Aviso necesario
Estados Unidos reacciona con contundencia al espionaje y robo de tecnolog¨ªa por parte china
La decisi¨®n de Estados Unidos de presentar cargos criminales contra cinco altos mandos militares chinos por espiar a varias industrias norteamericanas supone una seria advertencia al r¨¦gimen de Pek¨ªn por parte de Washington y un paso, hasta ahora sin precedentes, en el enfrentamiento cibern¨¦tico que libran ambos pa¨ªses. Seg¨²n el Departamento de Justicia estadounidense, los hackers,pertenecientes a una unidad especial del Ej¨¦rcito chino encargada espec¨ªficamente de estas actividades, se hab¨ªan introducido en los sistemas de empresas privadas en sectores como la energ¨ªa nuclear, el acero y el aluminio. Los militares chinos, cuyas posibilidades de ser juzgados en EE?UU son cuando menos remotas, tambi¨¦n hab¨ªan pirateado los ordenadores de un sindicato.
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Con esta medida, la Administraci¨®n de Barack Obama env¨ªa a China el mensaje de que est¨¢ comprometida no solo en la defensa inform¨¢tica de sus infraestructuras estrat¨¦gicas susceptibles de sufrir un ataque inform¨¢tico, como centrales nucleares, embalses o tendidos de alta tensi¨®n: la ciberdefensa afecta tambi¨¦n a empresas privadas estadounidenses que ¡ªal igual que otras compa?¨ªas occidentales¡ª en los ¨²ltimos a?os asisten a un proceso ininterrumpido e impune de robo de tecnolog¨ªa, de ideas y de la inversi¨®n que ha costado plasmarlas en la realidad. Conviene recordar que China ha alcanzado la primac¨ªa mundial en algunas industrias punteras, como la producci¨®n de paneles solares, mediante la copia de los dise?os originales y su fabricaci¨®n a muy bajo coste, rompiendo las m¨ªnimas reglas de juego del comercio internacional. Esta agresiva estrategia ha supuesto la desaparici¨®n de numerosas industrias en otros pa¨ªses, con la consiguiente p¨¦rdida de empleos.
Esto es lo que explica en buena parte la reacci¨®n de EE UU: las consecuencias econ¨®micas del espionaje econ¨®mico ¡ªsobre todo cuando es realizado por instituciones, como el Ej¨¦rcito, que forman parte del Gobierno chino¡ª dentro de sus propias fronteras. La Administraci¨®n quiere mostrarse sensible ante el creciente descontento de las empresas que ven c¨®mo, con una rapidez asombrosa, el resultado de sus inversiones en I+D cruza ilegalmente el Pac¨ªfico para hacer desde all¨ª la competencia a sus productos.
Pek¨ªn ha reaccionado convocando al embajador estadounidense y calificando de ¡°hip¨®crita¡± la postura de Washington: al fin y al cabo todo el mundo esp¨ªa a todo el mundo en cualquier campo, y China recuerda que los recientes esc¨¢ndalos internacionales de espionaje involucran directamente al Gobierno de EE?UU.
Inevitablemente el espionaje militar, tan antiguo como las mismas sociedades, seguir¨¢ existiendo y siendo escenario de una pugna silenciosa y escondida, pero es necesario trazar ante China el l¨ªmite definido de que la sustracci¨®n de tecnolog¨ªa civil por parte de un Estado coloca a quien lo practica fuera del juego del comercio internacional y sus beneficios.
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