Mundiales averiados
Brasil, con una oleada de protestas y problemas con las infraestructuras, y Catar, con sus alt¨ªsimas temperaturas, le complican la vida a la FIFA
Terci¨® el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, en una cadena suiza y dijo: ¡°Por supuesto que designar Catar como sede del Mundial en 2022 fue un error, pero cometemos muchos errores en la vida¡±. Solt¨® otras perlas. Por ejemplo, que Francia y Alemania presionaron para que se concediera la organizaci¨®n a un pa¨ªs del Golfo; incluso sugiri¨® que las presiones se explican por la presencia empresarial de ambos pa¨ªses en la zona. Todo fue torpemente desmentido despu¨¦s por el propio Blatter, e incluso el Ministerio de Exteriores franc¨¦s intent¨® salir al paso de la incontinencia verbal del jefe del f¨²tbol mundial con un comunicado ¡ªde esos que desmienten poco¡ª en el que niega fundamento a Blatter. Demasiado tarde, la liebre ya est¨¢ en la carrera. Y lo est¨¢ porque Blatter, proclive a ofuscarse ante las c¨¢maras (recu¨¦rdese su desnortada parodia de Cristiano Ronaldo), solo dice (por boca de ganso) lo que todos los futbolistas y t¨¦cnicos saben: que en Catar, en verano, a 50 grados cent¨ªgrados, no se puede jugar al f¨²tbol; y en invierno, a 40 grados, tampoco.
El aficionado tiene derecho a su propia cuota de asombro: ?y ya est¨¢? ?El presidente de la FIFA puede decir que el mundial en Catar es un error sin que se mueva un s¨®lo pelo de las cabezas del Comit¨¦ Ejecutivo de la Federaci¨®n? Si la decisi¨®n fue equivocada, ?nadie es responsable ni hay correcci¨®n posible? Lo propio ser¨ªa que el Comit¨¦ Ejecutivo de la FIFA explicara, con las actas de la decisi¨®n a la vista, qu¨¦ ventajas ofrece un Mundial cocido al vapor y en horarios descolocados. En todo caso, existe un deber de transparencia en las decisiones de este tipo que la FIFA desprecia por sistema.
Vivimos meses dif¨ªciles para los Mundiales. Mientras el de Catar se cuece a fuego lento en su inverosimilitud t¨¦rmica, el de Brasil, a un mes de celebrarse, intenta sobrevivir a un polvor¨ªn pol¨ªtico y a los retrasos en las infraestructuras. Una oleada de huelgas y manifestaciones protesta contra los abusos cometidos ¡°en nombre de la Copa del Mundo¡± y contrapone el gasto en balones con la pobreza y la falta de viviendas. A la FIFA y a su Comisi¨®n Ejecutiva les pierde su falta de tacto pol¨ªtico; y lo malo es que a estas alturas no lo van a aprender.
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