El fin de la humanidad
No parece que nos acordemos, pero este julio se cumplir¨¢n cien a?os del inicio de la Primera Guerra Mundial. Se calculan casi 40 millones de bajas entre muertos y desaparecidos. Poco menos que la poblaci¨®n total de Espa?a desapareci¨® de la faz de la Tierra, con consecuencias: la Sociedad de Naciones, ahora la ONU, que no da muestras de capacidad para detener las guerras. Y lo que es m¨¢s importante, la sociedad no est¨¢ deteniendo las guerras. Es necesario un cambio radical en el modo de pensar general; unidos, pero no sin un enorme esfuerzo, es posible cambiar la situaci¨®n.
Entre las guerras por pol¨ªtica, religi¨®n e intereses por recursos perdieron la vida m¨¢s de 110 millones de personas, que no es poco. De hecho, siguen muriendo mientras yo escribo y usted lee esta carta. Por eso conf¨ªo en que, parad¨®jicamente, a¨²n quede algo de humanidad en el ser humano y seamos capaces de acabar de una vez por todas con esta barbarie.
Como bien dec¨ªa John Fitzgerald Kennedy, ¡°el hombre tiene que establecer un final para la guerra. Si no, ¨¦sta establecer¨¢ el fin de la humanidad¡±.¡ª Mart¨ªn Marhuenda Mu?oz.
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