Corresponsabilidad

Perm¨ªtanme explicar con un ejemplo mi manera de entender lo que nos est¨¢ ocurriendo. Porque vivo en Catalu?a voy a utilizar una noticia de aqu¨ª.

Desde el caso Banca Catalana, yo sigo esperando que se nos explique por qu¨¦ se archiv¨® sin ninguna consecuencia. ?Levant¨® la voz el Gobierno?, ?levantaron la voz los Gobiernos de la oposici¨®n? No, ellos conjugaban el verbo callar: yo callo, t¨² callas. Y lo que es peor, ?exigimos los ciudadanos una explicaci¨®n?, ?apoyamos a los periodistas que la demandaban? No, todos callados. ?Paz social! Y nuestra vagancia aliment¨® su soberbia.

Y hoy nos sorprendemos, ?de qu¨¦?, ?de nuestro silencio?, ?del de ellos?, ?de verdad no nos sorprend¨ªan en su d¨ªa los apoyos que se prestaban mutuamente? E, insisto, nuestro silencio, aunque fuera un acomodo de bondad, les dio alas. Yo creo que cuando me equivoco, si asumo mi responsabilidad y pago el precio que me toca por ello, entonces aprendo la lecci¨®n y la pr¨®xima vez andar¨¦ con m¨¢s cuidado porque sabr¨¦ que lo que haga mal tiene consecuencias; y si as¨ª lo hago, as¨ª lo aprender¨¢n mis hijos. Como una gran familia entiendo el pa¨ªs, nada me es ajeno, por eso no puedo dejar de sentirme corresponsable de cuanto ocurra en ¨¦l, y por eso me duele que persistamos en maquillar nuestra podredumbre en lugar de acabar con ella.

Todos nos equivocamos; pero, desde el m¨¢ximo respeto a las personas, la mayor contundencia con los hechos. Esa es la mejor herencia que podemos dejar a nuestros descendientes para que no tengan que avergonzarse y acarrear con nuestros pecados.¡ª Maite Delgado Miranzo.?