A prop¨®sito de las balanzas fiscales

Como ciudadana de la Comunidad Aut¨®noma de Murcia, una regi¨®n peque?a, poco reivindicativa y relevante y, sin duda por ello, tradicionalmente maltratada en los presupuestos estatales ¡ªtan solo hay que acceder a Murcia en tren para comprobar que no es demagogia¡ª esperaba con inter¨¦s la publicaci¨®n de las balanzas territoriales. No parece que haya habido grandes sorpresas: casi todo espa?ol medianamente informado sabe que el r¨¦gimen foral es envidiable; que Madrid, aunque sin evaluar los beneficios de la capitalidad, es la m¨¢s generosa, por encima de Catalu?a, y que el arco del Mediterr¨¢neo est¨¢ penalizado. Pero lo que me ha parecido incre¨ªble, casi motivo de esc¨¢ndalo es la reacci¨®n de las comunidades aut¨®nomas m¨¢s beneficiadas por el sistema. Lejos de buscar razones para sustentar la equidad actual, su primera respuesta ha sido expresar claramente su malestar por la propia publicaci¨®n, que califican de ¡°grave error¡± porque puede llevar a la confrontaci¨®n.

Definitivamente, nuestros pol¨ªticos no terminan de entender que esta es una sociedad adulta que demanda transparencia a las instituciones, y que el ocultamiento de datos y la ausencia de informaci¨®n veraz (aunque obviamente pueda ser cuestionable la metodolog¨ªa emplea-da) nunca puede ser la soluci¨®n.¡ª Francisca Amor¨®s Vidal.?