Arquitectura con latas de refresco
Que los desechos del pasado se conviertan en materiales para futuros edificios es m¨¢s una urgencia que una utop¨ªa. El profesor Juan Rom¨¢n trata de demostrarlo en sus clases de actividades especiales cuando los alumnos de la Escuela de Arquitectura de Talca, en Chile, estudian las posibilidades del desecho. No solo se trata de construir con lo que se supone que ya no sirve. Se trata, a su vez, de enviar un mensaje que hable de cooperaci¨®n, de responsabilidad y de arquitectura sostenible. Eso hizo Luis Calqu¨ªn cuando levant¨® un pabell¨®n con refrescos en San Vicente de Tagua.
Calqu¨ªn habla de ¡°catastro de materiales¡±, que consiste en averiguar lo que sobra en abundancia en cada lugar. En San Viente de Tagua hab¨ªa excedente de hojalata y ¨¦l decidi¨® aplastar las latas de refresco y comprimirlas hasta convertirlas en una pieza constructiva 100% reciclable.
Ten¨ªa la unidad y lo siguiente fue buscar una manera de juntar varias hasta construir un espacio. Para decidir c¨®mo ser¨ªa ese espacio recurri¨® a la topograf¨ªa. Fue el sistema constructivo basado en el tejido de las piezas, lo que dibuj¨® un pabell¨®n para uso p¨²blico. Adem¨¢s de dejarse ver, el propio sistema constructivo se convertir¨ªa en un abogado del reciclaje y en un anuncio de la escuela de arquitectura chilena.
Con un mecanismo de palanca ideado por el alumno, que ajust¨® las piezas a las dimensiones requeridas, Calqu¨ªn teji¨® un manto vers¨¢til que, adem¨¢s de generar formas diversas, puede adaptarse a distintos lugares. La sombra, los juegos de brillos y sonidos, cierta privacidad, algo de esperanza y mucha sorpresa habitaron desde el principio el pabell¨®n.
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