Roberto Cavalli, de provocador exc¨¦ntrico a blanco de la protesta

No corren buenos tiempos para Roberto Cavalli. Exc¨¦ntrico y provocador tanto en las pasarelas como fuera de ellas, el due?o de la casa de moda florentina atraviesa dificultades diplom¨¢ticas y econ¨®micas. El nuevo anuncio de su perfume femenino Just Cavalli se ha convertido en diana de los musulmanes suf¨ªes, que sostienen que el logotipo reinterpretado con las C cruzadas frivoliza y ridiculiza un s¨ªmbolo sagrado para ellos. Por si fuera poco, acaba de fracasar en el tercer intento de vender la empresa textil a un comprador extranjero con el fin de mejorar la distribuci¨®n internacional de sus prendas y la salud de sus libros de contabilidad. Estar¨ªamos ante el ¨²ltimo de los dise?adores italianos en ceder la propiedad de su firma ¡ªo cuotas de ella¡ª a sociedades ajenas a su pa¨ªs. Antes pasaron por las mismas Fendi, Gucci, Versace o Krizia, entre otros.

La oleada de protestas contra la campa?a para medios impresos y el spot de la fragancia no ayuda. Y eso que su contenido no puede estar m¨¢s alejado del misticismo. Rodado en blanco y negro, con m¨²sica machacona, en el interior de una decadente mansi¨®n se?orial, Georgia May Jagger ¡ªhija del cantante de los Rolling Stones¡ª va desprovey¨¦ndose de la ropa e incitando a un modelo masculino con el que acaba en la cama. Sobre su cuerpo vamos descubriendo distintos tatuajes del pol¨¦mico logo con forma de dos semic¨ªrculos encadenados. Rotado 90 grados, ha recordado a los cerca de 500.000 musulmanes suf¨ªes esparcidos por el mundo al s¨ªmbolo ancestral con el que representan a Al¨¢.

Para sorpresa de la firma, los fieles del movimiento m¨ªstico isl¨¢mico han solicitado en masa la retirada del anuncio alegando que degrada su religi¨®n. La protesta se ha sucedido en varias ciudades. La ¨²ltima manifestaci¨®n tuvo lugar hace una semana en Chicago. La primera fue a finales de mayo en Londres, frente al museo Victoria & Albert, donde el modisto hab¨ªa sido invitado a dar una conferencia que cancel¨®. Entre una y otra, se han organizado sentadas frente a las tiendas que la casa italiana tiene en Par¨ªs, Los ?ngeles o D¨¹sseldorf, entre otras ciudades. Nasim Bahadoran, uno de los organizadores de la manifestaci¨®n en la capital brit¨¢nica, declar¨® a The Daily Mail: ¡°Utilizan para sacar provecho un s¨ªmbolo que para nosotros es importante de verdad. Resulta irrespetuoso, ofensivo y degradante. Este signo representa para nosotros la paz bendita. Se trata de nuestro refugio¡±.

La indignaci¨®n ha alcanzado tambi¨¦n Internet y las redes sociales, donde se ha lanzado la campa?a #Takeoffjustlogo, que reclama ¡°la retirada del logotipo de Just cavalli y el cese de la tergiversaci¨®n de nuestra fe¡±. En Inglaterra, una petici¨®n en Change.org recoge firmas en su contra (de momento aglutina m¨¢s de 3.000). En un v¨ªdeo subido a Youtube, el lamento se traduce en un carrusel de hombres y mujeres con tono compungido y aire triste que en varios idiomas acusan de blasfemia al dise?ador italiano y le instan a que renuncie a ese dibujo para promocionar sus productos.

Cavalli no parece estar por la labor. Se encogi¨® de hombros y se excus¨®, pero puntualiz¨® que no ten¨ªa ni idea, que no conoc¨ªa el signo que adoran los suf¨ªes. La inspiraci¨®n, ha dicho, viene del mordisco de una serpiente y, si acaso, recuerda a Eva, a la manzana, al pecado original. Es decir, el fundamento de otra religi¨®n. Nada que ver con la m¨ªstica isl¨¢mica.

El logotipo adem¨¢s est¨¢ registrado y es propiedad de la casa italiana, que ya lo hab¨ªa utilizado en otras ocasiones a partir de 2011. El a?o pasado, la Escuela Sufista se dio cuenta y denunci¨® el caso a la Oficina de Armonizaci¨®n del Mercado Interior de la Uni¨®n Europea (OAMI). Sostuvieron que el doble aro ten¨ªa que desaparecer de los productos Just Cavalli porque pod¨ªa confundirse con su imagen religiosa y resultar ofensivo. Sin embargo, el 16 de mayo de este a?o, la OAMI ¡ªque funciona como un tribunal en materia de difusi¨®n de firmas y logotipos en los pa¨ªses miembros¡ª desestim¨® la querella. ¡°Los dos iconos no se pueden confundir y no presentan similitudes significativas¡±, dirimieron.

Por eso, la respuesta de la marca florentina a la creciente oleada de cr¨ªticas hizo hincapi¨¦ en la sentencia: ¡°Roberto Cavalli Spa ¡ªse lee en su comunicado de prensa¡ª siente el malestar expresado por los estudiosos de la Escuela Sufi, pero desea que el fallo emitido por un ¨®rgano competente en la materia como es la OAMI convenza a los adeptos de esta religi¨®n de la total buena fe de la firma y de que su pretensi¨®n no tiene fundamento alguno¡±.

No es la primera vez que el impetuoso dise?ador tropieza a su pesar con iconos religiosos orientales. Hace diez a?os provoc¨® la indignaci¨®n de los hind¨²es por utilizar algunas de sus deidades ¡ªVishnu, Rama, Sarasvati¡ª como motivos para sus estampados de ba?adores y biquinis. Entonces, Cavalli tuvo que rendirse al descontento y retir¨® las prendas del mercado.

Algo que no parece dispuesto a hacer ahora. A pesar de que la pol¨¦mica llega en un momento bastante delicado. El modisto y empresario lleva dos a?os intentando vender su compa?¨ªa, que sali¨® a Bolsa en 2009. Hace unos d¨ªas, coincidiendo con la declaraci¨®n de ¡°guerra¡± de los suf¨ªes, la agencia Reuters revel¨® que los ¨²ltimos posibles compradores decidieron no proceder con la adquisici¨®n. Se hab¨ªa filtrado la intenci¨®n de presentar una oferta p¨²blica para la mayor¨ªa de sus t¨ªtulos antes del 30 de junio pero finalmente nunca se hizo efectiva. Detr¨¢s de ella estaba Investcorp, un fondo de inversi¨®n con sede en Bar¨¦in. ¡°La casa de moda ¡ªdesvelaba una fuente cercana a la negociaci¨®n frustrada, que Reuters no desvela¡ª no resulta muy apetecible y existen diferencias respecto al precio requerido por el vendedor¡±.

El coste fijado para hacerse con el 60% de Roberto Cavalli Spa era de 450 millones de euros. Son 150 millones m¨¢s de los que ofreci¨® el a?o pasado otro inversor, el grupo de capital riesgo brit¨¢nico Permira, que el creador toscano rechaz¨®. Lo mismo pas¨® en 2009 con la propuesta del grupo Clessidra. Seg¨²n los observadores, Cavalli tiene algunos problemas. Sobre todo porque aglutina una cantidad considerable de ventas de sus extravagantes prendas y accesorios en Rusia, Oriente Medio y Am¨¦rica Latina, pero no cuenta con una buena red de distribuci¨®n en jugosos mercados emergentes como China y el resto de Asia. Y, claro est¨¢, no es este el momento para que cualquier gran marca de moda yerre el tiro en sus movimientos globales.