La pareja ideal
Mar¨ªa Teresa Campos y Bigote Arrocet la felicidad del reencuentro de Tita Thyssen y Borja
Si existe alg¨²n fetiche contempor¨¢neo, ese algo que todo el mundo desea pero no siempre consigue, es tener pareja. Y qu¨¦ mejor ejemplo de las infinitas posibilidades de la pareja que la revelaci¨®n esta semana del amor maduro entre Mar¨ªa Teresa Campos y el caballero y humorista Bigote Arrocet.
Campos es m¨¢s que una decana de los medios de comunicaci¨®n. Es un referente. Una mezcla inusual de madre y patrona, de gu¨ªa y compa?era. Arrocet es tambi¨¦n una escuela, a su manera, en la virilidad relajadita y cachonda, curtida en prolongar el sentido del humor en la madurez. Un caballero con una cultura de pelo en pecho, ant¨ªtesis de la metrosexualidad, que ofrece m¨¢s confianza que la depilaci¨®n radical propia de la burbuja inmobiliaria. ¡°Bigote y Mar¨ªa Teresa te hacen sentir seguro¡±, comentan en M¨¢laga. ¡°Verlos no s¨®lo me da buen rollo, me hace pensar que de verdad estamos saliendo de la crisis. Como si todo volviera a su cauce. Como si apost¨¢ramos por la normalidad. Por el sentido com¨²n¡±. Y por el vello. Para otros, sin embargo, el sentido com¨²n puede ser un ant¨ªdoto contra la pasi¨®n. ¡°Despiertan envidias, encontrando el amor en un momento que ya crees que no lo tendr¨¢s¡±, discute una presentadora. ¡°No es asombro lo que tiene que causarnos. Porque el amor no envejece¡±, sentencia la misma presentadora. ¡°Solo la piel envejece, que es superficial¡±.
Campos y Bigote han agitado el verano. Han eclipsado tanto a la felicidad que nos ofrec¨ªa el reencuentro de Tita Thyssen con Borja y Blanca como cualquier tristeza que sinti¨¦ramos por el divorcio de Melanie y Antonio Banderas. Incluso hizo que la portada de Paris Match con Charlene de M¨®naco pareciera intrascendente. Y no lo era. Charlene est¨¢ embarazada y subida a una maquinaria de cambio de imagen, aunque la veamos avanzar en su gestaci¨®n con la misma cara con la que se cas¨®. Que es la misma cara con la que la conocimos en la Gala de la Rosa de 2009, dedicada a la movida madrile?a, y que es tambi¨¦n la misma cara con la que inaugura una exposici¨®n o encaja la muerte por asesinato de una magnate de Montecarlo. De esa misma cara y su expresi¨®n, bautizada como Charlinismo que, solo refleja apat¨ªa, aburrimiento m¨¢ximo, lo que ha interesado es el proyecto de cambio de imagen implementado por la delicada y firme mano cinceladora de Corinna zu Wittgenstein, la entra?able princesa que ejerce de sabia consejera y restauradora, al menos, de la imagen p¨²blica de Charlene. Corinna no solo vive en M¨®naco sino que trabaja para M¨®naco. Y desde que esto se sabe, a Charlene se la ve no s¨®lo m¨¢s operativa sino tambi¨¦n felizmente embarazada aunque sea complicado erradicar de su rostro ese seren¨ªsimo fastidio. Es probable que Corinna haya transmitido a Charlene su experiencia ante los medios de comunicaci¨®n y facilitado la colaboraci¨®n de la fot¨®grafa Vanessa Von Zitzewitz, una amiga suya de la infancia que es la esposa actual de Juan de Villalonga, expresidente de Telef¨®nica. ?A los ricos cuando trabajan les encanta hacerlo en equipo! ?En confianza! Con movimientos estrat¨¦gicos de profundo calado: si Corinna consigue hacer de Charlene una cre¨ªble estrella medi¨¢tica, no solo revalidar¨¢ su figura como consultora internacional sino que tambi¨¦n obtendr¨¢ una merecida compensaci¨®n por sus servicios. Y generar¨¢ una nueva fuente de ingresos para Montecarlo, la marca Charlene. Juntas, como dos Ces entrelazadas, Charlene y Corinna son un nuevo logo que propone una nueva verdad: detr¨¢s de una princesa tonta siempre hay una princesa lista.
Tontas o no, las parejas van y vienen. Eva Gonz¨¢lez y Cayetano Rivera han vuelto. Probablemente, les ha pasado lo que a muchas parejas de larga duraci¨®n o a los expresidentes de la Junta de Andaluc¨ªa: se han dado cuenta que es mejor negocio estar juntos que separados. Gonz¨¢lez ha encontrado una reafirmaci¨®n profesional importante ante el ¨¦xito de MasterChef y Cayetano ha descubierto, como buen espa?ol, despu¨¦s de dar la vuelta al mundo que no hay mejor men¨² que el jamoncito, la tortillita y el solecito. Ambos atravesaron sus nueve meses de soledad sin otras compa?¨ªas. Eva se concentr¨® en MasterChef mientras que Cayetano observaba desde la barrera las andanzas de sus otros hermanos, Francisco y Francisco (Kiko).
Francisco ha hecho este a?o una gira tem¨¢tica de bodas, una con chistera, otra con comida y decoraci¨®n india, todas cat¨®licas y con reportaje. Pero Kiko, medi¨¢tico tambi¨¦n, ha dejado a todos sin habla en la emisi¨®n de S¨¢bado Sensacional, con un d¨²o con su mam¨¢, Isabel Pantoja. La pareja madre e hijo ha vuelto a reventar el trending topic con una canci¨®n, Debo hacerlo, que fusiona el tecno, la balada y el folclore con el desagarro de una mujer implorando una nueva oportunidad en el amor. ¡°Necesito un nuevo amor, porque ya no aguanto m¨¢s, qu¨ªtenme esta soledad¡±, brama Pantoja arranc¨¢ndole la m¨¢scara a la realidad: ?Necesitamos que Pantoja tenga un nuevo amor! Esta vez sin bigotes, porque ese ya lo tiene Mar¨ªa Teresa Campos. Quiz¨¢s m¨¢s joven, que es un tipo de pareja que Pantoja a¨²n no ha probado. Hay que darle a Pantoja lo que pide. Un nuevo amor que nos haga olvidar. Que recupere esa loca alegr¨ªa que todos estos amargos veranos nos han robado. O nos lleve al s¨¦ptimo cielo. Debemos hacerlo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.