Irak, 11 a?os despu¨¦s

En 2003 se produjo la invasi¨®n militar de Irak con el objetivo de traer libertad al oprimido y sufrido pueblo iraqu¨ª. Para ello hab¨ªa que derrocar a Sadam Husein del que se dec¨ªa que almacenaba armas de destrucci¨®n masiva y que, por tanto, constitu¨ªa un peligro mundial. Armas que por m¨¢s que se las busc¨® nunca aparecieron. A muchos espa?oles nos doli¨® que Espa?a se sumara a ese carro belicista (al amparo de la resoluci¨®n 1.141 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas) de manera tan dispuesta, alocada y poco cauta, como el que se acerca a un avispero dando manotazos. Sobre todo porque no quedaban claros los motivos reales de la intervenci¨®n o tal vez por todo lo contrario porque eran demasiado obvios: controlar las fuentes de petr¨®leo. Once a?os despu¨¦s y tras muchas vidas civiles y militares finiquitadas, am¨¦n de una gigantesca cantidad de dinero derrochada en el desierto, todo en aras de la supuesta libertad y la democracia, un grupo de sanguinarios autodenominado grupo radical Estado Isl¨¢mico en Irak y el Levante (EIILL) est¨¢ llegando a las puertas de la m¨ªtica Bagdad. Haci¨¦ndose notar por su crueldad y barbarie en contraste a miles de a?os atr¨¢s y en esas mismas tierras entre el Tigris y el ?ufrates con el surgimiento de la civilizaci¨®n mesopot¨¢mica. ?D¨®nde han quedado 11 a?os despu¨¦s los supuestos ideales de libertad y democracia? En un esperpento macabro donde todo sigue igual o quiz¨¢ mucho peor, ?y a qui¨¦n le importa eso ahora?¡ª Juan Manuel Chica Cruz.