicas preadolescentes de todo Estados Unidos, que a su vez ha generado un culto imparable hacia ¨¦l en Internet. Basta con poner su nombre y la palabra novia al lado para ver que la cuesti¨®n lleva media d¨¦cada suscitando un acalorado debate en foros de todo tipo y tambi¨¦n en revistas. Lo cual es otro rasgo de la realeza de Hollywood: la habilidad ¨²nica para conjurar titulares solamente por el poder de la evocaci¨®n. En el caso de McQueen, tuvo como novia a Dylan Penn, la hija de Sean Penn y Robin Wright. Solo ese choque de apellidos conocidos era suficiente como para que todo lo que hiciera la pareja pareciera relevante.

?Por qu¨¦ decimos que ha debutado?

Porque hasta hace bien poco, Steve R. McQueen ten¨ªa dos opciones: pod¨ªa seguir trabajando y aumentando su curr¨ªculo; luchando porque sus logros pudieran verse con frialdad, en otras palabras. O pod¨ªa aceptar que no necesita hacer nada de esto y alimentar el culto a s¨ª mismo. Ha optado por lo segundo, la renta din¨¢stica. En los ¨²ltimos meses, McQueen se ha apuntado a la moda de mostrar su torso en Instagram sin importar el contexto (viendo los Oscar, jugando en casa, en Coachella, en casa¡­). Y para qu¨¦ m¨¢s. Nunca antes hab¨ªa generado tantos titulares.