Pen¨²ltimo acto de rebeld¨ªa de la duquesa de Alba
La arist¨®crata, muy debilitada de salud, ha impuesto su deseo de pasar unos d¨ªas de vacaciones en San Sebasti¨¢n
Cayetana Fitz-James Stuart siempre ha presumido de haber hecho lo que ha querido. Mujer de fuerte car¨¢cter defiende sus opiniones ante quien haga falta. Esa cabezoner¨ªa suya es parte de su encanto, dicen sus amigos. Tambi¨¦n lo es para quienes observan su vida desde lejos ya que ven en ella un personaje at¨ªpico. Pocos miembros de la aristocracia han despertado tantas simpat¨ªas. A sus 88 a?os y con importantes problemas de salud, la duquesa de Alba sigue siendo una rebelde. Su pen¨²ltima conquista ha sido convencer a su marido e hijos de pasar unos d¨ªas de vacaciones en su casa de San Sebasti¨¢n, una costumbre que instaur¨® hace 65 a?os y que no ha pasado por alto este verano tampoco. Cayetana ya est¨¢ en la capital donostiarra.
Los ¨²ltimos meses de la duquesa de Alba no han sido f¨¢ciles. Su salud le ha jugado malas pasadas. ¡°Est¨¢ bien¡±, explican los suyos para a?adir a continuaci¨®n ¡°con los achaques l¨®gicos de una mujer de su edad¡±. Hace algo m¨¢s de un a?o, Cayetana de Alba sufri¨® un accidente en Roma, se rompi¨® el f¨¦mur y tuvo que ser operada de urgencia. Desde entonces tiene problemas de movilidad y sobre todo mucho miedo a caerse. Esa situaci¨®n y una fuerte gripe intestinal, que pill¨® el invierno pasado, debilitaron su forma f¨ªsica y la han apartado de la vida social.
A la duquesa no se la vio en la Semana Santa ni en la Feria de Abril, tampoco en las bodas a las que fue invitada. Ni tan siquiera pudo celebrar, como estaba organizado, su cumplea?os en uno de sus restaurantes favoritos de Sevilla. Cayetana casi no sale de sus palacios. Se pasea por ellos siempre acompa?ada de alguien que le da el brazo. Ha pasado casi todo el a?o en Sevilla. Due?as es su residencia favorita, all¨ª se instal¨® hace a?os y all¨ª celebr¨® su boda con Alfonso D¨ªez, con quien festejar¨¢ el pr¨®ximo 5 de octubre su tercer aniversario.
Ese enlace fue otro acto de rebeld¨ªa de la arist¨®crata, Cayetana no par¨® hasta que logr¨® convencer a sus seis hijos de que ten¨ªa derecho a casarse pese a haber alcanzado los 85 a?os, con el argumento de que si ella no se hab¨ªa metido en sus bodas y divorcios, ellos tampoco deb¨ªan opinar. En estos tres a?os el nuevo duque de Alba se ha convertido en un discreto compa?ero, en alguien que vela porque su esposa est¨¦ atendida y acompa?ada.
Antes la pareja iba al cine. Ahora Alfonso D¨ªez le ha organizado una sala de proyecciones. En una pantalla enorme se pasa las horas viendo sus pel¨ªculas favoritas, entre las que est¨¢n Retrato en negro, de Lana Turner y Anthony Quinn; Gigante, con Rock Hudson, Elizabeth Taylor y James Dean, y Lo que el viento se llev¨®, con Vivien Leigh, Clark Gable y Olivia de Havilland.
Como a muchas personas de su edad, a Cayetana le gusta recordar. Tiene buena memoria del pasado pero a veces se confunde cuando se trata de asuntos cotidianos. En ocasiones no recuerda el nombre de alguien cercano o no sabe bien en cual de sus residencias se encuentra. Los m¨¦dicos sopesaron a mediados de junio someterla a una operaci¨®n para cambiar la v¨¢lvula que se le implant¨® en 2009 para mejorar los problemas de hidrocefalia e isquemia cerebral que padec¨ªa. Los m¨¦dicos pensaron que ese dispositivo podr¨ªa estar obstruido en su parte inferior y ser la causa de los grandes problemas que padece la duquesa. Finalmente, los especialistas desistieron.
La imagen de Cayetana de Alba abandonando el hospital en silla de ruedas es la ¨²ltima que se tiene de ella. Entonces hac¨ªa tres meses que no se la ve¨ªa en p¨²blico. Visiblemente m¨¢s delgada, presentaba un aspecto desmejorado. Las ¨²ltimas noticias que hay de ella son que dej¨® Sevilla huyendo del calor para instalarse en el Palacio de Liria, en Madrid. Fue all¨ª donde convenci¨® a sus hijos de que quer¨ªa irse, como todos los a?os, de vacaciones. Es costumbre de la arist¨®crata recorrer algunas de sus residencias. El tour comienza en San Sebasti¨¢n y sigue en M¨¢laga e Ibiza. Este a?o de momento su familia ha aceptado que vaya a Arbaizenea, la casa que tiene en la capital donostiarra. Otros veranos ha sido habitual verla haciendo compras en los establecimientos del centro de la ciudad y almorzando en los mejores restaurantes. La cita en Arzak es obligada para ella.
En San Sebasti¨¢n est¨¢ previsto que coincida con su hijo Cayetano. De hecho, Arbaizenea es la propiedad que a ¨¦l le corresponder¨¢ cuando su madre fallezca. En 2011, meses antes de su tercera boda, la duquesa hizo testamento y reparti¨® todas sus propiedades. Y es que aunque ella se aferra a la vida y se siente todav¨ªa joven a su manera, ha querido ordenar su enorme patrimonio para evitar conflictos familiares. Aun as¨ª los hubo con su hijo Jacobo, el conde de Siruela. Este a?o Cayetana ha restablecido totalmente la relaci¨®n con ¨¦l y con su esposa.
El gran disgusto de 2014 para la duquesa de Alba ha sido el juicio por la custodia de su nieta Cayetana, la hija de Eugenia Mart¨ªnez de Irujo y Francisco Rivera Ord¨®?ez. El extorero reclam¨® ante el juez que la joven se fuera a vivir con ¨¦l. Los Alba cerraron filas ante esta pretensi¨®n. Finalmente el juez dej¨® a la ni?a al cuidado de su madre. La duquesa rompi¨® relaciones con su yerno, algo inusual en ella, que mantiene relaciones con todas sus nueras est¨¦n casadas o divorciadas de sus hijos.
Tras esta nueva victoria de Cayetana de Alba, que ha impuesto su deseo de veranear en San Sebasti¨¢n, la familia se plantear¨¢ si est¨¢ en condiciones de ir luego, como otros a?os, a Ibiza. La arist¨®crata rebelde no se rinde.
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