Consecuencias de la ca¨ªda
La muerte pol¨ªtica de Pujol deja al nacionalismo convergente sin su principal activo y referencia hist¨®rica e ideol¨®gica. Aunque Artur Mas sale debilitado, el soberanismo se conjura para que no afecte al proceso.
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1 Un bel morir tutta una vita onora. Y viceversa. La muerte pol¨ªtica de Jordi Pujol, que es de lo que se trata, ilumina toda su biograf¨ªa personal y p¨²blica con una nueva luz, desnuda y cruel. La primera consecuencia de las revelaciones realizadas por el propio Pujol conciernen a su figura pol¨ªtica y a la imagen con que quedar¨¢ inscrito en la historia. Quien aparec¨ªa hasta el jueves pasado como el mejor presidente de la Generalitat recuperada, la de la actual democracia constitucional e incluso la de la II?Rep¨²blica, y por encima tambi¨¦n en duraci¨®n y envergadura del balance presidente del brillante y fruct¨ªfero antecedente fundacional que fue la Mancomunidad, Enric Prat de la Riba, es ahora un icono roto y embarrado por los m¨¢s lacerantes defectos que se le puede atribuir a un pol¨ªtico: la corrupci¨®n y la mentira, algo que jam¨¢s hab¨ªa afectado a ninguno de sus antecesores.
2.¡ª El icono que nace con esta revelaci¨®n es catastr¨®fico y de terribles efectos sobre su familia y su entorno. La ca¨ªda del mito invierte el sentido de todos los valores y conceptos que hab¨ªan cuajado alrededor de su proyecto personal y pol¨ªtico. La biograf¨ªa de Pujol, desde su juventud m¨¢s temprana, es la de alguien dedicado obsesivamente al catalanismo, con una persistente e indeclinable ambici¨®n de poder al servicio de Catalu?a, primero econ¨®mica y cultural, despu¨¦s directamente pol¨ªtica, que encuentra el apoyo y la ayuda de su familia, sus padres primero, su esposa despu¨¦s, los hijos en la etapa ya presidencial, adem¨¢s del entorno de hermanos, cu?ados y amigos. Nadie del clan familiar podr¨¢ ni siquiera intentar un regreso a la pol¨ªtica. Su presencia, anta?o tan requerida, se ha convertido en t¨®xica, especialmente para el independentismo. El mayor activo del nacionalismo se ha convertido en lastre. A la luz de las revelaciones, la acci¨®n y la historia de la pi?a familiar nacionalista alrededor del president f¨¢cilmente se adapta al relato vulgar y penoso de cualquier grupo humano, ll¨¢mesele clan o mafia, conjurado en obtener el poder para enriquecerse y defender luego la riqueza ilegalmente obtenida, al igual que ha hecho Silvio Berlusconi en Italia durante dos d¨¦cadas.
La confesi¨®n puede desanimar al independentismo m¨¢s moderado y reciente
3.¡ª Dif¨ªcil si no imposible es encapsular el asunto en la privacidad familiar de los Pujol, como ha pretendido Artur Mas. En toda esta historia hay un estilo inconfundible, que se reconoce en todo, incluido el partido, el Gobierno catal¨¢n y el conjunto de los l¨ªderes nacionalistas. Converg¨¨ncia es un partido fundado y amoldado por el liderazgo de Pujol; su actual l¨ªder, Artur Mas, un sucesor nombrado por su familia a la espera de que Oriol Pujol estuviera preparado; y el conjunto de sus dirigentes y cuadros pol¨ªticos, unas gentes formadas en el ejemplo, el ideario e incluso los gestos y la oratoria del patriarca fundador. La ca¨ªda del padre de la patria, todav¨ªa presidente de honor a t¨ªtulo vitalicio, significa dejar a CDC sin referentes y sin historia. Ser¨¢ realmente muy dificultoso refundarlo en un momento de crisis y de declive electoral y cuando el Gobierno de Artur Mas se ha echado en brazos de Esquerra Republicana en cuanto a programa e incluso ideolog¨ªa. M¨¢s f¨¢cil es, en cambio, que la emancipaci¨®n y ruptura total con los Pujol signifique diluirse en Esquerra o en una nueva formaci¨®n sin matriz pujolista alguna.
4.¡ª Artur Mas, como presidente y como pol¨ªtico, tendr¨¢ dif¨ªcil inmunizarse ante la infecci¨®n revelada por Jordi Pujol. Su entera historia profesional y pol¨ªtica, incluida su experiencia en la empresa privada antes de entrar en la pol¨ªtica, se identifica con el clan de los Pujol, a pesar de los esfuerzos ostensibles por tomar distancias en momentos especialmente delicados. El actual presidente tambi¨¦n ha conocido una historia de evasi¨®n de capitales y regularizaci¨®n fiscal de su padre, ya fallecido, en la que documentos de la polic¨ªa de delitos econ¨®micos pretend¨ªan implicarle personalmente, al igual que les sucedi¨® a los hijos de Pujol. Muchos deducir¨¢n que si los documentos referidos a estos ¨²ltimos se han revelado veraces, tambi¨¦n podr¨ªan serlo los que se refieren a Artur Mas. En todo caso, quedan debilitadas las teor¨ªas sobre una conspiraci¨®n antinacionalista pilotada desde el Ministerio del Interior que pretender¨ªa erosionar sin base alguna al presidente ante el proceso soberanista. Puede que haya habido conspiraci¨®n, pero no hay dudas de que tambi¨¦n hab¨ªa una base en la que asentarse. En cualquier caso, las revelaciones afectan al menos a la solidez del liderazgo del proceso, sometido ahora a nuevas presiones y con la imagen disminuida por la contaminaci¨®n inevitable que desprende la corrupci¨®n localizada en la familia del expresidente.
5.¡ª Muchos son los que piensan dentro del independentismo que lo que desprestigia a Mas no tiene por qu¨¦ desprestigiar al proceso soberanista. El soberanismo ya ha convertido el optimismo sistem¨¢tico en un aut¨¦ntico s¨ªndrome. Cuanto m¨¢s d¨¦bil sea el presidente m¨¢s fuerte ser¨¢ el proceso, seg¨²n dice una teor¨ªa que atiende a la sentencia de que no hay mal que por bien no venga, y que ya fue de aplicaci¨®n a los malos resultados de CiU en las elecciones catalanas de noviembre de 2012. En las bases m¨¢s radicalizadas, que imaginan el proceso como una ruptura con una transici¨®n fraudulenta y con una casta corrupta, la ca¨ªda de Pujol es el agua de mayo que regar¨¢ el proceso independentista, reafirmar¨¢ al soberanismo en sus prop¨®sitos y argumentar¨¢ en favor de la bondad intr¨ªnseca de un Estado independiente que refunde la democracia en Catalu?a. No es nada seguro, sin embargo, que este mensaje ampl¨ªe las bases del soberanismo y lo refuerce entre el electorado m¨¢s burgu¨¦s y moderado. Al contrario, la identificaci¨®n del pujolismo con la corrupci¨®n puede inhibir y disgustar a amplios sectores sociales que se hab¨ªan visto arrastrados suavemente desde el autonomismo al independentismo, gracias entre otras cosas al viraje ideol¨®gico de Pujol, de su familia y del entero partido detr¨¢s de ¨¦l. Basta con imaginar el efecto de esl¨®ganes como Espa?a nos roba tras las revelaciones de la pasada semana.
La ca¨ªda de la casa Pujol marca un antes y un despu¨¦s que no permite reacciones tacticistas
6.¡ª Las consecuencias para la idea nacionalista de Catalu?a y para el catalanismo son de identificaci¨®n m¨¢s lenta y compleja. En lo inmediato son profundamente negativas, sin duda. Para el catalanismo, jibarizado en su ¨²ltimo avatar gracias a la apuesta independentista y convertido en una ideolog¨ªa menos transversal y menos plural, la mancha de la corrupci¨®n pujolista es una derrota moral y el presagio de una derrota pol¨ªtica, aunque contiene un est¨ªmulo para la regeneraci¨®n y el regreso al consenso de la catalanidad y al patriotismo c¨ªvico y pactista. Para la idea y la imagen de Catalu?a, es un golpe que requerir¨¢ tiempo y esfuerzo para reponerse: Pujol se quejaba de la mala imagen que hab¨ªa proporcionado el tripartito, pero es evidente que al lado del pujolismo, aquellos Gobiernos ef¨ªmeros y desprestigiados brillan como la imagen misma de la decencia pol¨ªtica.
7.¡ª Las revelaciones tampoco son buenas para Espa?a, de la que a fin de cuentas Catalu?a es una parte, en muchos momentos la m¨¢s visible y vanguardista. Pujol es uno de los personajes m¨¢s conocidos y reconocidos mundialmente ya no como pol¨ªtico catal¨¢n sino como uno de los dirigentes espa?oles que trajo la democracia. Su ca¨ªda desprestigia a Espa?a tanto como a Catalu?a y las desprestigia, principalmente, para quienes solo saben y pueden pensarlas juntas. En lo inmediato, la tentaci¨®n del Gobierno ser¨¢ aprovechar la debilidad de Artur Mas para estrechar el dogal en el cuello del soberanismo, tal como ya piden a gritos algunos. Pero la ca¨ªda de la casa Pujol marca un antes y un despu¨¦s que no permite lecturas tacticistas ni de circunstancias por parte de nadie. Todos los partidos y todas las instituciones, incluida la Monarqu¨ªa, han pasado o se hallan en circunstancias muy parecidas. M¨¢s sabio ser¨ªa aprovechar la ca¨ªda como revulsivo para regenerar la vida pol¨ªtica espa?ola y encontrar la salida de la crisis entre Catalu?a y Espa?a. Esto ser¨ªa la m¨¢s r¨¢pida y eficaz forma para que regresara el perdido prestigio conseguido en la ahora denostada Transici¨®n. La ¨²ltima y m¨¢s ir¨®nica consecuencia ser¨ªa que tras el esc¨¢ndalo di¨¦ramos con la llave de la tercera v¨ªa, el camino del consenso y del acuerdo que ahora repudian tanto Artur Mas como Mariano Rajoy.
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