Injusticias solucionables que no se solucionan
Valencia ocupa el duod¨¦cimo lugar en renta per capita pero tiene d¨¦ficit fiscal
?El objetivo de las balanzas fiscales o sistema de cuentas p¨²blicas territorializadas es buscar si existe inequidad a la hora de acceder a los servicios p¨²blicos fundamentales dependiendo del lugar de residencia de los ciudadanos¡±. No son palabras de ¨¦ste que escribe, ni tan siquiera de ?ngel de la Fuente, uno de los padres de las mismas, sino que son palabras del propio ministro Crist¨®bal Montoro. Palabras con las que no puedo estar m¨¢s de acuerdo.
Lo importante de las denominadas com¨²nmente balanzas fiscales no es el resultado final, porque gran parte del mismo tiene una explicaci¨®n racional. Por poner un ejemplo, si una comunidad aut¨®noma tiene un elevado ¨ªndice de paro es l¨®gico que en dicha comunidad el gasto por prestaciones por desempleo sea m¨¢s elevado y nadie puede criticar dicha circunstancia porque no atenta contra la equidad del sistema; un andaluz en situaci¨®n de desempleo ser¨¢ tratado exactamente igual que un catal¨¢n o un asturiano.
El problema, calificado por el propio experto del Ministerio como ¡°manejable¡± por su volumen, es que no todos los saldos finales tienen una explicaci¨®n racional. Dentro de una estructura de Estado, es l¨®gico que los territorios m¨¢s ricos sean aportadores netos al resto del Estado y que los menos ricos sean receptores netos, ya que lo l¨®gico es que el Estado cumpla una cierta labor niveladora, que intente reducir las diferencias entre unos y otros. Sin embargo, al analizar los resultados de las balanzas fiscales surge un primer dato que atenta contra la l¨®gica expuesta: la Comunidad Valenciana, siendo la comunidad n¨²mero doce en orden de renta per c¨¢pita, con una renta del 87,6% de la media nacional, es aportadora neta al Estado. Es decir, nos encontramos con una autonom¨ªa con una renta per c¨¢pita por debajo de la media que sin embargo est¨¢ aportando dinero a comunidades no s¨®lo m¨¢s ricas que ella (como Castilla Le¨®n, Cantabria o Asturias) sino que adem¨¢s a otras comunidades que tienen una riqueza por encima de la media nacional (como Arag¨®n, Pa¨ªs Vasco, Navarra o La Rioja).
Un sistema donde son los m¨¢s pobres los que dan dinero a los m¨¢s ricos no es equitativo
Entiendo que esta es una de las inequidades a las que se refer¨ªa el Ministro. Creo que estaremos todos de acuerdo en que un sistema donde son los m¨¢s pobres los que dan dinero a los m¨¢s ricos no es equitativo, pero no es ¨¦sta la ¨²nica inequidad. Como acabo de comentar hay determinados gastos que est¨¢n garantizados igual en todo el territorio nacional y que por tanto no puede hablarse de discriminaci¨®n de unos territorios a otros; sin embargo, el estudio se?ala que esto no es predicable de una partida de gastos, los denominados gastos territorializables, donde las diferencias entre regiones no tienen una explicaci¨®n racional. De hecho, los autores del estudio llegan a calificarlos dentro del informe como ¡°componentes potencialmente problem¨¢ticos¡± al considerar que pueden ser un indicador muy fuerte de inequidades.
Cuando vemos los saldos de estos gastos entre comunidades aut¨®nomas se observa que la Comunidad Valenciana vuelve a ser la gran perjudicada del reparto territorial y no por poco. En gasto per c¨¢pita el saldo negativo se sit¨²a en -754 euros por habitante; le sigue la Regi¨®n de Murcia con -584 euros y la siguiente comunidad ya se sit¨²a a m¨¢s de 400 euros per c¨¢pita. Los autores del estudio cuantifican este saldo negativo en la regi¨®n valenciana en un s¨®lo a?o en m¨¢s de 3.700 millones de euros. Como se puede ver, las cifras hablan por s¨ª solas y dan una idea clara del porqu¨¦ de la situaci¨®n actual de d¨¦ficit y deuda de la Comunidad Valenciana y reflejan, con el calificativo que ha querido utilizar el ministro, una clara inequidad en el caso de nuestra regi¨®n.
Por ¨²ltimo, no quiero dejar de mencionar el modelo de financiaci¨®n. El Ministro dice que hay que desvincular las balanzas fiscales y financiaci¨®n regional porque la incidencia de la financiaci¨®n en los saldos es relativamente reducida. Lo cual es cierto, pero como todo en la vida tiene excepciones. Excepciones que una vez m¨¢s se sit¨²an en nuestra comunidad, junto con alguna otra. S¨®lo dar un dato: de los -754 euros por habitante que resulta del saldo negativo en los gastos territorializables (concepto en el que est¨¢n incluidas las transferencias del sistema de financiaci¨®n de las CCAA), hasta 411 euros per c¨¢pita (2.107 millones en t¨¦rminos absolutos), m¨¢s de la mitad de los mismos, tienen su origen en el sistema de financiaci¨®n, cifras que da una idea del maltrato que tiene esta comunidad con el sistema actual.
En definitiva, tenemos la oportunidad sobre la mesa, una oportunidad hist¨®rica, para abordar cuestiones de importancia para todos los ciudadanos que garantice la igualdad de acceso a los servicios p¨²blicos fundamentales sin discriminaci¨®n por lugar de residencia. Y se debe hacer desde la responsabilidad, personal y pol¨ªtica, de que la soluci¨®n que se adopte tenga permanencia en el tiempo evitando enfrentamientos y tensiones peri¨®dicas entre regiones y confrontaci¨®n entre gobiernos.
La desigualdad territorial deber¨ªa abordarse por un grupo de expertos
Para ello, ser¨ªa oportuno crear un comit¨¦ de expertos, como se ha hecho con la reforma fiscal y la de las pensiones, que aborde desde un punto de vista t¨¦cnico el reparto de fondos para un nuevo sistema de financiaci¨®n auton¨®mico sostenible en el tiempo y que evite los desequilibrios de ciclos econ¨®micos y las asimetr¨ªas. Mientras dicha revisi¨®n no se realice, con un escenario econ¨®mico de crecimiento por encima de lo esperado, el consecuente aumento de los ingresos que se est¨¢ produciendo este mismo ejercicio, (donde la Comunidad Valenciana se sit¨²a, seg¨²n los ¨²ltimos datos conocidos, en el doble de la media de recaudaci¨®n) y con los datos de las balanzas fiscales en la mano, debemos corregir temporalmente las inequidades del actual modelo de financiaci¨®n con mecanismos que equilibren la situaci¨®n actual.
As¨ª, mientras se dise?a un nuevo modelo de financiaci¨®n cuyas caracter¨ªsticas fundamentales deber¨ªan ser la equidad, la sencillez, la transparencia y, sobre todo, la convergencia y la permanencia, las comunidades podremos continuar prestando en igualdad de condiciones los servicios b¨¢sicos de educaci¨®n, sanidad y bienestar social. Podremos de este modo andar las autonom¨ªas con firmeza y determinaci¨®n en la l¨ªnea de la consolidaci¨®n fiscal y el equilibrio presupuestario, sin quitar a unas comunidades aut¨®nomas para dar a otras, mientras se mantiene un debate sosegado, con esp¨ªritu constructivo y con visos de durabilidad. Pero para ello necesitamos altura de miras, responsabilidad y valent¨ªa pol¨ªtica de todas las partes, renunciando a intereses particulares y velando por el inter¨¦s com¨²n, que no es otro que el de nuestros ciudadanos.
Juan Carlos Moragues Conseller de Hacienda y Administraci¨®n P¨²blica de la Comunidad Valenciana
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