¡°No se puede vivir en una c¨¢rcel para seguir vendiendo camisetas o discos¡±
Ricky Martin presenta en Madrid 'Vida', su canci¨®n para el Mundial, a la espera a¨²n de que la FIFA le confirme si podr¨¢ interpretarla en Brasil
Durante el ¨²ltimo mes ha pasado por Las Vegas, M¨®naco, Italia y Viena. Y cuando se marche de Espa?a ma?ana viajar¨¢ a Marruecos, a Los ?ngeles y regresar¨¢ a Australia, donde colabora en la versi¨®n australiana del concurso televisivo La voz para talentos musicales. Y todo mientras espera a¨²n a que la FIFA le confirme si actuar¨¢ en alguno de los actos del Mundial de f¨²tbol de Brasil. Porque aunque Ricky Martin (San Juan, Puerto Rico, 1971) es el int¨¦rprete de uno de los temas oficiales del campeonato, no sabe a¨²n si podr¨¢ cantarlo en directo. ¡°Lo que diga la FIFA¡¡±, afirma ¨¦l, mientras se encoge de hombros. ¡°Yo espero al menos poder ver la final¡±, se consuela.
Martin, nacionalizado espa?ol en 2011, est¨¢ en Madrid desde el pasado domingo para promocionar Vida, de Elijah King, ganadora de un concurso organizado entre Sony, la discogr¨¢fica del artista, y la FIFA para elegir la canci¨®n que este grabar¨ªa y al que se presentaron m¨¢s de 1.500 propuestas. Un tema cuyo v¨ªdeo, que se estren¨® el pasado mes de abril en Youtube, cuenta hoy con m¨¢s de 12 millones de visitas. ¡°Una locura. Antes habl¨¢bamos de discos vendidos y ahora de visitas. Pero Youtube paga tambi¨¦n. Y muy bien. Mientras m¨¢s tocadas, mejor. Aunque a m¨ª lo que m¨¢s me gusta de este cambio es que ahora puedes ver la reacci¨®n inmediata del p¨²blico, porque la gente te dice si le gusta o no", explica el cantante.
Tiene 42 a?os, el bronceado perenne que contrasta con las espirales de tatuajes de sus brazos, el mismo peinado con tup¨¦ con el que triunf¨® en los a?os noventa y ganas a¨²n de responder a pesar de tener programadas dos docenas de entrevistas en la agenda del d¨ªa y otras tantas tambi¨¦n por tel¨¦fono con medios de comunicaci¨®n internacionales. Cuentan los miembros de su equipo, acostumbrados a viajar con ¨¦l de promoci¨®n en promoci¨®n, que tiene mucho talento para saber dar respuestas diferentes con el mismo mensaje a todos aquellos que le formulan las mismas preguntas. Pero Martin se confiesa hoy, sobre todo, como dice que invita a hacer su canci¨®n, ¡°celebrando la vida, porque nos tenemos que centrar en las cosas simples. Y para m¨ª ahora eso son mis emociones. Sentimientos sencillos. Aunque me ha costado llegar a ellos¡¡±.
Martin se refiere as¨ª al ya conocido viaje personal que ha realizado estos ¨²ltimos a?os. Primero, en 2008, convirti¨¦ndose en padre de gemelos, Matteo y Valentino, con una madre de alquiler. Un ejemplo que han seguido despu¨¦s otros famosos, como su amigo Miguel Bos¨¦. Pero, sobre todo, desde que en 2010 publicase una autobiograf¨ªa, Yo, que adem¨¢s de ser un ¨¦xito de ventas supuso el reconocimiento p¨²blico de su homosexualidad. Un proceso durante el que, cuenta, se hizo ¡°muchas preguntas que tuve que contestarme para poder llegar al nivel de tranquilidad y aceptaci¨®n que hoy tengo¡±. Una experiencia que recuerda hoy cuando se le pregunta por el mundo del f¨²tbol, donde son excepcionales los casos como el suyo. ¡°La felicidad no tiene precio. Ni la libertad. Pero llega un momento en el que dices: ¡®?Basta!, este soy yo y quiero ser feliz¡¯. ?Sabe lo que es vivir enjaulado? Resulta muy doloroso. Y a veces es por el miedo. Alimentado por la sociedad o por la religi¨®n. O porque la gente te dice: no hagas eso, que vas a perder tu ¨¦xito. Pero no se puede vivir en una c¨¢rcel por dejar de vender camisetas o discos. Adem¨¢s de que despu¨¦s te das cuenta de que los sigues vendiendo como antes¡±.
En su caso, Martin contin¨²a haci¨¦ndolo (m¨¢s de 70 millones de copias ya a lo largo de una carrera que comenz¨® hace 30 a?os, en el grupo infantil Menudo). Pero tambi¨¦n vende entradas para sus actuaciones en Broadway (Evita, en 2012, la ¨²ltima, en la que interpretaba al Che Guevara y que estuvo casi un a?o en cartel). O para los conciertos que realiza por todo el mundo. Desde Australia, donde est¨¢ ahora afincado este adicto confeso ¡°a la inestabilidad y los viajes¡±, hasta Viena, donde el pasado fin de semana actu¨® en la gala solidaria Life Ball con Conchita Wurst, la mujer barbuda ganadora de Eurovis¨®n. ¡°Una luz al final del camino, porque es el ¨¦xito que se consigue cuando la gente se enfoca en el talento sin importar la orientaci¨®n sexual¡±, como la define. E incluso libros infantiles, un sector en el que se estren¨® como autor el pasado a?o con Santiago, el so?ador entre las estrellas, y que fue l¨ªder de ventas en Estados Unidos tras su publicaci¨®n simult¨¢nea en espa?ol y en ingl¨¦s.
Pero ese es el nuevo Ricky Martin fuera de los escenarios, el m¨¢s personal. Porque cuando se sube a ellos asegura que ese cambio no se ha notado. Que sigue siendo ¡°el mismo que canta, baila y hace que la gente sea parte del espect¨¢culo¡±, aunque presume de que ahora ¡°mi m¨²sica en mi idioma internacionalmente llega m¨¢s de lo que lo hab¨ªa hech nunca¡±. El mismo artista que alcanz¨® el ¨¦xito con canciones como La Copa de la vida, el himno oficial del Mundial de Francia en 1998, o Mar¨ªa, en la que cantaba aquello de ¡°as¨ª es Mar¨ªa, tan caliente y fr¨ªa, que si te la bebes de seguro te va a matar¡±. Aunque ahora, como explica, y aunque siga incluy¨¦ndolo en su repertorio, este sea uno de esos temas que ya est¨¢ ¡°un poco harto¡± de cantar. ¡°Pero entonces llego a un acuerdo conmigo mismo. Me digo: ¡®?Y si le cambio los arreglos a la canci¨®n o el estribillo?¡¯ Y lo hago. Y entonces se vuelve divertido de nuevo¡±, dice, sonr¨ªe y se agita de nuevo en su butaca. ¡°Como dec¨ªa mi madre, bailando todo se arregla¡±.
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