La credibilidad del Papa
Francisco elige m¨¢s trasparencia frente al beneficio econ¨®mico de la banca vaticana
Probablemente sea menos llamativo que el debate sobre asuntos doctrinales ¡ªcomo la actitud hacia la homosexualidad o si los sacerdotes podr¨¢n casarse¡ª, pero donde el papa Francisco parece estar haciendo una revoluci¨®n en el Vaticano es en la administraci¨®n, fundamentalmente en las cuentas de la Santa Sede, hasta hace poco centro de atenci¨®n de los organismos internacionales encargados de vigilar y prevenir el blanqueo de dinero.
Editorial anterior
En el punto de mira de Jorge Mario Bergoglio ha estado desde el primer momento el Instituto para las Obras de Religi¨®n (IOR), que en principio deb¨ªa servir de caja para administrar el gasto corriente de la ciudad Estado y algunos de sus organismos. Pero el IOR se hab¨ªa convertido en una entidad no solo similar a cualquier banca privada de inversiones, sino que era utilizada por capitales de dudoso origen para borrar sus trazas en el circuito internacional y por miembros de la curia relacionados por la justicia italiana con esc¨¢ndalos de corrupci¨®n.
El Papa ha actuado. Si nos ci?¨¦ramos ¨²nicamente a la cuenta de resultados, su primer a?o como banquero no podr¨ªa arrojar un balance m¨¢s inquietante: ca¨ªda en el beneficio del 97%, sustituci¨®n del alto ejecutivo encargado de la gesti¨®n y anuncio de una dr¨¢stica reducci¨®n de las actividades y objetivos de la entidad.
Pero precisamente la l¨®gica meramente bancaria es algo que ha sido criticado con dureza por Francisco. Lo que el balance convencional no refleja, por ejemplo, es que se han bloqueado las cuentas de 1.239 particulares y 762 empresas u organismos en aras de la transparencia; que el nuevo presidente del IOR, el franc¨¦s Jean-Baptiste De Franssu, se dedicar¨¢ ¡°a tiempo completo¡± a su labor; y que la instituci¨®n volver¨¢ a su labor primigenia de servir de caja de dep¨®sitos para la Iglesia y sus instituciones, en vez de jugar como actor en el mercado financiero internacional.
Durante las ¨²ltimas d¨¦cadas, el Vaticano ha tenido abiertos varios frentes de esc¨¢ndalo. Uno de los m¨¢s importantes ha sido precisamente el estado de sus finanzas y su banca. Benedicto XVI ya trat¨® antes de su renuncia de poner algo de orden, con escaso ¨¦xito, en un organismo que parec¨ªa haber tomado vida propia y ser impermeable a cualquier clase de control. La decisi¨®n de Francisco, si mantiene este arranque, har¨¢ que el Vaticano pierda en millones pero gane en credibilidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.