De la guerra en Siria hasta la inmigraci¨®n en Melilla, cinco fot¨®grafos retratan el estado de los Derechos Humanos
Madrid -
El aumento de la violencia entre la sociedad de Pakist¨¢n empeora debido a las ¨²ltimas ofensivas militares para tratar de derrotar a los talibanes. El ej¨¦rcito de Pakist¨¢n contin¨²a avanzando en su lucha contra los grupos peligrosos, pero un gobierno d¨¦bil y la sombra de EE.UU., que se extiende a lo largo del pa¨ªs, lo han conducido a una espiral de violencia.DIEGO IBARRA S?NCHEZUn combatiente del Ej¨¦rcito Sirio Libre llora la muerte de su hermano, asesinado durante los enfrentamientos con las fuerzas del Gobierno de Bachar Al Asad.FABIO BUCCIARELLINumerosos familiares asisten al funeral de los cuatro combatientes de los Comit¨¦s para la Protecci¨®n del Pueblo Kurdo (YPG), muertos en los combates contra Jabat al Nusra, en Ramelan, una provincia rica en petr¨®leo.FABIO BUCCIARELLIUna mujer serbia, junto a los barracones instalados en la ciudad de Gracanica, en Kosovo, por organizaciones de ayuda rusas para acoger a los desplazados serbios que se vieron obligados a huir de sus pueblos y aldeas despu¨¦s de los disturbios de 2004.GUILLEM VALLESerbios y albaneses, juntos en un bar. Este es uno de los ¨²ltimos lugares de la ciudad de Polje, en Kosovo, donde algunos serbios permanecen despu¨¦s de que muchos otros huyeran tras los disturbios de 2004.GUILLEM VALLEUn grupo de inmigrantes subsaharianos resiste en lo alto de la valla que separa Marruecos del enclave espa?ol de Melilla el 28 de marzo de 2014. Las autoridades dijeron que unos 300 personas, en su mayor¨ªa subsaharianas, trataron de escalar la valla por la parte noroeste de la ciudad.JOS? COL?NUno de los inmigrantes que se escondieron en una azotea de un edificio de Melilla tras saltar la valla fronteriza entre Marruecos y Espa?a grita desesperado. Los inmigrantes, perseguidos por las fuerzas de seguridad, se situaron al borde de la azotea para no poder ser detenidos. Despu¨¦s de tres horas, los bomberos consiguieron llegar a un acuerdo con ellos.JOS? COL?NUn miembro del Free Syrian Army (Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Siria) ayuda a un compa?ero herido por el disparo de un francotirador del r¨¦gimen de Bachar Al Asad en el barrio de Izaa, en Alepo (Siria), en septiembre de 2012.MANU BRABOUn miembro del Free Syrian Army (Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Siria) llora sobre el cad¨¢ver de su hermano, muerto en combates contra el ejercito de Bachar al Asad, en Marea (Siria), en diciembre de 2012.MANU BRABO
