Lalla Salma se agarra al tir¨®n de Letizia
La princesa aprovecha las visitas de Estado para perfilar un papel in¨¦dito en Marruecos como esposa de Mohamed VI
La princesa Lalla Salma ha aprovechado el tir¨®n medi¨¢tico de la reina Letizia de Espa?a, durante los dos d¨ªas de visita oficial de presentaci¨®n donde han compartido visitas y charlas, para profundizar en su perfil in¨¦dito en Marruecos. La imagen que quiere ofrecer con algunos signos muy cuidados y estudiados es mucho m¨¢s que el de una buena presencia y una melena poderosa. Lalla Salma es una mujer joven, de 36 a?os, ingeniera inform¨¢tica, que habla ¨¢rabe, franc¨¦s e ingl¨¦s y estudia algo de espa?ol, que viaja mucho al extranjero y que combina la moda marroqu¨ª con los grandes dise?adores internacionales. Tiene dos hijos, uno de ellos el heredero de un trono.
Salma Bennani y Mohamed VI se casaron en la primavera de 2002 y lo primero que hizo entonces el nuevo rey de Marruecos fue presentarla en p¨²blico. Adem¨¢s, le dio el t¨ªtulo oficial de princesa. Algo que nunca hab¨ªa sucedido. Su padre, Hassan II, manten¨ªa su har¨¦n en secreto y su esposa oficial no ten¨ªa ninguna proyecci¨®n p¨²blica. La nueva cenicienta del Mazen (el poder de la corte real) tard¨® un tiempo en poder encontrar su hueco en palacio y en la sociedad marroqu¨ª. Las innovaciones fueron introducidas lentamente.
Lo primero que sorprendi¨® de ella fue la est¨¦tica. Lalla (Lady) Salma no oculta su frondosa cabellera pelirroja ni con velos ni con mo?os; viste en ocasiones caftanes tradicionales pero tambi¨¦n mucha moda de Par¨ªs y, adem¨¢s, tiene un pasado profesional.
Nacida en Fes, se qued¨® hu¨¦rfana de madre a los tres a?os y la crio su abuela. Su padre era profesor universitario. Estudi¨® en Rabat,? primero en una escuela privada y luego en el Liceo Hassan II, donde se especializ¨® en matem¨¢ticas. M¨¢s tarde se gradu¨® como ingeniera inform¨¢tica en la escuela superior Ensias y trabaj¨® en uno de los emporios empresariales del pa¨ªs, Ona Group. Unos meses antes de la muerte de Hassan II en 1999 conoci¨® al entonces pr¨ªncipe heredero y se comprometieron.
Los medios marroqu¨ªes no tardaron en valorar las cualidades de la ¡°esposa ideal¡± para Mohamed VI: bella, joven e instruida. Pero Lalla Salma ten¨ªa m¨¢s planes que continuar al pie de la letra el r¨ªgido papel que concede a las esposas el Mudawana, el C¨®digo de Familia marroqu¨ª. Eso s¨ª, siempre sin declaraciones p¨²blicas ni apariciones extravagantes. Moldeando los cambios poco a poco.
Tras el primer a?o de matrimonio lleg¨® el nacimiento del primer hijo, var¨®n, Moulay Hassan, el heredero, que cuenta ahora 11 a?os. Al poco tuvo otra hija, Lalla Kadhija, de siete. Pero durante ese tiempo tambi¨¦n comenz¨® a viajar al extranjero para representar a su esposo, para acudir a recepciones internacionales con otras primeras damas, y en 2005 impuls¨® como presidenta la Fundaci¨®n Lalla Salma para la Prevenci¨®n y el Tratamiento del C¨¢ncer. Este martes acudi¨® con la reina Letizia a la inauguraci¨®n de un centro integral contra el c¨¢ncer de mama.
Durante estos d¨ªas la princesa Salma ha acompa?ado a la reina Letizia a varios actos, en un precioso Mercedes 600 de ¨¦poca y han compartido confidencias durante la cena oficial del Iftar, con la ruptura del ayuno, cuando acud¨ªan juntas al bufet. Hablaron sobre todo en ingl¨¦s. Se llevan cinco a?os y ambas tienen dos hijos. Lalla Salma es un poco m¨¢s alta y ha optado estos d¨ªas por modelos, tanto occidentales como marroqu¨ªes, con colores m¨¢s fuertes, pedrer¨ªas y collares m¨¢s llamativos. Se ha hecho notar en las fotos.
En su Facebook, que abri¨® y cerr¨® el 18 de agosto de 2012, tiene tres im¨¢genes colgadas: con su marido y sus hijos; con Hilary Clinton, y un retrato suyo deslumbrante. En 2005 cuando el periodista Al¨ª Anouzla public¨® un perfil amable en el semanario Al Jarida Al-Oukhra con sus gustos m¨¢s personales recibi¨® un toque intimidatorio de la casa real. Que se sepa que a la cenicienta pelirroja de melena rizada le gusta el talline de zanahorias, sentarse a comer con sus asistentes, caminar descalza por su casa y los trajes de Valentino, Chanel o Dior resulta que no procede.
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