C¨®mo la dieta paleol¨ªtica ha reconquistado la Tierra
No comen leche, legumbres, ni cereales. Los seguidores de este r¨¦gimen defienden que es el m¨¢s saludable. ?C¨®mo es el estilo de vida de un troglodita del siglo XXI?
Tal vez no salen a cazar mamuts, ni se visten con las pieles de sus presas. Tampoco se pasan las tardes pintando bisontes en las paredes de una cueva pero, salvando estas diferencias, se esfuerzan cada d¨ªa por llevar la existencia de un aut¨¦ntico cavern¨ªcola. Los seguidores de la dieta paleol¨ªtica defienden que adoptar el estilo de vida de los hombres que habitaron la tierra entre 2,5 millones y 10.000 a?os atr¨¢s es lo m¨¢s beneficioso para nuestra salud. Este movimiento, que comenz¨® reivindicando una alimentaci¨®n primitiva, se ha extendido al entrenamiento f¨ªsico, la maternidad o los h¨¢bitos de sue?o. La prueba de su popularidad es que, en 2013, esta dieta fue la m¨¢s buscada en Google.
Comiendo como trogloditas
La dieta paleol¨ªtica est¨¢ basada en la comida que inger¨ªan los hombres primitivos y que, seg¨²n los seguidores de este r¨¦gimen, es la adecuada para nuestro organismo.
- Alimentos recomendados: frutas, vegetales, carnes magras, mariscos, nueces, semillas y grasas saludables
- Se desaconseja comer: l¨¢cteos, cereales, alimentos procesados, az¨²cares, legumbres, almidones y alcohol
- En la dieta paleol¨ªtica se indica utilizar poca sal para sazonar las comidas
- No hay restricciones a la hora de cocinar los alimentos
- La bebida m¨¢s recomendada es el agua y algunos de los seguidores consideran tambi¨¦n el t¨¦ como una bebida sana
Los adeptos al men¨² cavernario afirman que los seres humanos casi no hemos evolucionado biol¨®gicamente desde el periodo paleol¨ªtico. Por este motivo, mantienen que nuestro cuerpo no est¨¢ preparado para digerir correctamente la comida que se introdujo en nuestra alimentaci¨®n despu¨¦s de esta ¨¦poca gracias a la aparici¨®n de la agricultura, la ganader¨ªa y la industria. Pero, ?qu¨¦ come un cavern¨ªcola de pro? Pues sobre todo carne, pescado, frutas y verduras. Seg¨²n esta teor¨ªa, los peores enemigos de nuestro organismo son las legumbres, los cereales o los l¨¢cteos, por no hablar de los alimentos procesados. Seg¨²n ellos, consumir estos productos nos ha llevado a desarrollar las enfermedades card¨ªacas, la diabetes o el c¨¢ncer.
Semejantes ideas no tardaron en levantar cr¨ªticas. Marlene Zuk, bi¨®loga evolucionista de la Universidad de Minnesota, public¨® el pasado a?o la obra Paleofantasy en la que desmonta las creencias de los fans de esta dieta. Zuk destaca en su libro que los seres humanos nunca hemos dejado de evolucionar y pone el ejemplo de la leche. Una mutaci¨®n gen¨¦tica producida entre 5.000 y 7.000 a?os atr¨¢s nos permite digerir la lactosa. Antes de que esto se produjese, los hombres no toleraban los l¨¢cteos tras producirse el destete. Los primeros que pudieron alimentarse de estos productos encontraron una nueva fuente de nutrientes y se impusieron a los que no pod¨ªan hacerlo, por lo que esta ventaja evolutiva se transmiti¨® a sus descendientes.
Pese a las explicaciones de cient¨ªficos como Zuk, cada d¨ªa son m¨¢s los que piensan que la vida troglodita es la vida mejor. Melissa Joulwan, coautora del libro Living Paleo for Dummies, defiende que esta dieta ayuda a mantener una buena salud y controlar el peso. Joulwan tambi¨¦n le atribuye otras virtudes como la capacidad de regular los niveles de insulina en la sangre y de reducir la inflamaci¨®n del cuerpo. Adem¨¢s, asegura que hace que seas m¨¢s feliz, pienses con m¨¢s claridad, duermas mejor y afrontes la vida con m¨¢s energ¨ªa. Sin embargo, Zuk se?ala en Paleofantasy que realmente no sabemos que com¨ªan nuestros ancestros, que puede que consumiesen m¨¢s carbohidratos de los que pensamos y que, adem¨¢s, inger¨ªan diferentes alimentos en funci¨®n del lugar en que viviesen.
Algunos de los aficionados a lo primitivo ya no se conforman solo con la comida y han decidido extender la m¨¢xima 'qu¨¦ har¨ªa Pedro Picapiedra en mi lugar' a otros ¨¢mbitos de su vida. El terreno que m¨¢s ha evolucionado, tras el de la alimentaci¨®n, es el del entrenamiento f¨ªsico. En el caso del Paleotraining, por ejemplo, los beneficios se basan en los mismos argumentos usados para defender la dieta: los movimientos m¨¢s beneficiosos para nuestra salud son aquellos que realizaban nuestros antepasados tales como correr, trepar, saltar, lanzar, reptar¡ "La mayor¨ªa de la gente lleva un modelo de vida para el que los seres humanos no estamos adaptados", comenta uno de los creadores de este sistema, el entrenador lanzarote?o Airam Fern¨¢ndez.
Los paleol¨ªticos m¨¢s avanzados han convertido su afici¨®n por lo primitivo en un estilo de vida. Joulwan explica en Living Paleo for Dummies c¨®mo 'dormir paleo' para regular los ciclos de sue?o. Recomienda, entre otras cosas, acostarse pronto, completamente a oscuras y levantarse con el amanecer. Tambi¨¦n se puede tener una 'paternidad paleo' practicando, por ejemplo, el colecho y desterrando los carritos porque ponen demasiada distancia entre padres e hijos. Otros h¨¢bitos de estos hombres de las cavernas modernos son pasar el mayor tiempo posible en contacto con la naturaleza, tomar regularmente el sol para aumentar los niveles de vitamina D o estar en contacto con la suciedad para inmunizarse. Si no fuese por este ¨²ltimo consejo, cualquiera dir¨ªa que de lo que est¨¢n hablando es de tomarse unas vacaciones.
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