A la c¨¢rcel por insultar
Un tribunal de Guyana impone nueve meses de prisi¨®n por comentarios racistas hacia la ministra de Justicia francesa
El montaje era de una refinada crueldad. Una foto de un mono y otra de Christiane Taubira, la mujer negra que encabeza el ministerio franc¨¦s de Justicia; la primera de las im¨¢genes con la leyenda ¡°a los 18 meses¡±, y la otra rotulada ¡°ahora¡±. Apareci¨® en la p¨¢gina de Facebook de una rubia candidata del Frente Nacional, la fuerza de extrema derecha encaramada al puesto de primer partido de Francia tras las elecciones europeas de mayo. La autora de esta provocaci¨®n racista se refiri¨® a ella en un programa televisivo como si fuera una cosa humor¨ªstica; para partirse de risa, vamos. ?Racismo? Qu¨¦ va, nada de nada.
La jefa del Frente Nacional, Marine Le Pen, decidi¨® expulsar a la infractora. Sus temores eran fundados: otros partidos populistas europeos se han negado a aliarse con el Frente Nacional en la Euroc¨¢mara, alegando como causa (o pretexto) el racismo del partido franc¨¦s. Pero Taubira, originaria de Guyana y militante de un partido de ese lugar, demand¨® a la que le hab¨ªa injuriado. Un tribunal de este territorio sudamericano ¡ªbajo jurisdicci¨®n francesa¡ª ha sido contundente: nueve meses de prisi¨®n para la extremista, adem¨¢s de cinco a?os de inelegibilidad.
Las pol¨¦micas no se han hecho esperar. ?Esto qu¨¦ es, la Inquisici¨®n?, se preguntan algunos, sugiriendo que si la demandante no hubiera sido ministra de Justicia, o militante de un partido guyan¨¦s, el tribunal no habr¨ªa sido tan severo. ?Seguro que la condenada tuvo un juicio justo?, se preguntan otros, dado que ning¨²n abogado de Guyana quiso representar a la ultraderechista y esta ni siquiera acudi¨® a la vista, alegando que no pod¨ªa pagarse el viaje (en Francia se permiten las condenas en ausencia). ?Y por qu¨¦ se condena tambi¨¦n al Frente Nacional (30.000 euros de multa), que se dice ajeno a lo ocurrido?
Si apela, es probable que la condenada no se vea entre rejas: la mayor¨ªa de los sentenciados a menos de dos a?os consiguen eludir la prisi¨®n. Por lo dem¨¢s, las cortinas de humo no pueden ocultar la ense?anza central, que es la tolerancia cero con el racismo. Y esto no se consigue solo con palabras, sino sancionando severamente a quien se pase. Vale para estadios de f¨²tbol, incidentes callejeros o injurias a trav¨¦s de las redes sociales.
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