Divorciada de lujo
Elena Ribolovleva ha protagonizado la separaci¨®n m¨¢s cara de la historia Tras una guerra matrimonial de seis a?os, con acusaciones de robo y c¨¢rcel de por medio, su multimillonario exmarido ruso deber¨¢ pagarle 3.200 millones de euros
Las orillas del Lago Lem¨¢n son una tierra de excepcional belleza en la cual viven muchos de los ricos y poderosos de este mundo. Desde los vi?edos de Lavaux hasta Montreux, y desde Lausana a Ginebra, abundan las casas espectaculares. Pero en este qui¨¦n es qui¨¦n de las grandes fortunas, hay un barrio que brilla con luz propia y que para los suizos representa algo parecido al Olimpo: se trata de Cologny.
Situado a las puertas de Ginebra, a tiro de piedra del famoso chorro de agua y del club n¨¢utico, en este barrio viven altos cargos de organismos internacionales, capitanes de empresa, millonarios disfrutando del exilio fiscal, hijos de dictadores varios y una exestudiante de medicina siberiana de 46 a?os cuyo nombre de soltera es Elena Chuprakova.
En la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica, la joven se consagr¨® con fervor al estudio de las matem¨¢ticas, espoleada por una madre ingeniera ¡°que solo cre¨ªa en el valor del trabajo duro¡±. Tras casarse en 1987 con un compa?ero de estudios de la Facultad de Medicina de Perm, pas¨® a llamarse Elena Ribolovleva. Su ya exmarido es Dmitri Ribolovlev, propietario del equipo de f¨²tbol AS de M¨®naco, situado hoy en el puesto 119 de las mayores fortunas del mundo que publica la revista Forbes, con activos valorados en unos 7.400 millones de euros. Dmitri Ribolovlev pertenece a esa casta de oligarcas que de forma oscura supieron hacer fortunas inimaginables tras la ca¨ªda de la URSS en 1991.
En su caso, los miles de millones provienen de minas de potasio, que le valieron el mote de ¡°rey de los fertilizantes¡±. Tras comprar las minas de Berezniki y convertirse en patr¨®n de la minera Uralkali, pas¨® una temporada en la c¨¢rcel en 1996, acusado de haber mandado asesinar al director de la empresa rival, Neftejimik. Blanqueado por la justicia rusa, se instala en Ginebra con su mujer e hija. En 2010, sometido a presiones del c¨ªrculo de Putin, vende sus empresas y se muda de forma definitiva a Montecarlo.
Dmitri y Elena tuvieron dos hijas, Ekaterina, nacida en 1989 que vive en Estados Unidos, y Anna, nacida en 2001. El pasado lunes 13 se hizo p¨²blico un fallo del Juzgado de Primera Instancia de Ginebra poniendo fin a la uni¨®n y accediendo a conceder a Elena la friolera de 4.020.555.987,80 francos suizos, o 3.200 millones de euros en concepto de finiquito tras un proceso de divorcio que ha durado seis a?os y que fue definido por la prensa rusa como ¡°una guerra despiadada¡±. Seg¨²n el fallo, la custodia de la peque?a Anna queda en manos de su madre.
La atractiva rusa acoge en su mansi¨®n de Ginebra a grandes artistas
Tan despiadada lleg¨® a ser esa guerra, que el 24 de febrero de 2014 Elena fue arrestada en el aeropuerto de Larnaca, Chipre, acusada por su exmarido de haber ¡°robado¡± un anillo con diamantes de 25 millones de d¨®lares. Detenida durante varios d¨ªas, Elena termin¨® siendo liberada al probar con la factura de compra que el anillo hab¨ªa sido un regalo de su marido ofrecido en los d¨ªas de vino y rosas.
Pero volvamos al inicio. Una de las consecuencias directas del juicio de divorcio es que Elena posee ahora algo conocido en el ambiente como ¡°El Agujero de Cologny¡±. Una mansi¨®n en disputa que estuvo en el origen de esta guerra matrimonial. Dmitri Ribolovlev ten¨ªan la intenci¨®n de crear en este espacio privilegiado un Petit Trianon, al estilo del Palacio de Versalles. Un espacio apabullante con salas de conciertos, piscinas subterr¨¢neas y espacios polideportivos. Aunque, de momento, lo ¨²nico que puede verse desde el aire es un gigantesco cr¨¢ter pues las obras no han podido ser iniciadas. De ah¨ª el mote del curioso lugar.
A diferencia de su glamuroso exmarido, en sus raras apariciones p¨²blicas, Elena se presenta como una persona discreta, instalada en Suiza buscando calidad de vida y una educaci¨®n inmejorable para su hija. Y hablando de hijos, la prensa rusa daba cuenta de un dato curioso: mientras que Elena ¡°pone todo el peso en una educaci¨®n de excelencia y valores ¨¦ticos¡±, su exmarido permitir¨ªa a su hija mayor todos los excesos a los que tan aficionados parecen muchos oligarcas rusos.
Desde la compra del piso m¨¢s caro de Nueva York por 65 millones de euros hasta hacerse por 125 millones con la isla Skorpios, que fuera propiedad del legendario armador griego Arist¨®teles Onassis, nada parece demasiado para Dmitri Ribolovlev.
Cuando la peque?a Anna ten¨ªa 11 a?os, su padre le propuso un viaje a Los ?ngeles, donde ¡°podr¨ªa tomar el t¨¦ con Lady Gaga o Britney Spears¡±, pero la madre quiso recordarle que si eso ocurr¨ªa ¡°no era porque fueran sus amigas, sino porque su padre les pagaba docenas de millones de d¨®lares para que as¨ª lo hicieran¡±.
La ambiciosa Elena afirma en una inusual entrevista concedida a la revista Bilan, ¡°apreciar el sentido de las reglas, la fiabilidad y el civismo¡± de los suizos, mientras hace gala de su ¡°integraci¨®n al modo de vida helv¨¦tico¡± y del dominio de la lengua francesa. Al mismo tiempo acusa a su ex de ¡°nunca haberse adaptado al modo de vida occidental¡±. Una de las razones de la ruptura, a la que se sumar¨ªan supuestas infidelidades sistem¨¢ticas.
En general, la atractiva rusa se esfuerza en presentarse como amante de las artes, interesada en la fotograf¨ªa de calidad o la m¨²sica cl¨¢sica. Tan es as¨ª que, disfrazada de mecenas, frecuenta el muy exclusivo Festival de Verbier, estaci¨®n de esqu¨ª de alto standing, donde se codea con la crema de los artistas, y no es raro que acoja algunos de esos m¨²sicos en residencia en su propia mansi¨®n de Ginebra. Tambi¨¦n ayuda a financiar el Festival de Bellerive y ha creado una fundaci¨®n ¡°para apoyar todas las formas de arte¡±. Al igual que muchas damas de la alta sociedad ginebrina, ocupa sus horas en cursos de enolog¨ªa, gastronom¨ªa, aprendiendo a bailar tango o dedic¨¢ndose al remo.
Pero que nadie crea que Elena Ribolovleva ver¨¢ sus 3.200 millones de euros la semana pr¨®xima. Desde un primer momento, Anne Reiser, abogada de su exmarido, ha hecho saber que ¡°el monto pretendido por la demandante ser¨ªa objeto de una revisi¨®n¡±, lo que demuestra que habr¨¢ sin lugar a dudas una apelaci¨®n. Los representantes de Dmitri Ribolovlev dejaron bien claro que el finiquito de los ya c¨¦lebres 3.200 millones de euros ¡°no tiene un car¨¢cter definitivo¡±, lo que hace pensar que seguiremos oyendo hablar del matrimonio que ha protagonizado el divorcio m¨¢s claro de la historia hasta el momento por mucho tiempo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.